Con el verano y sus altas temperaturas, aumenta la preocupación por contraer infecciones gastrointestinales típicas de esta época del año. Con más personas disfrutando de los días al aire libre, pícnics y barbacoas, es esencial estar informados acerca de las bacterias que pueden estar presentes en los alimentos.
La salmonelosis es una enfermedad que puede contagiarse durante todo el año, pero el microorganismo que la origina encuentra un ambiente propicio para propagarse durante los meses de verano, aumentando el riesgo de brotes de esta patología.
¿Qué es la salmonelosis?
La salmonelosis es una enfermedad infecciosa transmitida por la bacteria salmonella.
Se trata de una afección intestinal muy común en verano y suelen aumentar considerablemente los casos debido al calor.
Este microorganismo habita en el intestino humano o animal y se transmite a otras personas por el contacto con heces contaminadas.
El mayor riesgo reside en consumir alimentos crudos que estén contaminados con esta bacteria, ya que la misma muere con la cocción a la temperatura adecuada. Este cuadro clínico tiene como principal consecuencia los síntomas gastrointestinales fuertes e instantáneos que provoca. Al cabo de pocas horas que la persona toma contacto con la salmonela, empezará a sentir un malestar general.
¿Qué provoca la salmonella?
Los casos de salmonella más comunes son producidos por ingerir alimentos de origen animal infectados por ella, como, por ejemplo, carne de vacuno y pollo, huevo o leche, e incluso puede encontrarse en verduras. Otro medio de contagio es el contacto con ciertos animales, como reptiles y pájaros.
La salmonelosis en humanos es una enfermedad de notificación y declaración obligatoria en España, de acuerdo con la última revisión del Real Decreto 2210/1995. Debe comunicarse de forma inmediata a la autoridad competente.
Este microorganismo también puede estar presente en el agua, pero la misma debe haber tenido contacto con la contaminación fecal de las descargas de aguas residuales, el ganado y los animales salvajes.
Salmonelosis: síntomas
Los síntomas de esta enfermedad bacteriana son de aparición brusca, entre las 6 horas y los 3 días posteriores al contacto con la bacteria, y la enfermedad dura entre 2 y 7 días. Los más comunes se encuentran:
- Diarrea.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Fiebre.
- Cólicos.
- Malestar general.
- Dolor de cabeza.
- Dolor muscular.
Tipos de salmonella
Existen varios tipos de salmonella, y dentro de los más comunes se encuentran:
- Salmonella enterica serovar Typhi: causa la fiebre tifoidea, una enfermedad grave que se transmite a través de alimentos y agua contaminados.
- Salmonella enterica serovar Paratyphi: causa la fiebre paratifoidea, una enfermedad similar a la fiebre tifoidea, pero generalmente menos grave.
- Salmonella enterica serovar Enteritidis: es uno de los tipos más comunes y está asociado con enfermedades transmitidas por alimentos, como la contaminación de huevos y aves de corral.
- Salmonella enterica serovar Typhimurium: otro tipo común que causa infecciones transmitidas por alimentos y afecta tanto a humanos como a animales.
¿La salmonelosis tiene tratamiento?
El tratamiento para esta enfermedad es muy parecida a aquella proporcionada para cualquier cuadro de gastroenteritis de verano. Priorizar una dieta blanda y con hidratación abundante ayudará a recuperar los electrolitos que se han perdido producto de la diarrea y los vómitos.
La alimentación deberá reintroducirse poco a poco, empezando con arroz, pasta, patata, plátano, yogures. No obstante, es importante normalizar la dieta y evitar alimentos con azúcar y grasas, ya que estos afectan a la mucosa intestinal.
Huevos con salmonella: ¿Cómo se contaminan?
La bacteria salmonella puede contaminar la cáscara de los huevos en el momento en que los ponen, o cuando están en contacto con excrementos de aves después de que los ponen. Esto no implica un problema para los huevos que se venden en los supermercados, ya que son previamente lavados. El problema es que, muchas veces, el microorganismo puede intoxicar el contenido del huevo, mientras se forma dentro de la gallina.
Para evitar contraer esta patología, hay que mantener los huevos refrigerados, en una temperatura de 4º o más frío. Hay que procurar desechar aquellos que vienen rotos o sucios. Otro factor a tener en cuenta es que , al cocinarlos, debe estar firme tanto la yema como la clara, y esto sucede cuando la temperatura interna es de 160 °F (71 °C) o mayor.
Lavarse bien las manos con jabón y agua corriente durante, al menos, 20 segundos, antes y después de manipular los alimentos que pueden estar contaminados con salmonella, será clave para no contagiarse. Al igual que las manos, deberá limpiarse bien los utensilios, tablas de cortar y platos con agua caliente y jabón, especialmente después de haber tenido contacto con carnes, huevo, mariscos, etcétera.
Cuidado en el hogar para personas mayores con salmonelosis
Muchos casos de salmonelosis pueden tratarse en casa con cuidados adecuados. Es importante seguir las indicaciones del médico para la recuperación exitosa.
Hidratación y reposo
La hidratación es esencial para evitar la deshidratación debido a la diarrea y los vómitos. Como cuidadores, hay que asegurarse de que la persona mayor beba suficientes líquidos y descanse adecuadamente.
Alimentación adecuada
Durante la enfermedad, la persona mayor puede perder el apetito. Es fundamental ofrecer alimentos suaves, como sopas y purés, para evitar la irritación del sistema gastrointestinal.
Mantener una buena higiene
La higiene es crucial para evitar la propagación de la bacteria Salmonella en el hogar. Una recomendación efectiva es lavarse las manos regularmente y asegurarse de limpiar y desinfectar superficies y utensilios de cocina.
La salmonelosis es una infección gastrointestinal común que puede afectar a personas de todas las edades, pero en el caso de los adultos mayores, puede ser más preocupante debido a su sistema inmunológico debilitado y otros problemas de salud preexistentes. Si tienes un ser querido mayor que ha sido diagnosticado con salmonelosis, es crucial brindarle el cuidado adecuado para facilitar su recuperación