Demencia senil: qué es, síntomas, fases, tipos y tratamiento

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Lorenzo Gómez

Por: Lorenzo Gómez

Periodista, redactor experto en gerontología

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¿Qué es la demencia senil?

No hay una enfermedad que se llama demencia. Menos, demencia senil. La demencia senil es un conjunto de síntomas que afectan a las capacidades cognitivas, de forma que ocasionan un perjuicio en el desarrollo de la rutina de la persona que los sufre, quien no puede realizar de forma normal las actividades básicas e instrumentales del día a día.

El adjetivo y apellido de senil no es correcto utilizarlo. Este se ha usado habitualmente debido a que la mayoría de los afectados desarrolla la demencia en el período de la vejez, por lo que esta era entendida como una consecuencia inevitable del envejecimiento. Sin embargo, con el paso de los años se ha observado que esto no es así. Por ello, se ha dejado de entender la demencia senil como una enfermedad y, dentro de esta, como una exclusiva de las personas mayores de 65 años.

Causas y tipos de demencia senil

La demencia puede estar provocada por muy diversas enfermedades, las cuales se clasifican en los siguientes tipos de demencia:

Demencias progresivas e irreversibles

Los tipos de demencia cuyo desarrollo y gravedad va aumentando. A estas pertenecen las siguientes:

  • Alzhéimer. Es la causa más común de demencia, siendo el responsable de casi dos tercios de los casos (se estima que representa entre el 60 y el 70% de los casos de demencia).
  • Demencia vascular. Provocado por el daño de los vasos, es el segundo tipo más común. Esta afección causa el deterioro del cerebro, pudiendo el paciente sufrir graves consecuencias, como accidentes cerebrovasculares. Más que la pérdida de memoria, lo que los pacientes con demencia vascular más suelen experimentar es dificultad para resolver problemas cotidianos y para concentrarse y organizarse.
  • Demencia con cuerpos de Lewy. Por detrás del alzhéimer y la demencia vascular, los cuerpos de Lewy son el tercer tipo más frecuente de demencia. Estos son depósitos de proteínas que se acumulan de forma anormal en las neuronas, concretamente, en las zonas del cerebro que se encargan del buen estado y funcionamiento del pensamiento, la memoria y el control motor.
  • Párkinson. Conforme la enfermedad evoluciona, también lo hacen los síntomas, entre los que aparecen algunos propios del estado de demencia.
  • Demencia frontotemporal. Se trata de un grupo de enfermedades que comprenden el deterioro de las células nerviosas y sus correspondientes conexiones con los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Afectan, pues, a las zonas del cerebro asociadas con el comportamiento y el lenguaje.
  • Demencia mixta. Los largos años de investigación que la medicina lleva analizando las posibles causas del desarrollo de un estado de demencia han determinado que muchos de los pacientes que la sufren poseían una combinación de varias causas. Es habitual, de hecho, que el paciente padezca, al mismo tiempo, alzhéimer, demencia vascular y cuerpos de Lewy.

Trastornos que provocan la demencia y cuyo desarrollo es reversible.

Existen diversas causas que pueden provocar un estado de demencia temporal:

  • Problemas metabólicos y endocrinos. Personas que padecen problemas como un funcionamiento anormal de tiroides, hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre), excesiva o insuficiente cantidad de sodio o calcio o problemas para absorber la vitamina B12.
  • Trastornos inmunitarios. Como consecuencia derivada de una infección inmunitaria, puede aparecer fiebre u otros efectos secundarios que pueden provocar el desarrollo de los síntomas de la demencia.
  • Anoxia o hipoxia. Esta afección se produce cuando los tejidos de los órganos no reciben el oxígeno suficiente para su normal funcionamiento.
  • Deficiencias nutricionales. Si no ingiere suficiente líquido, nuestro mayor puede sufrir un episodio de deshidratación que le lleve a la desorientación y a otros síntomas de la demencia. Asimismo, la falta de ciertas vitaminas, como B1, B6 y B12, también puede provocarlos.
  • Efectos secundarios de la medicación. Las reacciones ocasionadas por los medicamentos pueden desencadenar algunos de los signos característicos de la demencia.

Otra de las clasificaciones más habituales de los tipos de demencia es la que los divide en demencias degenerativas primarias y secundarias, a las cuales pertenecen las siguientes dolencias:

  • Demencias degenerativas primarias: alzhéimer, demencia con cuerpos de Lewy y demencia frontotemporal.
  • Demencias degenerativas secundarias: demencia vascular, demencias provocadas por infecciones y la relacionada con el párkinson.
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Demencia senil síntomas

Los síntomas de la demencia senil varían según la causa que la provoca, siendo los más frecuentes los siguientes:

Anomalía cognitiva

  • Problemas de memoria a corto y largo plazo.
  • Alteración del lenguaje: enlentecimiento y disminución de la capacidad de expresión.
  • Confusión y desorientación en las tres esferas: temporal, espacial y de personas.
  • Dificultad para razonar o para resolver problemas cotidianos.
  • Problemas para realizar tareas complejas.
  • Apraxia: disminución de la capacidad de llevar a cabo movimientos con unas instrucciones y un propósito, sintiéndose el paciente perdido.
  • Deterioro de las funciones motoras.

Anomalía psicológica

  • Cambio de la personalidad.
  • Depresión.
  • Alteraciones del sueño.
  • Trastorno de conducta alimentaria.
  • Suelen ser habituales las alucinaciones y los delirios.

Persona mayor con la cabeza agachada y echándose la mano a la cabeza.

