En España, de acuerdo a datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), alrededor de 150.000 tienen la enfermedad de párkinson y, se estima que en todo el mundo esta cifra asciende a más de 6.000.000 de personas. Se trata de la patología neurodegenerativa más frecuente, por detrás del Alzhéimer, así como uno de los trastornos del movimiento más comunes que existen.
Un 4% de las personas mayores de 85 años en España padece esta enfermedad
Pero no solo afecta a personas a ancianos, pues cada año se diagnostican 1.500 nuevos casos de párkinson entre pacientes menores de 45 años, dándose el caso, incluso, de que la enfermedad aparezca en edades tempranas o adolescencia. A continuación se explica todo lo que se debe conocer sobre el párkinson.
¿Qué es el párkinson?
El párkinson es una enfermedad con síntomas progresivos en el sistema nervioso, esto es, un tipo de trastorno del movimiento que se da cuando las células nerviosas (neuronas) dejan de funcionar, que producen una sustancia que se llama dopamina, que es la encargada de enviar mensajes a la parte del cerebro que controla el movimiento y la coordinación del cuerpo. En otras palabras, la principal característica del párkinson es la muerte progresiva de neuronas en una parte del cerebro.
Esta patología recibe el nombre de Parkinson debido a James Parkinson, el doctor que la describió por primera vez en 1817 en su monografía Un ensayo sobre la parálisis agitante (An essay on the shaking palsy). Más de 200 años después, la investigación sobre esta enfermedad ha avanzado a gran escala gracias a la labor científica con proyectos de profesionales, así como ensayos, el trabajo de laboratorios y hospitales en aras de ayudar en la detección precoz de esta enfermedad.
El párkinson es un trastorno frecuente dentro de las enfermedades neurogenerativas, como la enfermedad de Huntington o el Alzheimer
El párkinson: causas de su aparición
Todavía se desconocen las causas que favorecen la aparición del párkinson. Las neuronas del cerebro se descomponen o mueren progresivamente, perdiendo la dopamina, un neurotransmisor del cerebro. No obstante, los factores a los que apuntan los expertos son:
- La genética, pues ciertas variaciones genéticas pueden ser desencadenantes de un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson. Según el medio de referencia Mayo Clinic, tener un familiar cercano con la enfermedad de Parkinson aumenta las posibilidades de padecer este trastorno. Sin embargo, el riesgo sigue siendo bajo, a menos que una persona tenga muchos familiares con dicha enfermedad.
- Factores ambientales: la exposición a ciertas toxinas se ha investigado que puede ser otra de las causas que propicien el desarrollo de párkinson.
- La presencia de cuerpos de Lewy: se trata de unas sustancias específicas situadas dentro de las neuronas cerebrales y los expertos piensan que estos cuerpos contienen un indicio evidente que causa la enfermedad.
No obstante, las causas de la enfermedad de Parkinson son todavía de dudosa demostración y desconocimiento para la ciencia, puesto que se produce por destrucción progresiva de una de las zonas del cerebro importantes en la producción de dopamina, un neurotransmisor necesario para controlar el movimiento.
Síntomas de párkinson: ¿Cuáles son los más importantes?
Conviene destacar, en primer lugar, que dependiendo de cada paciente, los signos y síntomas de la enfermedad de párkinson pueden ser diferentes. Pero es un factor común denominador que los primeros síntomas sean leves a la par que desapercibidos.
El cuadro inicial de síntomas presenta dolores en las articulaciones, así como dificultad para realizar movimientos y agotamiento físico. Además, la caligrafía empieza a cambiar y se vuelve de pequeño tamaño e irregular. Suele darse el caso de que los síntomas, en un 80% de los casos diagnosticados de párkinson comiencen solo en un lado del cuerpo. A continuación se profundizan en otros síntomas de carácter general.
Síntomas motores del párkinson
- Temblor en reposo
- Dificultad a la hora de levantarse de una silla
- Lentitud a la hora de articular movimientos
- Cansancio y pérdida de fuerza muscular
- Dolor muscular
- Problemas a la hora de caminar: se tiende a arrastrar los pies,
Temblor en párkinson
Igual que ocurre con otras enfermedades en las que se asocia un síntoma generalizado a una enfermedad, como pueda ser la fiebre a la gripe o la pérdida de memoria a los primeros síntomas del Alzhéimer, en el párkinson ocurre algo similar. Existe una degeneración del sistema nervioso autónomo
El temblor en párkinson aparece como uno de los síntomas iniciales en el 50% de las personas diagnosticadas con la enfermedad. Aparece cuando la persona está en reposo, de forma regular y rítmica, desapareciendo cuando se cambia de postura o se realizan movimientos. Además, este síntoma del párkinson suele darse en un lado del cuerpo en edades tempranas, y es frecuente que comience en una mano.
