Psoriasis: qué es, localizaciones más comunes y tratamiento

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Lorenzo Gomez

Por: Lorenzo Gomez

Periodista, autor especializado

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La psoriasis afecta a más de 800.000 personas en nuestro país, de las que un 10,2% son personas mayores.

Pese a que la enfermedad suele manifestarse antes de los 40 años de edad, muchos de nuestros mayores no han recibido ningún tratamiento para controlarla y aliviarla, por lo que cuando acuden al médico para tratársela, nos encontramos ante una psoriasis crónica avanzada y que limita en muchas facetas su día a día. Ante esto, el médico les explica que hoy en día existen nuevas opciones terapéuticas que ellos desconocían (ya que cuando iniciaron la enfermedad seguramente todavía no existían).

En nuestro propósito de dar a conocer la psoriasis como problema de salud frecuente en las personas mayores, te contamos los aspectos más importantes de ella:

Qué es la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que se comporta muy diferente en cada paciente. En algunos pacientes, puede permanecer de manera permanente y, en otros, puede manifestarse de forma intermitente (llegando, incluso, a desaparecer durante años).

Esta afección produce el aceleramiento del ciclo de vida de las células cutáneas, provocando que estas se acumulen, rápidamente, en la superficie de la piel. Tales células excedentes desencadenan los síntomas característicos de esta enfermedad:

  • Manchas rojas y escamadas.
  • Piel seca y agrietada que puede llegar a sangrar.
  • Picazón y ardor.
  • Dolor en las zonas afectadas.
  • Inflamación y rigidez en las articulaciones.

La causa de la psoriasis es desconocida. Lo que hasta el momento se sabe es que aunque no se trata de una afección hereditaria, sí existe una predisposición genética a padecerla. Asimismo, existen diferentes factores ambientales que pueden desencadenar la manifestación de la psoriasis en las personas que ya la padecen, como son:

  • Infecciones (amigdalitis).
  • Estrés emocional.
  • Ciertos medicamentos.

Se hace necesario, por último, subrayar que la psoriasis no es, en ningún caso, una enfermedad contagiosa. No hay ninguna duda sobre ello: se trata de una dolencia de carácter inflamatorio, no contagioso.

Localizaciones más comunes de la psoriasis

Psoriasis uñas

Casi el 50% de los pacientes que padecen psoriasis cutánea sufren psoriasis ungueal. En ella, tanto las uñas como los dedos de las manos y de los pies se ven afectados. Igualmente, puede afectar a una sola uña o a las de todos los dedos.

A nivel visual, el efecto más característico son las manchas amarillentas-anaranjadas (conocidas coloquialmente como manchas de aceite).

De manera frecuente, la uña se despega de la carne y se torna blanda y quebradiza, quedando más expuesta a las infecciones por hongos. En los casos más graves, puede llegar a perderse la uña por completo.

La psoriasis en las uñas suele ser complicada de controlar y manejar, puesto que se localiza entre la uña y la capa superficial de la piel, zona a la que es difícil acceder. Al mismo tiempo, causa dolor y una gran molestia permanente, pudiendo limitar gravemente el día a día de la persona que la sufre.

El tratamiento que nuestros mayores deberán seguir para controlar y frenar la psoriasis de las uñas se centrará en reducir los mecanismos inflamatorios, siendo los medicamentos más habituales los tópicos con base de corticoides y retinoides.

Psoriasis en la cabeza

La psoriasis en el cuero cabelludo puede aparecer tanto de forma leve como severa. En el primer escenario, nuestro mayor solo tendrá erupciones similares a la caspa o ligeras descamaciones, mientras que en el segundo, aparecerán placas gruesas y rojas que pueden provocar picor y dolor.

En cuanto a la apariencia de las placas, estas se manifiestan bien delimitadas y cubiertas de escamas plateadas, estando, habitualmente, localizadas en los límites del cuero cabelludo y en las orejas (tanto dentro como alrededor de ellas).

Al igual que el resto de tipos de psoriasis, esta puede surgir a partir de brotes, produciéndose períodos de la enfermedad en los que el paciente no padece ningún síntoma y otros en los que estos surgen con vehemencia.
Para atenuar los efectos de estos brotes, el tratamiento constará de dos vertientes: corticoides tópicos para suministrarlos cuando se produce el brote y un tratamiento de mantenimiento (consistentes en champús y lociones especiales).

Psoriasis manos

Este tipo de psoriasis se caracteriza por la aparición de placas redondas y ovaladas en las manos. Asimismo, puede también surgir en forma de pústulas amarillentas.

