A veces una vida cambia en un instante. No hace ruido ni llega con una fecha marcada en el calendario. Llega con una frase sencilla, dicha casi en un susurro, en una habitación donde caben la fragilidad y la esperanza.
Ese instante, para Alberto Cabanes, ocurrió en Ciudad Real, en 2013, cuando un amigo de su abuelo en la residencia le confesó su mayor deseo: “Me gustaría tener un nieto”.
Se llamaba Bernardo.
Alberto no sabía entonces que aquella frase iba a moverle los cimientos y, ese día, decidió adoptar a Bernardo como abuelo. Un acto pequeño y gigante a la vez. Lo que parecía una visita recurrente a su abuelo, se convirtió en la misión de su vida.
Para que luego pensemos que sólo grandes lugares, viajes o países exóticos pueden transformarnos la vida.
Un gesto que parecía íntimo, casi doméstico, y que, sin saberlo, estaba a punto de inaugurar un movimiento capaz de transformar el modo en que una sociedad ve, cuida y acompaña a sus mayores.
Ocurrió entre las sillas de una residencia, en un intercambio de historias, en un lugar donde las miradas brillan cuando hay visitas y se podrían recoger más historias que en la Biblioteca Nacional.
Un lugar que huele a algodón, a Nivea, a laca Nelly y ese olor familiar de flores limpias empolvadas o jabón clásico de Magno. Un aroma que no solo perfuma, sino que abraza; que parece traer consigo veranos en el pueblo y manos que han vivido mucho.
Hoy conecta a generaciones enteras, traspasando fronteras y llegando a miles de personas. Porque los cambios grandes a veces no empiezan con un plan, sino con un abrazo, no con un proyecto si no con una persona, no con cifras, si no con un abuelo.
Ese fue el día en que Alberto entendió que la soledad también se puede adoptar. Y que, al hacerlo, no solo cambia la vida de un mayor… también cambia la tuya.
¿Qué es Adopta un Abuelo?
Desde aquel primer encuentro, Adopta un Abuelo ha crecido hasta convertirse en un movimiento que da solución a problemáticas como la soledad no deseada, acompaña personas mayores que viven solas o en situación de vulnerabilidad, con la misión de devolverles la sensación de ser vistos, valorados y queridos.
La fundación trabaja cada día para conectar a jóvenes y mayores a través de programas de acompañamiento en residencias y domicilios, actividades personalizadas, apoyo psicológico, celebraciones significativas y proyectos que cumplen sueños que parecían imposibles.
Es una red humana construida alrededor de una idea sencilla pero revolucionaria: nadie debería llegar a la vejez sin sentir que importa.
Hay 4 formas de ayudar
Adopta un Abuelo no pide grandes gestos; pide compañía, compromiso y un pedacito de corazón. Y cualquiera puede aportar de distintas maneras:
1. Voluntariado: acompañar con presencia
La forma más directa de transformar una vida. Ser voluntario significa visitar a una persona mayor en una residencia o en su propio domicilio: conversar, pasear, escuchar, intercambiar generaciones y llenarse el alma de aprendizajes que nunca te imaginarías.
Podemos hacerlo de forma presencial, o bien por teléfono a través de llamadas o vídeollamadas.
2. Ser Embajador: ayudar con una donación mensual
Para quienes no pueden acompañar en persona, existe una manera igual de importante de sostener la misión. Los embajadores son las personas que realizan una donación periódica y hacen posible que el proyecto siga vivo.
3. Cumplir sueños: donaciones al 100% para experiencias únicas
Hay mayores que sueñan con volver a ver el mar, tocar un piano, reencontrarse con un amigo de juventud, asistir a un partido de fútbol, subirse a un caballo o visitar un lugar que les marcó.
Cuando alguien dona para un sueño, el 100% del dinero se destina exclusivamente a hacer realidad esa experiencia.
Es una forma de regalar una sonrisa, magia, de evocar un recuerdo, pausar o retroceder el tiempo. Puedes ver todos los deseos que hay actualmente en su web.
¿Y si conozco el sueño de una persona mayor, puedo proponerlo?
Por supuesto que sí. Envía un email a [email protected] contándoles el sueño y su equipo se pondrá en contacto contigo.
4. Ayudar sin dinero: difundir, compartir, sumar
No todas las ayudas tienen que ser económicas. También puedes hacer crecer el proyecto:
- Compartiendo su historia.
- Hablando de la campaña con amigos o en redes.
- Invitando a otros a unirse.
- Descargando su app para ser voluntario cuando puedas.
- O simplemente escribiendo este reportaje como hemos querido h
A veces, una publicación o una conversación basta para que otro joven adopte a un abuelo… y ésa es una cadena que cambia el mundo de uno en uno.
De la primera adopción a la actualidad
2013– Alberto Cabanes conoce a Bernardo, un hombre de 86 años, viudo y sin descendencia. Este encuentro personal es el germen de la idea.
2014– Nace Adopta un abuelo como asociación.
2015– En 2015 se lanzó el primer programa de acompañamiento intergeneracional con 57 voluntarios en Ciudad Real y Madrid. La demanda de jóvenes voluntarios crece muy rápido (más de 10.000 registros en pocos meses).
2016– Alberto deja su trabajo en una gran empresa para dedicarse por completo al proyecto. Con deudas, comenzando de cero, sin estabilidad pero con una meta clara.
2018/2019– Para entonces, ya había 483 mayores adoptados y 949 voluntarios en 41 residencias repartidas por 24 provincias.
2023– Adopta un abuelo se convierte oficialmente en una fundación.
2025– Superaron el millón de usuarios registrados. Pero a pesar del éxito, para una fundación que es independiente y no recibe subvenciones como la suya, se han visto en una tesitura económica por la falta de sostenibilidad propia y del equipo para continuar con el proyecto.
Para lo que han lanzado una campaña en la que tengas la posibilidad de hacerte embajador/a de la fundación con la aportación que puedas ofrecer para que ningún abuelo esté sólo, de la cuál puedes deducirte fiscalmente el 80% de la donación.
A día de hoy son 4.288 embajadores, pero el tiempo corre y el proyecto necesita 7.500 para poder continuar.
“Todo lo que hacemos es gracias a la contribución de personas y empresas que buscan proteger los derechos de las personas mayores.” Alberto Cabanes
En la actualidad, han logrado acompañar a:
- 429 mayores
- 859 horas de compañía
- 372 voluntarios que no para de crecer
- 539 actividades logradas
En más de 50 ciudades y con la colaboración de más de 300 residencias.



























