Valores de tensión arterial normal, alta y baja

¿Qué es la tensión arterial?

La tensión arterial, o presión arterial, hace referencia a la fuerza que desempeña la sangre al circular por el interior de las arterias. Dicha fuerza permite que se transporte el oxígeno y los diferentes nutrientes a todo el organismo. Existen dos tipos de tensión arterial:

• Tensión arterial sistólica: Se produce cuando estamos activos.
• Tensión arterial diastólica: Se produce cuando estamos en reposo.

¿Cuál es la tensión arterial normal?

La presión arterial normal puede variar ligeramente según las fuentes y las poblaciones específicas, pero generalmente se considera que la presión arterial normal en adultos es de aproximadamente 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio), según Medlineplus.gov. Tener una presión arterial en este rango se asocia comúnmente con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Estos valores de tensión arterial normal se han determinado alrededor de unos valores normales de referencia respecto a la tensión arterial que sirven para todas las edades. Estos valores son:

• Tensión arterial sistólica: 120 mm Hg.
• Tensión arterial diastólica: 80 mm Hg.

Lo más recomendable sería tener una presión sistólica que no supere los 12 cm (máximo 13) y la diastólica por debajo de los 9 cm de Hg. Cabe destacar que con la edad, la tensión tiende a subir, puesto que los vasos sanguíneos pierden elasticidad. Los valores normales de presión arterial son por tanto algo más elevados que durante la edad adulta.

Tensión alta o hipertensión: valores

La tensión alta o hipertensión es una de las principales enfermedades que sufren las personas mayores. Esta enfermedad puede iniciar tratarnos cardiovasculares como: el derrame cerebral, insuficiencia cardíaca o el infarto de miocardio.  La posibilidad de tener hipertensión arterial aumenta con la edad y es una enfermedad que sufre más de la mitad de las personas mayores de 65 años.  La tensión alta se caracteriza por tener estos valores:

• • • Tensión arterial sistólica: igual o mayor de 140 mm Hg.
    • Tensión arterial diastólica: igual o mayor más de 90 mm Hg.

Principales síntomas de una tensión alta o hipertensión

La tensión alta puede derivar en una enfermedad cardiovascular, como hemos dicho, por lo general asintomática (que no se presenta ningún síntoma) y hemos de tenerlo en cuenta. Por este motivo, si se observa que el paciente tiene la tensión alta con mucha frecuencia puede sufrir alguno de estos síntomas:

• Mareos.
• Fatiga.
• Dolor de cabeza.
• Hemorragias nasales.
• Palpitaciones.
• Acúfeno (percepción de ruidos y zumbidos en el oído).
• Alteraciones de la visión.
• Hormigueo en manos y pies.

Tipos de hipertensión

Por un lado nos encontramos con la hipertensión primaria, la cual provoca el 90% de los casos de hipertensión. No tiene causas conocidas pero se agravan con la edad y el estilo de vida poco saludable. Por otro lado nos encontramos con la hipertensión secundaria, que se origina por diferentes enfermedades como: la diabetes, las enfermedades renales o los problemas cardiovasculares.

Causas de la tensión alta o hipertensión

Se puede aumentar la tensión arterial por los siguientes factores de riesgo:

• Sufrir diabetes.
• Consumir alimentos con un exceso de sal, grasas y azúcares.
• Tener obesidad.
• Padecer apnea del sueño (trastorno respiratorio).
• Sedentarismo.
• Consumo de alcohol y drogas. 
• Fumar tabaco.
• Sufrir enfermedades hormonales.
• Sufrir enfermedades renales.

En caso de no padecer estos factores es importante que las personas mayores realicen ejercicio físico a diario y tengan una alimentación saludable.

¿Por qué sube la tensión arterial de repente?

Se trata de uno de los interrogantes más comunes en personas que sufren problemas de tensión alta. La tensión alta de repente se debe a muchos factores, muchos asociados con el estilo de vida. Es decir, la edad, el historial familiar, el género y la raza son factores que no se pueden modificar, y que pueden condicionar las causas de la subida de tensión de forma repentina. Sin embargo, lo asociado a la alimentación y a los hábitos puede mejorarse para minimizar los riesgos.

