Existen trastornos neurológicos poco comunes o, al menos, con menor incidencia que otros, pero que afecta a todas las edades, incluida la tercera edad. Es el caso de la cataplexia, también conocida como cataplejia, y tiene que ver con las emociones y con cómo éstas pueden ocasionar problemas de salud.
Aunque este problema de salud tiene mayor incidencia en edades más jóvenes, es muy importante saber cómo actuar en caso de pacientes de la tercera edad.
¿Qué es la cataplexia?
La cataplexia se define como la pérdida súbita de control muscular voluntario, generalmente desencadenada por emociones intensas como la risa, el llanto o el estrés. En la vejez, esta condición puede presentar desafíos únicos debido a la coexistencia de otras condiciones médicas y el proceso natural de envejecimiento.
Las personas que padecen este tipo de trastorno no lo pueden controlar y, a nivel general, suele estar provocado por emociones intensas positivas, como un ataque de risa o una emoción. Sin embargo, también aparece con el miedo, la sorpresa o el enfado.
Causas de la cataplexia en la vejez
En la población mayor de 65 años, la cataplexia puede estar relacionada con enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de párkinson o la narcolepsia, factores genéticos hereditarios o el estrés emocional crónico.
Es posible que los ataques de cataplexia sean secundarios a una alteración entre los sistemas nerviosos que inhiben y activan la actividad motora y el control del tono muscular. Algunas personas afectadas suelen presentar un déficit de un neurotransmisor estimulante llamado hipocretina.
Otras situaciones que pueden provocar de manera secundaria la cataplexia pueden ser lesiones o malformaciones cerebrales, tumores, infecciones encefálicas, accidentes vasculares cerebrales o ciertas enfermedades como la esclerosis múltiple.
Síntomas de la cataplexia en adultos mayores
Los adultos mayores que experimentan cataplexia pueden notar episodios de pérdida de fuerza muscular, debilidad momentánea en las extremidades o incluso la incapacidad temporal para moverse.
Uno de los signos más habituales en las personas que padecen un episodio de cataplexia es la debilidad muscular repentina acompañada incluso por un ligero mareo o desmayo. Además, este trastorno puede provocar varios cambios físicos, desde problemas en el habla hasta debilidad absoluta en la mayoría de los músculos, y puede durar unos cuantos minutos.
Consejos para cuidar a personas que sufren cataplexia en casa
Como cuidadora de una persona mayor que sufre de cataplexia en casa, es importante tomar medidas especiales para garantizar su seguridad y bienestar. Aquí hay algunos consejos a tener en cuenta:
- Conocer los desencadenantes: hay que aprender a identificar qué situaciones o emociones desencadenan los episodios de cataplexia en la persona que se está cuidando. Esto puede ayudar a evitar o minimizar estos desencadenantes siempre que sea posible.
- Crear un entorno seguro: conviene realizar ajustes en el hogar para reducir el riesgo de lesiones durante los episodios de cataplexia. Eliminar objetos peligrosos o muebles con bordes afilados, y asegurarse de que los pasillos y las áreas de circulación estén despejados.
- Proporcionar apoyo físico: mantener cerca a la persona afectada durante los episodios de cataplexia para evitar caídas o lesiones. Se puede ofrecer apoyo físico suave, como sostenerla o ayudarla a sentarse, hasta que el episodio pase.
- Promover un ambiente tranquilo: crear un ambiente tranquilo y relajado en el hogar para reducir el estrés y la ansiedad, que pueden desencadenar los episodios de cataplexia. Evita situaciones o conversaciones que puedan generar emociones intensas.
- Fomentar la comunicación abierta: mantener abiertas las líneas de comunicación con la persona que se está cuidando y su equipo médico. Para ello, es de vital importancia asegurarse de comprender sus necesidades y preocupaciones, y buscar orientación profesional si es necesario.
- Ayudar con la medicación: si la persona afectada está bajo tratamiento médico para la cataplexia, como cuidadores conviene a ayudarle a tomar sus medicamentos según las indicaciones del médico. Para ello, es vital asegurarse de mantener un registro de la medicación y de estar al tanto de cualquier efecto secundario o cambio en la condición.
- Fomentar la actividad física: animar a la persona que se está cuidando a participar en actividades físicas suaves y regulares, siempre que sea posible y apropiado. El ejercicio puede ayudar a mejorar la fuerza muscular y reducir el estrés, lo que puede ayudar a controlar los síntomas de la cataplexia.
- Buscar apoyo emocional: como cuidadora, es importante cuidar también el propio bienestar emocional. Una recomendación es buscar apoyo en amigos, familiares o grupos de apoyo para cuidadores, y no dudar en pedir ayuda cuando se necesite.
Al seguir estos consejos y mantener una actitud comprensiva y solidaria, se puede brindar un cuidado de calidad a la persona mayor que sufre de cataplexia en casa, mejorando su calidad de vida y proporcionándole el apoyo que necesita.
¿La cataplexia tiene cura?
La cataplexia es una enfermedad que tiene tratamiento pero no cura. Con una serie de hábitos y consejos se puede llevar una vida que no esté demasiado condicionada por este problema de salud.
El tratamiento de la cataplexia pasa por incorporar cambios de hábitos de vida y tratamiento farmacológico. Dentro de este último grupo se incluyen medicamentos de varios grupos como: medicamentos antidepresivos, oxibato de sodio y fármacos estimulantes. Para mejorar los síntomas se aconseja:
- Realizar ejercicio de forma regular.
- Cuida de la alimentación y evitar consumo de alcohol, tabaco y drogas.
- Mantener un sueño estable y de calidad.
La cataplexia o cataplejía es una afección que se asocia más comúnmente con la narcolepsia , un trastorno del sueño que se cree que afecta a entre 135.000 y 200.000 personas solo en los Estados Unidos.
Ocurre durante las horas de vigilia, de tal modo que durante un episodio de cataplexia, un individuo está despierto pero paralizado temporalmente. Así, durante un ataque leve, puede haber una debilidad apenas visible en un músculo, como la caída de los párpados, pero un episodio más grave puede implicar un colapso corporal total.
Hasta 25.000 personas podrían padecer esta enfermedad en España, de las que un 60% estarían sin diagnosticar.
En España, personajes públicos como Jordi Évole padecen este trastorno neurológico, el cual puede condicionar en gran medida la calidad de vida.
Todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a la investigación de esta patología, aunque cada vez hay más evidencia de que, al menos en los casos de narcolepsia tipo 1, puede tratarse de un trastorno autoinmune en el que, ante cierta predisposición genética unida a diversos factores ambientales, genera una pérdida de las neuronas productoras de un péptido, la hipocretina, localizadas en el hipotálamo, una estructura del cerebro.