Fases de la demencia senil

La demencia se muestra de manera progresiva, de forma que se pueden determinar las siguientes fases:

Fase inicial demencia senil

Se experimenta un deterioro cognitivo leve (DCL). Provocado por este, empeora la memoria a corto plazo, por lo que aparecen los problemas iniciales para retener nueva información o para aprender nuevos conceptos y tareas. Asimismo, comienzan las primeras dificultades para hablar y expresarse con facilidad y los primeros trastornos de comportamiento. Esto es, la persona se manifestará con frases más cortas y sencillas y sufrirá ciertos cambios de humor.

Los familiares más próximos o los amigos suelen ser los que se dan cuenta de estos primeros signos de la demencia.

Fase intermedia demencia senil

Los síntomas empiezan a manifestarse con más notabilidad. La memoria más reciente comienza a perderse de forma acelerada, aunque se recuerdan, con más fuerza, los hechos y anécdotas más lejanos.

El vocabulario empieza a ser más escaso y las funciones motoras sufren un deterioro claramente apreciable.

En esta fase necesitan, por primera vez, ayuda para realizar las tareas básicas como bañarse, comer o vestirse. Se trata, además, de la fase en la que el paciente sufre más episodios de deambulación, por lo que puede perderse por la ciudad, estando más expuesto a sufrir caídas potencialmente mortales.

En cuanto a los cambios emocionales, se siente frustrado, cansado y desanimado, por lo que tiende a no relacionarse socialmente.

Fase avanzada demencia senil

El deterioro cognitivo es grave e irreversible. El paciente se ha convertido en una persona totalmente dependiente que requiere una atención permanente durante día y noche. Las funciones cognitivas se han deteriorado en gran medida y la movilidad es casi nula.

Como consecuencia de esta pérdida de sus capacidades, si el paciente no recibe la atención que necesita, puede sufrir otros graves problemas añadidos, como, por ejemplo, desnutrición (pues pierden la capacidad de masticar y tragar alimentos).

En cuanto al estado memorístico, la pérdida es casi completa, de forma que es incapaz de reconocer a sus allegados.

Demencia senil agresiva

Provocados por los cambios de comportamiento y humor que van desarrollando a lo largo de la enfermedad causante de la demencia, suelen sufrir episodios de agresividad verbal y física.

Ante este tipo de situaciones, los cuidadores, por su experiencia en el tratamiento de estos pacientes, conocen a la perfección cómo calmar a una persona con demencia senil. Para ello se servirán de su experiencia y conocimientos como profesionales, entre las que destacan sus habilidades emocionales. Gracias a estas, el adulto mayor se sentirá seguro y comprendido, lo que mejorará su actitud diaria.

Tratamiento de la demencia senil

Dependiendo de la enfermedad que cause la demencia, el facultativo establecerá un tratamiento u otro. El más usual suele ser la medicación y las terapias ocupacionales.

Para administrar este tratamiento, la figura del cuidador es la mejor ayuda que nuestro familiar puede recibir, pues la demencia requiere una atención personalizada y estable que se debe llevar a cabo tanto en el terreno físico como en el psicológico. Solo de esta forma, nuestro mayor podrá ralentizar la aparición de los síntomas leves y graves de su enfermedad.

Diferencia entre alzhéimer y demencia senil

A veces, se tiende a confundir estos dos problemas de salud. Pero, tras la lectura de estas líneas anteriores, la confusión ya no tendrá lugar. La principal diferencia es que, tal y como se ha indicado, la demencia es un estado de deterioro provocado por diversas enfermedades (entre las que se encuentra el alzhéimer como la más habitual), mientras que el alzhéimer constituye una enfermedad en sí.

Es decir, de acuerdo a Mayo Clinic, la enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia en adultos mayores, pero también existen otras causas que pueden provocar esta condición.

¿Cuánto viven las personas con demencia senil?

El diagnóstico temprano de las enfermedades que pueden provocar la demencia es vital. En ocasiones, se tiende a asociar sus síntomas con los propios de la vejez, de forma que no se le da mayor importancia y no se acude a una visita médica. Ello empeora el pronóstico de la enfermedad y favorece el rápido avance de esta.

Si el diagnóstico es precoz, la esperanza de vida de un paciente que sufre el tipo más común de demencia suele ser de 10 a 12 años.

¿Cómo entretener a una persona con demencia senil?

Existen actividades para personas con demencia para que, tanto cuidador, como persona dependiente, puedan practicar y ayudar en el proceso de enfermedad.

Estimular cognitivamente a una persona mayor con demencia senil puede parecer ardua tarea, pero existen una serie de actividades que pueden ayudar a los cuidadores a llevarlo de la mejor manera posible:

La estimulación constante de una persona con demencia es fundamental para mantenerle presente y en contacto con la realidad. Además permite y facilita la interacción con su cuidador lo que mantiene su autoestima y su animo positivo. Entretener a una persona con demencia senil se basa en:

  • Regar plantas que se dispongan en casa o, en su defecto, en el jardín.
  • Realizar crucigramas de forma conjunta
  • Buscar hobbies comunes.
  • Coleccionar monedas, cartas o sellos.
  • Realizar un árbol genealógico.
  • Doblar ropa.
Comentarios para Demencia senil: qué es, síntomas, fases, tipos y tratamiento

4 Responses

    1. Buenos días María Elena,

      En primer lugar habría que determinar el origen de la demencia, pero en principio correspondería acudir a un neurólogo.

      Un saludo,

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