• Sobrepeso u obesidad: es uno de los factores principales de por qué sube la tensión arterial de repente. En torno a un 26 % de los casos de hipertensión en hombres y un 28 % de los casos en mujeres están asociados con el exceso de peso.
• El estrés: otro de los factores principales de la subida repentina de la tensión arterial. Demasiado estrés aumenta la producción de hormonas como el cortisol, que es una hormona que está estrechamente ligada a problemas con los vasos sanguíneos.
• Otras enfermedades: tales como lupus, diabetes, glomerulonefritis, apnea del sueño, entre otras, son enfermedades que pueden conducir a subidas de presión arterial.
• La ingesta de cierto tipo de medicamentos: esto se explica porque algunos medicamentos cambian el equilibrio entre el sodio y los líquidos que existen en el organismo, lo que produce la contracción de los vasos sanguíneos. Se pueden encontrar algunos antidepresivos, el paracetamol, medicamentos del asma, corticoides, inhibidores de la angiogénesis, estrógenos, entre otros.
• El consumo de alcohol, tabaco u otro tipo de estupefacientes: estas sustancias deterioran la salud arterial y afectan la eficiencia con la que se transporta la sangre a través de los vasos sanguíneos.
• El sedentarismo: un estilo de vida sedentario alejado de cualquier actividad deportiva es otro aliciente para que la tensión suba de repente.
• El exceso de sodio: La retención de sodio, una característica de la depleción del potasio, aumenta la presión arterial. Por ejemplo, con una ingesta abundante de sal en las comidas. 

 

¿Cómo bajar la tensión de inmediato?

Conviene tener en cuenta que una crisis hipertensiva suele resolverse en urgencias con medicamentos por vía oral. En caso de que se produzcan complicaciones, si pudiera haber daño agudo a nivel renal, cerebral, o cardiológico, por ejemplo, puede implicar la administración de medicamentos por vía intravenosa para reducir de forma progresiva la presión arterial, habitualmente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 

No obstante, existen algunos consejos eficaces que pueden ayudar ante esta situación, como respirar profundamente. tomarse una ducha, escuchar música relajante o dar un paseo. En términos generales, hay que evitar estos episodios con lo siguiente:

• Dieta equilibrada: lo primero hay que eliminar la sal y el excesos de grasa. Tras esto habría que aumentar en la dieta el consumo de fruta,  verduras, legumbres, pescado azul y aceite de oliva.
• No fumar ni beber alcohol en exceso: lo ideal en caso de tensión alta sería eliminar el consumo de ambos o, en su caso, limitarlo al máximo.
• Hacer ejercicio: paseos y ejercicios suaves indicados para personas mayores ayudarán a moderar la tensión.
• Dormir y descansar las horas suficientes. 

Remedios de la abuela para bajar la tensión

También existen algunos trucos de la abuela para bajar la tensión que pueden ser eficaces, dependiendo del caso. Por ejemplo, el ajo, que es un alimento muy común en muchas comidas, puede ser beneficioso para mantener la presión arterial bajo control.

Otro remedio de la abuela que ayuda a bajar la tensión es el espino blanco, también conocido como “la hierba de los corazones felices”, ha sido utilizado durante siglos en la medicina herbal para mejorar la salud cardiovascular. Este remedio natural ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a reducir la resistencia periférica, lo que puede conducir a una disminución de la presión arterial. Preparar una infusión de espino blanco y consumirla regularmente puede ser una forma efectiva de beneficiarse de sus propiedades para la presión arterial.

Otro componente que puede ayudar bajar la tensión es el vinagre de sidra de manzana. Esta bebida contiene compuestos como el ácido acético, que pueden ayudar a reducir la presión arterial al mejorar la circulación sanguínea y promover la salud del corazón. Se puede mezclar una cucharada de vinagre de sidra de manzana en un vaso de agua e ingerirlo regularmente para cosechar sus beneficios.

Tensión normal en mujeres: aspectos a tener en cuenta

La mujer al igual que el hombre, con la edad experimenta un aumento significativo de las cifras medias de la presión arterial. Aunque las mujeres habitualmente presentan valores de presión arterial sistólica inferiores a los de los hombres, aumentan con la edad de una forma más pronunciada. El aumento de la presión arterial que tiene lugar tras la menopausia se debe fundamentalmente al déficit hormonal estrogénico. Así, por encima de los 60 años las mujeres presentan cifras de presión arterial superiores, incrementando su frecuencia de hipertensión en estas edades.

