Con la entrada de una nueva estación, los cambios bruscos de temperatura pueden provocar problemas, entre otros, afecciones dermatológicas que, si se no se tratan, es posible que logren condicionar negativamente la vida de las personas, sobre todo la de los mayores de 65 años.
Durante el otoño la piel comienza a resecarse en exceso, y puede provocar erupciones cutáneas, grietas en rodillas y codos, inflamación, picazón severa, eccema (afecciones dermatológicas) e incluso heridas sangrantes, produciendo el riesgo de infecciones bacterianas que son muy peligrosas para los ancianos. Es muy importante prestar especial atención al cuidado de la piel de las personas mayores, ya que se vuelve más delicada cuando llega el mal tiempo.
Prevenir los efectos negativos del otoño en la piel de los adultos mayores requiere cuidado y atención constantes. Adaptar una rutina de cuidado de la piel y tomar medidas preventivas puede ayudar a mantener la piel saludable y vibrante durante estos meses del año.
Consejos para cuidar la piel de personas mayores en otoño
La bajada de temperaturas provoca una serie de problemas en el cuerpo y en la piel. Pero a través de una serie de pautas y recomendaciones, es posible retrasar o incluso evitar que la epidermis se altere.
- Beber agua resulta vital en otoño: el cuerpo debe estar lo suficientemente hidratado como para hacer frente a los días fríos y lluviosos. El agua ingerida se almacena en los órganos y de ahí va a la epidermis.
- Uso de bálsamo labial: uno de los grandes síntomas de que algo no va bien en el cuerpo son los labios agrietados. Es por ello que este producto contiene los ingredientes necesarios para proteger los labios del frío, del aire seco y de la luz solar directa. La manteca de karité y la vaselina son también excelentes opciones para las personas mayores que tienen los labios secos.
- Realizar ejercicio suave: siempre conviene llevar a cabo actividades físicas moderadas en la tercera edad. Si bien el frío puede impedir esta situación, en el hogar también se puede preparar todo lo necesario para ello.
- Duchas tibias: conviene evitar las duchas extremadamente calientes, ya que el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que puede llevar a la sequedad. Una alternativa es optar por duchas tibias y utilizar un jabón suave y sin fragancia.
- Utilizar humificadores: los humificadores pueden ser de gran ayuda para mantener la humedad en el interior de la casa, lo que beneficiará la piel. Esto es especialmente importante si el otoño es una temporada seca en el área en la que se reside.
- Exfoliación suave: realizar una exfoliación suave una o dos veces por semana puede eliminar las células muertas de la piel y ayudar a que los productos hidratantes sean más efectivos.
- Uso de ropa adecuada para el otoño: a medida que las temperaturas bajan, es importante vestir a los adultos mayores con ropa adecuada para proteger la piel del frío y el viento. Los tejidos suaves y cómodos son una correcta opción para ello.
- Alimentación saludable: una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 puede beneficiar la salud de la piel. Es importante incluir, como cuidadores, alimentos como frutas, verduras, pescado y nueces en la dieta diaria.
Una de las recomendaciones es apostar por alimentos ricos en Vitamina C como el brócoli y las frutas cítricas. O, alimentos como la zanahoria, los pimientos, la batata, calabaza y verduras y hortalizas de hojas verdes por ser ricos en betacarotenos.
En términos generales, también se recomienda evitar muchas horas sentado para evitar úlceras, dejar de fumar y llevar un estilo de vida lo más saludable y activo posible.
Hay que recordar que cada persona es diferente, por lo que es importante ajustar el cuidado de la piel según las necesidades específicas de cada adulto mayor. El otoño es una temporada muy bonita, pero también puede ser desafiante para la piel, por lo que estas recomendaciones pueden ayudar a mantenerla saludable y radiante.
No está de más consultar a un dermatólogo si surgen problemas cutáneos graves o persistentes, ya que pueden proporcionar orientación específica y tratamientos específicos para cada caso.