Existen enfermedades más comunes que otras en personas mayores que proliferan debido a factores de causa de sobra conocidos como la baja actividad física, la alimentación o los malos hábitos adquiridos. Y es el caso de la sarcopenia en ancianos, que tiene un alto grado de incidencia por diferentes motivos que se explicarán a continuación.
¿Qué es la sarcopenia?
La sarcopenia es una enfermedad degenerativa que afecta a todos los músculos, de tal forma que hace que se pierda fuerza y rendimiento muscular de forma progresiva y paulatina.
De esta forma, la sarcopenia en ancianos se manifiesta porque la persona afectada tiende a sufrir debilidad constante en sus movimientos, algo que se traduce en mucho esfuerzo a la hora de hacer movimientos rutinarios como levantarse de una cama o de una silla.
Del mismo modo, la sarcopenia en el adulto mayor provoca muchas caídas inoportunas, así como fracturas inesperadas, por lo que conviene tratar debidamente esta enfermedad para que no vaya a males mayores.
La sarcopenia fue declarada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, puesto que conduce a la dependencia y discapacidad
Hay que entender qué es la sarcopenia en el adulto mayor para poder descartar este problema de salud de otras dolencias y patologías como pueda ser una miopatía, una neuropatía, o una lesión de la médula espinal, entre otros.
Además, los cambios de masa muscular en el adulto mayor y la sarcopenia están íntimamente ligados, pues el concepto de sarcopenia implica pérdida de masa y potencia muscular.
Es un hecho que acompaña al envejecimiento aunque no siempre tiene consecuencias clínicas y se produce por multitud de factores: sistema nervioso, musculares, humorales y de estilo de vida. La debilidad en ancianos es algo intrínseco a la edad, pero a continuación se presentan las claves para poder diferenciar la sarcopenia en ancianos de otra enfermedad.
Sarcopenia: síntomas en personas mayores
Una vez entendido qué es la sarcopenia, sus síntomas pasan por ser pocos pero certeros para poder diagnosticarla.
Indudablemente, el síntoma de la sarcopenia más evidente es la debilidad constante a la hora de realizar cualquier movimiento rutinario, como pueda ser levantarse pero existen otros síntomas de la sarcopenia que pueden manifestarse y pueden hacer saltar las alarmas en la persona afectada:
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
- Presencia de masa muscular baja.
- Pérdida paulatina de fuerza.
Además, estos síntomas de la sarcopenia si se prologan en el tiempo pueden hacer que el adulto mayor vea su calidad de vida disminuida considerablemente, así como propiciar caídas u hospitalizaciones de manera asidua, empeorando el bienestar del paciente, por lo que es de vital importancia detectar la sarcopenia a tiempo.
Sarcopenia en ancianos: causas de su aparición
Partiendo de la base de que la masa muscular en las personas va disminuyendo gradualmente entre un 3% y un 8% cada década a partir de los 30 años, este proceso se acelera cuando se llega a la tercera edad.
Esto provoca una pérdida de independencia de la persona mayor a la hora de realizar sus actividades diarias.
No obstante, para explicar qué es la sarcopenia en ancianos y por qué aparece conviene hacer hincapié en las causas que lo propician.
En primer lugar, los factores genéticos entran en juego nuevamente.
Seguidamente, también está entre las causas de la sarcopenia en ancianos, el envejecimiento del sistema nervioso central, así como de las fibras musculares, algo que puede ir unido.
Después, los déficits hormonales también puede ser otra de las causas de la sarcopenia.
Por último, un factor que depende más directamente de la voluntad de la persona mayor y no tanto de factores incontrolables como la genética o el proceso de envejecimiento, es el mayor sedentarismo, pues ayuda a atrofiar músculos y, a la hora de sufrir sarcopenia, puede resentirse de mayor forma que una persona que, por el contrario, lleva a la práctica ejercicio físico moderado y entrena músculos.
