Contratar una cuidadora a domicilio puede ser un alivio para muchas personas a largo plazo pero, a corto, es posible que suponga una carga extra de estrés.
Por suerte, las empresas de cuidado de personas mayores a domicilio facilitan este proceso. Buena prueba de ello es que el personal ha sido entrevistado previamente y seleccionado dependiendo de las necesidades de cada familia.
A pesar de esto, la persona que precisa de cuidados puede sentirse algo desorientada en el momento de conocer a su nueva cuidadora, por lo que conviene seguir una serie de pautas para asegurar el éxito del proceso de adaptación.
Esta situación es cada vez más habitual, y no solo en España, sino en toda la Unión Europea, donde se ha duplicado el número de personas mayores de 80 años entre 2001 y 2020.
En ocasiones, puede ocurrir que la persona no necesite ayuda con las tareas diarias, pero sí se encuentre en una situación de soledad que puede derivar en problemas más graves como la depresión o la ansiedad.
Por ello, conviene seguir una serie de pautas y consejos pensados para lograr que la persona mayor acepte recibir el cuidado de la nueva trabajadora que acudirá al hogar.
¿Qué hacer si la persona no acepta los cuidados?
Una de las reacciones típicas de alguien que padece alguna enfermedad cognitiva como pueda ser el párkinson o el alzhéimer es la no aceptación de que otra persona externa a su círculo más cercano le brinde cuidados.
Para una persona que sufre trastornos psicológicos o tiene un temperamento muy marcado puede ser muy difícil aceptar que necesita ayuda para realizar sus tareas diarias.
Se recomienda introducir respetuosamente la idea de contar con un cuidador, así como los beneficios con los que se contará gracias a su ayuda y siempre bajo la premisa de que viene a hacer la vida más fácil.
También hay que prestar atención a la reacción de la persona mayor ante la nueva cuidadora. Si muestra signos de angustia o confusión, es conveniente tratar de calmarla y esperar a que se sienta más preparada.
¿Cómo convencer a una persona mayor de que necesita una cuidadora?
En primer lugar, es importante hablar con la persona para preguntarle cómo se siente y qué opina de la idea de contar con un cuidador.
En segundo lugar, hay que explicarle de forma empática la situación y por qué es importante contar con dicha ayuda, centrando el foco en los beneficios que aportará tanto a la persona dependiente en sí como a la familia en general.
Otro consejo es que los familiares recalquen el hecho de que la nueva cuidadora está allí para complementar y apoyar, no para reemplazar a la familia. Hay que hacer hincapié en que todos se están esforzando para brindar el mejor cuidado posible al mayor.
Por último, conviene preguntar si prefiere atención domiciliaria o quizás acudir a un centro geriátrico. Hay que tener en cuenta que según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 82% de las personas mayores de 65 años quieren envejecer en su propia casa y esa decisión es normal, ya que se sienten más seguros/as en ese entorno, por lo que es muy importante respetar su deseo.
Por último, nunca se debe obligar a nada que la persona dependiente no quiera y siempre se deben tener en cuenta sus sentimientos a la hora de tomar la decisión.
El proceso de presentación de un cuidador ha de ser lo más natural posible, siempre tratando de encontrar intereses comunes y puntos de conexión entre el trabajador y la persona a cuidar.