Algunos de los aspectos fundamentales que van a condicionar los grados de tensión arterial en la mujer son:

• Edad: la presión arterial tiende a aumentar con la edad. Lo que se considera una tensión normal para una mujer joven podría ser ligeramente diferente a lo que se considera normal para una mujer mayor.

• Historial médico: las mujeres con antecedentes de problemas cardíacos, hipertensión arterial, enfermedades renales u otros problemas de salud pueden tener objetivos de presión arterial ligeramente diferentes.

• Embarazo: durante el embarazo, es común que la presión arterial de las mujeres cambie. La preeclampsia es una complicación grave del embarazo que implica presión arterial alta y otros síntomas, y debe ser monitoreada de cerca por un profesional de la salud.

• Hormonas: las hormonas femeninas, como los estrógenos, pueden influir en la presión arterial. Algunas mujeres pueden experimentar cambios en la presión arterial durante el ciclo menstrual.

• Estilo de vida: factores como la dieta, el ejercicio, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el nivel de estrés pueden afectar la presión arterial. Mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener una presión arterial normal.

• Genética: la predisposición genética también puede influir en la presión arterial de una mujer.

Tensión baja o hipotensión: valores

Al igual que la tensión alta, la tensión baja también puede generar problemas cardiovasculares. Las posibilidad de tener tensión baja o hipotensión aumentan dependiendo del estado de salud que tenga el paciente pero lo general se manifiesta a través de:

• Consumo en exceso de alcohol y drogas.
• Consumo de medicamentos como: analgésicos, antidepresivos, ansiolíticos y diuréticos.
• Sufrir un shock hipotensivo (bajada de tensión).
• Sufrir un síncope vasovagal (sufrir emociones muy fuertes como la ansiedad, estrés..)
• Tener una hipotensión ortostática (cambiar de posición, de estar sentado a estar de pie de golpe).
• Tener una hipotensión arterial crónica por culpa de la diabetes o la anemia.

La tensión baja se caracteriza por tener estos valores que recoge el National Heart, Lung and Blood Institute:

• Tensión arterial sistólica: menor de 90 mm Hg.
• Tensión arterial diastólica: menor de 60 mm Hg.

Este mismo organismo refleja que algunas personas tienen presión arterial baja todo el tiempo, y eso es normal en ellas. Otras experimentan una caída repentina de la presión arterial o tienen presión arterial baja que puede estar relacionada con un problema de salud. Eso puede ser peligroso, ya que podría significar que el corazón, el cerebro u otros órganos vitales no están recibiendo suficiente flujo de sangre y existe el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Principales síntomas de una tensión baja o hipotensión

Un paciente que tenga la tensión baja con mucha frecuencia puede sufrir un amplio abanico de síntomas que suelen desarrollarse en muchos casos de una manera cronológica. Los principales síntomas de sufrir de tensión baja son los siguientes: 

• Mareos.
• Fatiga.
• Aturdimiento.
• Desmayo.
• Náuseas.
• Visión borrosa.
• Falta de sed.
• Respiración rápida.
• Vértigo.
• Piel fría o húmeda.
• Inestabilidad (riesgo de caída).
• Taquicardia.

Causas de la tensión baja o hipotensión

 

No existe una sola causa de tensión baja. Debido a esto, y para evitarsufrir  una tensión baja o hipotensión, es importante incorporar estas pautas en su rutina diaria:

• No estar quieto durante mucho rato a lo largo del día.
• Tener un hábito de comida saludable evitando las comidas abundantes y grasas.
• Utilizar medias de compresión para mejorar la circulación sanguínea en las piernas.
• Dormir en una posición con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo.
• Realizar ejercicio a diario, pero sobre todo caminar para mejorar la circulación.
• Evitar los medicamentos que agravan la tensión baja.

¿Cómo subir la tensión?