Son muchos los estudios de expertos que tratan la necesidad de la implantación de medidas preventivas (nutricionales y funcionales) y de programas de rehabilitación para evitar la progresión de la sarcopenia a a partir de los 70 años
Tratamiento de la sarcopenia: claves para minimizar la enfermedad
En primer lugar, un médico especializado en nutrición apostará por aconsejar al paciente de sarcopenia incorporar a su dieta un consumo de proteínas y calorías, así como será necesario que el paciente incluya en sus actividades diarias el ejercicio físico para mejorar las condiciones de los músculos del cuerpo.
Por otra parte, la incorporación de servicios de fisioterapia en personas mayores forma parte del tratamiento para la enfermedad de la sarcopenia.
Todo ello con el propósito de mejorar la masa muscular y fuerza mediante la puesta en marcha de diversos ejercicios en el adulto mayor.
Más concretamente, los expertos sanitarios recomiendan incorporar estos nutrientes nutricionales para evitar o combatir la sarcopenia
- Proteínas y aminoácidos esenciales.
- Ornitina α- cetoglutarato.
- Vitamina D.
- Monohidrato de creatina.
- Antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados.
- Ácido ursólico.
- Alimentos ricos en nitratos.
- Prebióticos, probióticos y simbióticos.
Cómo evitar la sarcopenia en personas mayores: consejos para una mejor calidad de vida
Primeramente, se ha comentado la importancia de la alimentación equilibrada para prevenir la sarcopenia en adultos mayores y, en este sentido se recomiendan alimentos como el aceite de oliva, frutos secos, frutas y verduras, así como incorporar a la dieta cereales integrales y pescado.
Sobre todo el pescado azul por sus múltiples propiedades beneficiosas: reducción de niveles de triglicéridos en sangre, disminución de la presión arterial, ayuda a tener menor riesgo de trombosis y aumenta la vasodilatación arterial.
Es decir, la incorporación de una óptima dieta para personas mayores de 80 años, en la que muchos de los alimentos mencionados forman parte de la dieta mediterránea, es de suma importancia para disminuir la incidencia de la sarcopenia.
Seguidamente, se recomienda incorporar más a menudo el uso de legumbres, hortalizas y queso en las comidas diarias.
Del mismo modo, para saber cómo evitar la sarcopenia en personas mayores también entra en juego un factor diferencial, se recomienda realizar diariamente ejercicios de estiramientos, así como practicar ejercicios anaeróbicos, de resistencia y el uso moderado de pesas.
Las recomendaciones de proteína en la tercera edad, son de 1 a 1.2 g/kg (peso corporal) al día y repartirla en todas las comidas para prevenir la sarcopenia.
Además, otra propuesta para prevenir la sarcopenia, pasa por un plan nutricional que incluya de 25 a 30 gramos de proteínas de alto valor biológico en cada comida.
La relación de la sarcopenia y la hospitalización en UCIs
La sarcopenia afecta actualmente a aproximadamente uno de cada cinco europeos mayores de 55 años, y el pronóstico en cifras es que afecte a unos 30 millones de personas mayores para el año 2045, por lo que se ha convertido en un verdadero problema de salud pública.
Este hecho aumenta en un caso particular, cuando los pacientes están hospitalizados en las UCIS, pues se estima que la quinta parte de los pacientes admitidos en una Unidad de Cuidados intensivos (UCI) ya muestra una pérdida de masa corporal y muscular considerable.
La frecuencia de la pérdida de masa muscular suele incrementarse hasta un 40% a medida que se prolonga la estancia en la UCI. En otras palabras, estar ingresado en la UCI se traduce en muchas ocasiones en debilidad muscular.
Una situación que conviene tratar debidamente
Los pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos pueden llegar a perder hasta 1 kg de masa muscular al día
Sarcopenia en mujeres
Si bien es cierto que la sarcopenia se asocia a hombres y mujeres, hay que tener en cuenta que en el caso de las mujeres aparece un elemento clave para la proliferación de la enfermedad en algunos casos, la menopausia.
En los hombres, la aparición de sarcopenia es más progresivo con los años, mientras que diversos estudios han afirmado que, en las mujeres, esta enfermedad va ligada en muchos casos con el proceso de la menopausia.
Además, esta pérdida de masa muscular es más evidente en mujeres que en hombres que, cuando padecen sarcopenia suelen tener más dificultades motrices para realizar movimientos que años atrás sí podían.
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