No obstante, cada paciente presentará síntomas u otros y puede darse el caso de que el temblor no sea un síntoma evidente de la enfermedad.
1 de cada 4 pacientes de párkinson no presenta el temblor en todas las fases de la enfermedad
Asimismo, el temblor como síntoma del párkinson se manifestará en diferentes zonas y por fases:
- En primer lugar, el temblor aparecerá en las extremidades superiores, aunque puede darse en las inferiores, labios o lengua, y en un lado específico del cuerpo, que en muchos casos resulta ser una mano.
- En una siguiente fase, el temblor comienza a extenderse por la extremidad, llegando a la zona inferior del cuerpo, pies y piernas del lado afectado.
- Finalmente, el temblor se puede acusar en ambos lados del cuerpo.
Es conveniente destacar que son raros los casos en los que esta enfermedad afecta a la voz y cabeza.
Enfermedad de párkinson: fases
La aparición del párkinson se da generalmente en cinco etapas distintas, según el sistema de clasificación de Hoehn y Yahr, un sistema de uso común para medir los estados de la enfermedad. Si se cuenta con un familiar en alguna fase de párkinson se recomienda una actuación eficaz, y una opción es ver la posibilidad de contratar una cuidadora especializada en párkinson.
Fase inicial del párkinson
Durante esta fase ya se ha realizado el diagnóstico y confirmado que el paciente cuenta con la enfermedad. Es en esta fase cuando la persona afectada empieza a incorporar síntomas leves que no afectan a su vida y rutina diaria. Y los primeros síntomas se manifiestan en forma de: ligero temblor en un lado del cuerpo, arrastre de pies y marcha más lenta a la hora de caminar, así como mostrar rigidez en algunas zonas del cuerpo, sobre todo en expresiones faciales.
Fase dos del párkinson
Si en la primera fase, uno de los síntomas era el ligero temblor en una zona del cuerpo, en esta fase más avanzada puede afectar a ambas partes. Además, los problemas para caminar, la inestabilidad en la postura y dificultad para mantener el equilibrio se acentúan.
Párkinson: fase 3
En esta etapa los síntomas pueden comenzar a ser severos, con seria dificultad para caminar y mantener el equilibrio. Es la fase en la que se necesita tratamiento farmacológico para incorporar a su vida diaria. La dificultad para caminar, la lentitud en los movimientos y la aparición de caídas suelen ser evidentes. Aunque la persona afectada mantenga su independencia en los movimientos, tareas rutinarias como vestirse o comer comienzan a ser dificultosas y se empieza a requerir de ayuda.
Párkinson: fase 4
Una de las fases del párkinson avanzado, en la que aparecen alteraciones en el sueño o somnolencia diurna, incluso pueden sufrir alucinaciones. En esta fase, el paciente requiere tanto de fármacos como por terapias psicológicas y ocupacionales para hacer frente a la enfermedad.
En esta fase la medicación comienza a dejar de ser tan efectiva debido a la aparición de las discinesias, es decir, movimientos involuntarios del cuerpo
Párkinson: fase terminal síntomas
La fase avanzada del párkinson es el punto último de la enfermedad. Es el momento donde los medicamentos para el Parkinson y el tratamiento pierden gran parte de su efectividad. De este modo, las últimas fases del párkinson en personas mayores llega una vez transcurridos los 5 años tras los primeros síntomas. Sin embargo, también existen casos de duración de las fases intermedias de más de 10 años hasta que se llega a la última fase de la enfermedad.
En esta fase, la gravedad de los síntomas son evidentes: rigidez total en piernas, depresión, alucinaciones severas e imposibilidad de realizar movimientos comunes como el comer o atarse el calzado.
Párkinson terminal: Consejos para adoptar en casa
En esta etapa avanzada de la enfermedad de Parkinson, existe la posibilidad de que disminuya el efecto de los medicamentos que el paciente toma para controlar los síntomas. La mayor atención en esta etapa de la enfermedad se concentra en la seguridad, comodidad y mejor calidad de vida posible.