Existen diversas maneras para subir la tensión baja, como pueda ser la ingesta de ciertos alimentos, aunque también se recomienda:

• Beber mucha agua: el beber líquidos y, concretamente agua, es muy importante de cara a subir la tensión. Lo más indicado es beber dos litros de agua al día.
• Aumentar levemente el consumo de sal: aunque la sal no es saludable, el aumentar en pequeñas cantidades el consumo de sal sin abusar ayudará a recuperar la tensión.
• Gimnasia mental: Hacer sudokus y crucigramas ayuda a elevar la agilidad mental, y también la presión arterial.
• Dormir con la cabeza más elevada: este remedio casero es bastante efectivo. Simplemente necesitaremos añadir una almohada extra cuando durmamos para tener la cabeza más alta. Es importante que esto no genere dolores de cuello o cervicales.

¿El jengibre sube la tensión?

Existen alimentos de los que se habla constantemente sobre sus propiedades e impactos sobre la salud. El jengibre es uno de los mejores alimentos que podemos ingerir, contando con beneficios para nuestra salud muy destacados como la capacidad para mejorar la digestión, aliviar la pesadez, reducir los gases intestinales, sus propiedades para curar y aliviar resfriados y disminuir la congestión nasal o su capacidad para disminuir la inflamación, siendo óptimo para ayudar a tratar la artritis. 

El jengibre no sube la tensión, a pesar de que se pueda afirmar que sí. Más bien al contrario, ya que esta planta puede ayudar a reducir la hipertensión, sin embargo su consumo no se recomienda a personas hipertensas especialmente si están tomando medicación para controlar la presión arterial.

La razón es que esta planta incorpora calcio en su raíz, que tiene la capacidad de bloquear los canales de calcio, lo que afecta a la tensión arterial.

El calcio es un mineral que, al entrar en nuestro corazón y nuestros vasos sanguíneos, incrementa la fuerza con la que la sangre viaja por nuestras venas, es decir aumenta nuestra presión arterial.

Si se ingieren medicamentos, el efecto del jengibre será nulo.  Combinar medicación para la hipertensión con el consumo frecuente de jengibre puede hacer que el efecto bloqueador de los canales de calcio se potencie, ocasionando una peligrosa caída de la presión arterial que puede afectar seriamente a la salud, especialmente la de los colectivos más vulnerables. 

Tensión arterial normal por edad

La edad es un factor clave a la hora de determinar el rango de tensión arterial adecuado. Lo más común es que a partir de los 60 años se aumente el riesgo de ser hipertenso, ya que los vasos sanguíneos se debilitan con el paso de los años.

En la siguiente tabla se establecen los diferentes valores de tensión arterial según el rango de edad:

Tensión arterial descompensada

El término “descompensada”, haciendo alusión a la tensión arterial descompensada, es una palabra popular, no médica, que hace referencia a cuando los valores de tensión arterial, tanto sistólicos como diastólicos, están muy juntos. Lo correcto, a nivel médico, es hablar de valores normales de tensión arterial (120/80 mm Hg), de tensión alta o hipertensión (140/90 mm Hg) y de tensión baja o hipotensión (90/60 mm Hg). Nunca tenemos que utilizar el término “descompensada” para hablar de la tensión arterial.

Valores tensión arterial descompensada

No existen científicamente unos valores claros para definir la tensión arterial descompensada, pero sí los límites que engloban la hipertensión para la sistólica/diastólica entre los 14 y/o 90 mmHg.

La palabra ‘descompensada’ no es la correcta a utilizar, de hecho, no se relaciona con ningún dato científico, ésta es una expresión popular que hace referencia a tener los valores de presión arterial muy cercanos.

En algunas escuelas de medicina se estudia la alta prevalencia de HTA descompensada que advierte que si existen mejoras en la compensación de la presión arterial, existiría la posibilidad de poder evitar varios sucesos cardiovasculares.

El cardiólogo clínico Antonio Álvarez Viétez, del Hospital La Milagrosa en Madrid, indica que un total de 14 millones de personas aproximadamente padecen tensión alta descompensada En España.

Generalmente, la tensión alta descompensada con pautas como seguir una dieta mediterránea o incrementar los niveles de potasio puede llevar a tener unos niveles adecuados de ésta.

El hecho de tener la tensión arterial descompensada puede afectar de manera negativa en las funciones que realizan algunos órganos, principalmente el corazón. Además de llegar a causar algunas enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo tomar la tensión arterial?

