En las horas de descanso y sueño, en la habitación y, más concretamente en la cama, es común que las personas mayores, sobre todo aquellas que padecen de enfermedades, dispongan de utensilios que les faciliten el día a día. Es el caso de los empapadores, que actúa como elemento absorbente ante cualquier impedimento o incontinencia.
Los empapadores para personas mayores son un elemento crucial en el cuidado de aquellos que enfrentan problemas de incontinencia urinaria. Elegir el empapador adecuado es esencial para garantizar la comodidad y la salud de los seres queridos.
¿Qué son los empapadores para personas mayores?
Los empapadores, también conocidos como pañales para adultos, son productos diseñados para absorber la orina y mantener seca la piel de las personas mayores que pueden tener dificultades para controlar su vejiga. Están disponibles en una variedad de estilos y tamaños para adaptarse a las necesidades individuales.
¿Qué hay que tener en cuenta para elegir un empapador para un anciano?
Existen diferentes elementos a tener en cuenta para escoger el empapador que mejor se ajuste a una necesidad en concreto. Por ejemplo, no será lo mismo un empapador para una persona de edad avanzada que sufra pérdidas regulares de orina que otro empapador para alguien que las sufra de manera importante.
Tipo de incontinencia
Dependiendo del tipo de incontinencia, se requerirá un tipo de empapador u otro.
- Incontinencia urinaria: para quienes solo necesitan protección contra la pérdida de orina.
- Incontinencia fecal: para aquellos que experimentan pérdida de control intestinal.
Nivel de absorción
La capacidad de absorción del empapador es muy importante, sobre todo en los casos más necesarios.
- Ligero: para goteos ocasionales.
- Moderado: en el caso de pérdidas más significativas.
- Grave: si se dan casos de incontinencia severa.
Los diferentes estilos de empapadores
De acuerdo a su naturaleza de fabricación y las necesidades de cada persona, existen una variedad de empapadores para todos los gustos.
Empapadores desechables
Los más comunes y convenientes, ideales para cambios rápidos y fáciles. Este tipo de utensilios son tallas de tejido, habitualmente celulosa, similar a los absorbentes, pero en un formato totalmente plano que facilita su colocación sobre superficies como la cama, la camilla o el sofá. De esta manera, se evita que la humedad traspase hacia sábanas y colchones.
Empapadores de tela
Reutilizables y amigables con el medio ambiente, pero requieren lavado y cuidado constante.
Empapadores de noche
Diseñados para brindar una protección duradera durante la noche, son altamente absorbentes.
¿Cuáles son los mejores empapadores de cama?
La elección de un empapador no es algo que haya que decidir a la ligera, puesto que será un elemento que convivirá diariamente con la persona que lo requiera.
Los empapadores para personas mayores, por lo general, deben cumplir las siguientes características:
- Tacto suave.
- La celulosa estar distribuida uniformemente.
- Deben estar dotados de pliegues laterales que impidan el escape de líquidos, y con recubrimiento antideslizante, para asegurar la correcta posición.
La elección de la correcta medida del empapador también es un factor a tener en cuenta.
En relación con las distintas medidas, para poder cubrir el sofá o la cama, el formato de uso más extendido es el de 60×90. Aunque es recomendable conocer las distintas medidas disponibles y escoger el que mejor encaje en función de la superficie que se deba cubrir.
¿Cómo cambiar un empapador?
La manera de cambiar un empapador es similar a la empleada para cambiar pañales a personas mayores, esto es, en primer lugar, lavar y secar las manos para proceder a la acción.
Seguidamente, como cuidadores, hay que situar al individuo en una superficie plana y cómoda, como por ejemplo, la cama. Después, abrir el empapador y deslizarlo por debajo de la persona que lo requiere.
Es importante asegurarse de que está bien ajustado, pero sin que esté demasiado apretado.
Posteriormente, doblar y desechar el empapador cuando este esté usado. Es recomendable emplear cremas protectoras para una posible irritación de la piel.
La calidad del empapador ayuda a que se pueda reducir las veces que este necesite ser cambiado. No obstante, hay muchos factores que conviven y que afectan en cuándo se debe cambiar un empapador, como, por ejemplo, la medicación que toma el paciente, el nivel de incontinencia que este tenga, la forma en que se ha colocado, entre otros.