¿Cómo mejorar la circulación en la tercera edad?

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Lorenzo Gómez

Por: Lorenzo Gómez

Periodista, redactor experto en gerontología

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La circulación de la sangre es un proceso vital para el cuerpo que permite transportar nutrientes y oxígeno a través del torrente sanguíneo. A medida que las personas envejecen, el organismo experimenta cambios que pueden afectar negativamente la circulación sanguínea, lo que a su vez puede tener graves consecuencias para la salud. Por ello, es importante que las personas mayores tomen medidas para mejorar su circulación y prevenir problemas de salud relacionados.

Consejos para mejorar la circulación sanguínea en la vejez

Con la edad es bastante común que aparezcan problemas de circulación y, en muchos, es irremediable. No obstante, existen una serie de consejos que pueden ayudar a mejorar los problemas de circulación sanguínea a partir de los 65 años.

  • Ejercicio regular: la actividad física puede mejorar la circulación sanguínea al aumentar la frecuencia cardíaca y fortalecer el sistema cardiovascular. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, nadar o hacer yoga.
  • Hidratación adecuada: beber suficiente agua es esencial para mantener una buena circulación sanguínea. Los fluidos ayudan a mantener la sangre fluida y evitar la formación de coágulos.
  • Mantener una dieta saludable: una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede mejorar la circulación sanguínea al proporcionar los nutrientes necesarios para el cuerpo. También es importante evitar alimentos ricos en grasas saturadas, sodio y azúcar.

Un anciano se duele de la zona lumbar ante un posible problema de mala circulación.

  • Evitar el tabaco: fumar cigarrillos es perjudicial para la circulación sanguínea, ya que reduce el flujo sanguíneo al estrechar los vasos sanguíneos. Si se fuma, es importante considerar dejarlo para mejorar su salud en general.
  • Mantener un peso saludable: el exceso de peso puede aumentar la presión arterial y dificultar la circulación sanguínea. Hay que tratar de mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
  • Descansar y relajarse: el estrés puede afectar negativamente la circulación sanguínea. Tomarse tiempo para la relajación puede reducir la presión arterial y mejorar la circulación sanguínea. Es interesante aplicar en la rutina diaria técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
  • Usar ropa cómoda: la ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea al restringir el flujo sanguíneo. Conviene usar ropa cómoda y holgada para permitir que la sangre fluya libremente.

Estos consejos pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea en personas mayores de 65 años y prevenir problemas de salud relacionados con la circulación, como las enfermedades cardíacas y la diabetes. Es importante consultar con un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio o hacer cambios significativos en su dieta.

Mejorar la circulación en las piernas: su importancia en la vejez

Otro de los principales problemas cuando las personas superan los 65 años es la mala circulación en las piernas.  La mejora de la circulación en las piernas en la tercera edad es importante para prevenir problemas de salud como la trombosis venosa profunda y la úlcera varicosa. Para mejorar la circulación, es recomendable hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar estar sentado o de pie durante largos periodos de tiempo. Además, es importante usar ropa cómoda y evitar prendas ajustadas que puedan restringir el flujo sanguíneo.

Un plano corto de una anciana tocándose la pierna ante un dolor.

  • El ejercicio regular ayuda a mejorar la circulación sanguínea en las piernas.
  • Elevar las piernas, cuando una persona mayor esté sentada o acostada, elevar las piernas por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y mejorar con ello la circulación. Para ello, se puede servir de una almohada.
  • Masajear las piernas: un masaje suave sobre la zona afectada puede ayudar a estimular la circulación sanguínea.

Debido a que las venas tienen que trabajar más para transportar la sangre desde las piernas hasta el corazón, elevar las piernas puede ayudar a aliviar la presión.

Si a un ser querido le han diagnosticado una afección como presión arterial alta, diabetes o enfermedad de las arterias periféricas, es probable que ya sepa que tiene mala circulación. Sin embargo, muchos ni siquiera saben que pueden tener mala circulación.

Por ello, es de vital importancia seguir estos consejos y, en caso de que se note dolor sobre la zona afectada, acudir de inmediato a un médico.

La mala circulación hace que muchos adultos mayores se quejen por tener frías las manos y los pies. A este hecho, además se le añade el entumecimiento o hinchazón en las extremidades. Dado que puede resultar un gran problema, seguir un estilo de vida saludable, acompañado de estas pautas propiciará que la aparición de una mala circulación en la tercera edad se ralentice, o en su defecto, se aminore los efectos que conlleva.

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