Para poder tomar la tensión arterial es necesario hacer uso de los tensiómetros y es aconsejable que:

• El paciente esté en reposo durante 3 minutos antes de tomar la tensión.
• 30 minutos antes, no haber bebido cafeína y alcohol, fumar o hacer ejercicio intenso.
• Esperar un media de 30s y 1min para volver a tomar la tensión.

Por otra parte, la tensión arterial se mide en mm Hg pero lo único que necesitamos saber son los valores para poder saber como se encuentra el paciente. 

¿Es peligrosa la tensión alta por ansiedad?

Por otra parte, existe una conexión estrecha entre la tensión alta y la ansiedad. La respuesta es que la ansiedad puede subir la tensión. Pero no por sí misma, sino por la reacción ante una situación estresante.

La explicación científica hace alusión a que el cuerpo humano produce una oleada de hormonas cuando estás en una situación estresante. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial y hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen.

No hay pruebas de que el estrés por sí solo cause presión arterial alta a largo plazo. Pero reaccionar al estrés de manera poco saludable puede aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Ciertas conductas están relacionadas con una presión arterial más alta, como:

• Fumar.
• Beber demasiado alcohol.
• Comer alimentos poco saludables.

Por tanto, no hay evidencia de que estos trastornos estén directamente relacionadas con la presión arterial alta. En cambio, las hormonas que produce tu cuerpo cuando estás estresado emocionalmente pueden dañar las arterias y producir una cardiopatía.

Tensión alta por nervios: ¿Cómo actuar?

A pesar de no haber evidencias científicas que unan los nervios y la tensión alta, las situaciones estresantes pueden hacer que la presión arterial aumente de forma temporal.

De esta forma, el cuerpo produce una oleada de hormonas cuando una persona se encuentra en una situación estresante. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial y hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen.

Para evitar que los nervios se conviertan en un factor de riesgo para la salud, conviene trabajar diferentes técnicas de relajación como el yoga o la meditación, que incluye multitud de beneficios en la tercera edad.

Se estima que hasta el 77 % de las personas conviven con algún grado de estrés en su día a día. Se trata de una respuesta natural para hacer frente a los problemas

Tal y como indica la Asociación Americana de Psicología (APA), el estrés se desarrolla debido a una interacción entre fenómenos internos y externos que provocan una alteración en casi todos los sistemas del organismo. El estrés es un fenómeno muy complejo, pero en términos muy simples son un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que el cuerpo manifiesta ante un obstáculo.

Por tanto, el estrés y los nervios aceleran la frecuencia cardíaca y contraen los vasos sanguíneos. Todo esto con la finalidad de llevar más sangre a la parte central del cuerpo en lugar de a las extremidades. Como consecuencia, se produce un aumento de la presión arterial debido a los nervios.

Una de las claves para evitar que los nervios se apoderen del cuerpo y produzcan una subida de la tensión, es organizarse de manera más productiva, descansar lo suficiente o cambiar hábitos de sueño y, en general, llevar a cabo actividades que consigan hacer desconectar a la persona que sufre esta subida de tensión repentina.

En cualquier caso, se recomienda para aquellas personas que por lo general suelen vivir más estresadas por los nervios, acudir a un profesional de la psicología, que logrará potenciar actividades que cambien la vida de este tipo de personas.

Casos concretos: tensión 14 9 y tensión 11 7

Generalmente, existen unos parámetros de tensión arterial que se entienden como medida normal. Todo lo que exceda de estas variables o, en su defecto, se sitúe por debajo, se puede decir que se está ante un caso de hipertensión o hipotensión.

Hay que tener en cuenta que la tensión arterial nunca suele tener el mismo valor, es decir, varía a lo largo del día. Presentando valores que

Por ello, es recomendable acudir cada cierto tiempo al médico para un control de la presión arterial, aunque estemos sanos.

Tensión 14 9: ¿Qué significa?

Se trata de una métrica comúnmente usada para medir la tensión arterial normal, todo lo que sea superar estas variables sería padecer un problema de hipertensión arterial.

La tensión arterial incluye dos variables. La presión sistólica, que es la presión de la sangre en la arteria cuando el corazón se encuentra contraído, es decir, cuando el corazón late. Esta presión sistólica se encuentra normal cuando está por debajo de 140 de sistólica (popularmente conocido como 14 de máxima).