A continuación se detallan algunas recomendaciones para hacer frente como cuidadores al párkinson terminal:
- Incluir una libreta con una lista y el horario de todos los medicamentos que el paciente toma y de las rutinas diarias. Esto resulta de gran ayuda especialmente en caso de que el paciente tenga que ser hospitalizado, que su cuidador se enferme o si se presenta alguna otra emergencia.
- Adjuntar los números de emergencia cerca de todos sus teléfonos, sobre de familiares y amigos más cercanos.
- Mantener un registro preciso de sus bienes y deudas.
- Tener a disposición todos sus documentos legales y financieros en un mismo lugar para mayor seguridad y fácil acceso. Una caja de seguridad a prueba de fuego o una caja de seguridad en una institución bancaria son las opciones más recomendables.
- Otra recomendación es barajar la posibilidad de hablar con un trabajador social o con un administrador de servicios geriátricos para informarse sobre los programas, servicios y opciones de cuidado que sean apropiados para sus necesidades actuales y futuras.
- Es muy importante tratar, en la medida de lo posible, de valorar el tiempo que pasan juntos, inclusive durante actividades corrientes de la vida diaria.
- No perder el sentido del humor y pasar tiempo de calidad con la persona afectada.
- Es posible que la comunicación entre el cuidador y la persona se pueda ver desgastada en esta fase terminal del párkinson,
- Intentar enfocar su atención en palabras claves o establezcan señas con las manos u otros gestos que indiquen las respuestas sí y no a
las preguntas. Aunque la comunicación puede ser dificultosa, es importante permitirle a la persona con párkinson que exprese sus pensamientos y sus ideas en la medida de sus posibilidades. - Será de vital importancia revisar la organización del hogar y evitar el desorden.
- Eliminar de su alrededor todo artículo que puede presentar algún peligro.
- Uso de colores y fragancias suaves. Rociar la almohada con fragancia de lavanda puede inducir a la relajación y proporcionar una
noche de sueño reparador.
¿Cómo se detecta el párkinson?
En este sentido, no existe ningún examen concreto para diagnosticar la enfermedad de Párkinson. Según el historial médico del paciente, así como un análisis de signos, síntomas y una exploración física y neurológica.
Asimismo, para ayudar a detectar el párkinson, el médico podría pedir una tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), pero siempre serán los síntomas y el examen neurológico los métodos más comúnmente empleados para ayudar al especialista en la detección del párkinson.
¿El párkinson es hereditario?
Es una posibilidad, pero no quiere decir que si se cuenta con un familiar cercano que padece la enfermedad ésta vaya a ser hereditaria. Hablar de si el párkinson es hereditario es un tema muy ambiguo, pero los casos de párkinson por genética son reducidos.
El párkinson en mujeres: ¿Afecta de forma diferente?
Según la OMS, los varones con una edad superior a los 50 años representan el perfil principal de los afectados de párkinson. Sin embargo, aunque ellos tienen entre 1, 5 y 2 veces más posibilidades de tener esta enfermedad, los expertos advierten que también se debe conocer las características específicas de las mujeres con párkinson para poder identificarlas y frenar su avance cuanto antes.
Existen una serie de factores determinantes en el desarrollo y la aparición del párkinson en mujeres adultas como el rol del estrógeno, o los cambios tras la menopausia.
En este sentido, las mujeres tienen un fenotipo más benigno debido al efecto de la presencia de estrógenos. Todo apunta a que los estrógenos ejercen un rol protector contra el daño dopaminérgico, pero para tener una evidencia científica de esto es necesario realizar más estudios.
Investigaciones recientes han demostrado que las mujeres y los hombres tienen síntomas motores y no motores distintivos a medida que progresa su enfermedad.
Así, los síntomas motores aparecen más tarde en las mujeres: el temblor es un primer síntoma común asociado a caídas recurrentes y síndromes de dolor más severos con características específicas como una menor rigidez, una mayor propensión a desarrollar inestabilidad postural y un riesgo elevado de complicaciones motoras relacionadas con la levodopa (medicamento usado en este trastorno).
En cambio, respecto a los síntomas no motores, se evidencia en varios estudios, como el realizado por científicos del Laboratorio de Neurobiología Celular y Molecular del Instituto Neurológico Nacional Fondazione Mondino en Italia, que síntomas como la fatiga, la depresión, las piernas inquietas, el estreñimiento, el dolor, la pérdida del gusto o del olfato, el cambio de peso y la sudoración excesiva son más frecuentes y graves en las mujeres.
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