El número 14 hace referencia a la presión sistólica, mientras que el 9 hace referencia a la presión diastólica. Es la otra métrica que mide la tensión arterial en valores normales. Y se refiere a la presión de la sangre en la arteria cuando el corazón se relaja entre latidos, esto es, se encuentra en reposo. 

Ambos números de tensión 14 9 se miden en milímetros de mercurio y, según los expertos, se trata de una métrica idónea en cuanto a prevención de accidente coronario se refiere.

Tensión 11 7: ¿Qué significa?

En este caso, es el mínimo valor que entiende como tensión arterial normal. Todo lo que sea inferior a esta cifra se trataría de sufrir un problema de hipotensión o tensión baja. 

A modo de ejemplo, si una persona registra una tensión arterial de 120 milímetros de mercurio una presión diastólica de 80, popularmente se conoce como 12 8. 

Asimismo, la presión sistólica suele ser un indicador de mayor riesgo de problemas cardiovasculares o accidente cerebrovascular, mientras que la presión diastólica suele estar más asociada al riesgo de padecer aneurisma.

Hay que controlar estas métricas de forma rutinaria, especialmente en la tercera edad puesto que la tensión arterial suele ser un indicativo para prevenir a tiempo muchos problemas de salud. 

¿Qué significa tener tensión 12 8?

Una tensión arterial 12/8 es una tensión normal. La tensión 12/8 es la que se recoge en los libros de medicina como tensión arterial normal absoluta.

En este sentido, cuando se mantiene la tensión arterial a 12/8 en estado de reposo no hay motivo de preocupación.

La tensión arterial es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, por lo que mantener una tensión 12 8 es muy bueno para la salud cardíaca. Sin embargo, el riesgo vascular aumenta también por otros factores como el tabaquismo, hábitos de vida poco saludables o el sobrepeso.

¿La tensión 15 9 es normal?

En general, una presión arterial en 150/90 en reposo es alto, en particular estamos hablando de un cuadro de hipertensión arterial, tanto la tensión máxima como la mínima (que se encuentra en 90, considerado el límite de la hipertensión).

• Tensión sistólica (máxima): 150 mmHg.
• Tensión diastólica (mínima): 90 mmHg.

Tanto la tensión sistólica como la diastólica son medidores de la tensión arterial y tenemos que tener en cuenta que no superen los valores máximos. La tensión sistólica no puede superar o disminuir los 120 milímetros de mercurio (en adelante mm Hg) y la tensión diastólica no puede superar o disminuir los 80 mm Hg. Si supera estos valores estaremos hablando de tener una tensión alta, y si disminuye los mismos hablamos de tener una tensión baja.

Para las personas mayores, en particular los pensionistas que puedan estar más expuestos a problemas de salud relacionados con la tensión arterial, es importante conocer que existen ayudas económicas, como el bono social para pensionistas, que pueden aliviar la carga de los gastos energéticos y contribuir a mejorar su calidad de vida. Este bono está destinado a pensionistas que son considerados consumidores vulnerables debido a sus ingresos, lo que les permite pagar menos por sus facturas de luz.

¿Cuándo acudir a urgencias por tensión baja?

La tensión baja, especialmente en ancianos, puede ser motivo de preocupación, ya que las causas de tensión baja en adultos pueden derivar de otras enfermedades o condiciones de salud desconocidas. Por este motivo, es importante acudir a urgencias en el caso de que se presenten síntomas como mareos, sudoración excesiva, palpitaciones o debilidad.

1. Síntomas severos o alarmantes:

   • Desmayo o síncope: Pérdida de conocimiento repentina.
   • Mareos intensos o vértigo: Sensación de que todo da vueltas o incapacidad para mantener el equilibrio.
   • Confusión o alteración del estado mental: Dificultad para pensar con claridad, desorientación o confusión.
   • Dolor en el pecho: Puede indicar un problema cardíaco grave.
   • Dificultad para respirar: Sensación de falta de aire o respiración rápida y superficial.
   • Debilidad extrema: Incapacidad para moverse o debilidad severa en todo el cuerpo.
   • Visión borrosa o pérdida de visión: Problemas visuales repentinos.
   • Piel fría, húmeda o pálida: Signos de shock o mala circulación.

2. Lecturas de presión arterial extremadamente bajas:

   • Una presión arterial sistólica (el número superior) por debajo de 90 mm Hg o una presión arterial diastólica (el número inferior) por debajo de 60 mm Hg, especialmente si se acompaña de los síntomas mencionados.

3. Causas subyacentes preocupantes:

   • Shock hipovolémico: Pérdida significativa de sangre o líquidos (por ejemplo, debido a una hemorragia severa, deshidratación extrema o quemaduras graves).
   • Shock séptico: Una infección grave que causa una disminución peligrosa de la presión arterial.
   • Problemas cardíacos: Condiciones como un ataque al corazón, insuficiencia cardíaca o arritmias graves.
   • Reacciones alérgicas graves (anafilaxia): Hinchazón, dificultad para respirar y caída rápida de la presión arterial.
   • Efectos secundarios de medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar una caída significativa de la presión arterial.
   • Problemas endocrinos: Trastornos como la insuficiencia adrenal o hipotiroidismo severo.

4. Personas con condiciones médicas preexistentes:

   • Personas con antecedentes de enfermedades cardíacas, diabetes u otros trastornos médicos que pueden estar en mayor riesgo de complicaciones debido a la hipotensión.

Valores de tensión arterial en personas mayores

Rango de edad y valores de referencia

La presión arterial cambia con la edad, y es crucial entender estos cambios para una gestión efectiva en personas mayores. Aquí se presentan los valores de referencia:

Edad	Tensión Sistólica (mm Hg)	Tensión Diastólica (mm Hg)
60-70 años	120-140	70-90
70-80 años	130-145	75-95
80+ años	135-150	80-100

Estos valores son aproximados y pueden variar según las condiciones de salud individuales. Es esencial consultar a un profesional de salud para una evaluación personalizada.

¿Qué hacer mientras se espera la atención médica por problemas de tensión?

• Acostar a la persona: Colocar a la persona en una posición cómoda, preferiblemente acostada con las piernas elevadas para mejorar el flujo sanguíneo al corazón y al cerebro.
• Hidratación: Si la persona está consciente y no tiene problemas para tragar, darle agua para beber puede ayudar en caso de deshidratación.
• No dejar sola a la persona: Acompañar a la persona y monitorear su estado mientras llega la ayuda médica.

En resumen, aunque la tensión baja no siempre es peligrosa, es crucial estar atento a los síntomas severos o alarmantes que pueden indicar una emergencia médica. Ante cualquier duda o síntoma preocupante, es mejor buscar atención médica de inmediato para asegurar la seguridad y el bienestar de la persona afectada.

Estrategias integradas para controlar la tensión con enfermedades como la diabetes o enfermedad renal crónica

Las enfermedades crónicas como la diabetes y la enfermedad renal crónica pueden complicar la gestión de la presión arterial. Es crucial un enfoque integrado para manejar ambas condiciones.

• Control del Azúcar en Sangre: Monitoreo regular y medicación adecuada para mantener niveles óptimos.
• Dieta Renal: Adaptar la dieta para reducir la carga sobre los riñones mientras se controla la presión arterial.
• Chequeos Regulares: Visitas periódicas a especialistas para ajustar tratamientos según sea necesario.

Prevención para controlar la tensión en personas mayores

Alimentación

• Frutas y verduras: aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio, como plátanos, naranjas y espinacas.
• Grasas saludables: incorporar aceites saludables como el aceite de oliva y pescados ricos en omega-3.
• Reducción de sal: limitar la ingesta de sodio a menos de 1500 mg por día.

Ejercicio

• Caminar: 30 minutos diarios de caminata moderada pueden mejorar significativamente la salud cardiovascular.
• Ejercicios de fuerza: incorporar ejercicios ligeros de resistencia, como levantamiento de pesas pequeñas, para mejorar la fuerza muscular.

Muerte por tensión baja: ¿es posible?

Si la tensión baja es repentina puede provocar un shock hipotensivo, el cual puede dañar ciertos órganos, como el corazón o el cerebro. La hipotensión por sí sola no suele producir la muerte, a menos que esté estrechamente relacionada con una patología grave que sufre la persona, como un problema cardíaco.

En ciertos casos, la presión arterial muy baja puede afectar el flujo sanguíneo al corazón, al cerebro y a otros órganos encargados de mantener con vida a las personas, lo sí puede ser potencialmente peligroso.