Como consecuencia de esta erupción, la piel se reseca, se inflama y engrosa, pudiendo llegar, en los casos más graves, a sangrar y causar intenso dolor. Con el fin de que la enfermedad no progrese hasta este estadio de mayor gravedad, se hace especialmente relevante su detección temprana.

En cuanto al tratamiento principal de la psoriasis en las manos, este consiste en fármacos tanto tópicos como orales, entre los que destaca el uso de cremas con corticoides.

Si esta psoriasis se produce en las palmas de las manos o de los pies, atiende al nombre de psoriasis pustulosa palmoplantar.

Psoriasis en la cara

Este tipo de psoriasis es menos frecuente que las anteriores. En esta zona, la psoriasis se manifiesta con descamaciones, sobre todo alrededor de los lados de la nariz, las cejas y, en ocasiones, puede llegar a extenderse hasta la frente y la sien. En el caso de los hombres, la zona afectada suele ser la barba.

La psoriasis en la cara podrá surgir de forma repentina en épocas de frío, de cansancio o de gran estrés.
Ante el manejo de este tipo de psoriasis, hay que tener en cuenta que la piel de la cara, por su delicadeza, es más complicada de tratar que otras zonas del cuerpo, por lo que el tratamiento tópico que reciban nuestros mayores debe estar siempre refrendado por el especialista, ya que puede desencadenar diversos efectos secundarios.

Psoriasis en gota

Gutta significa “gota” en latín, por lo que también se denomina psoriasis guttata. Afecta, principalmente, a niños y adultos jóvenes.

Se trata de un tipo de psoriasis en la que aparecen, de forma súbita, pequeñas manchas rojas en forma de lágrimas en los brazos, las piernas y la parte media del cuerpo.

Generalmente, suele aparecer tras una infección bacteriana, como la amigdalitis estreptocócica.

Las personas que padecen la psoriasis guttata pueden tener un único brote que desaparece por sí solo o pueden tener episodios reiterativos.

Para estos casos, el tipo de tratamiento que el especialista recetará posee el objetivo principal de eliminar las lesiones de la piel.

Psoriasis codos

Igual que en las zonas anteriores, los mismos efectos de la psoriasis pueden desencadenarse en los codos. De hecho, al tratarse de una zona de fricción (con la ropa, al mover los brazos, al practicar cualquier actividad…etc.), es una de las partes del cuerpo más habituales en las que la psoriasis surge.

Como consecuencia de ella, nuestro mayor presentará en los codos placas rojas bien delimitadas que pueden medir desde pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro.

Psoriasis invertida

También conocida como psoriasis flexural o intertriginosa, se trata de un tipo de psoriasis que afecta, casi exclusivamente, a las zonas del cuerpo donde se producen los pliegues de la piel (axilas, ingles, orejas, glúteos y el ombligo).

Las lesiones que la psoriasis invertida provoca son placas de color rojo y bien delimitadas, que se hacen eccematosas y húmedas. Como consecuencia de la fricción constante que se da en estas zonas, estas placas pueden crecer y transformarse en placas exudativas en las que se produce un molesto escozor.

Artritis psoriásica

Un 10% de los los pacientes que padecen psoriasis en la piel presenta artritis psoriásica.

Se trata de un tipo de enfermedad inflamatoria crónica en la que sus síntomas principales son dolor, rigidez, inflamación y enrojecimiento de una o más articulaciones.

Aunque la artritis psoriásica puede producirse en diferentes partes del cuerpo, la zona más habitual son las manos. En este caso, se denomina dactilitis y, al afectar de manera notable a los dedos de las manos, puede ocasionar una discapacidad aguda y permanente.

Psoriasis tratamiento

La psoriasis no tiene cura, pero sus efectos sí que pueden ser aliviados.

En la visita al médico, este analizará los síntomas que nuestro mayor manifiesta y determinará el tipo de tratamiento más efectivo para su estado.

Para conseguir mejorar la calidad de vida de los pacientes de edad avanzada, existen multitud de tratamientos de diferente naturaleza. El más adecuado incluye corticosteroides tópicos y tópicos análogos de la vitamina D.

Cuando los síntomas disminuyen, se reduce la frecuencia de la aplicación del tratamiento establecido o se cambia por otro de mantenimiento (cremas para la psoriasis) para minimizar los efectos secundarios de dichos medicamentos (como por ejemplo, la atrofia local o las estrías).

Gestionar la psoriasis

Para que nuestros mayores afronten el día a día de la forma más adecuada, terminamos esta entrada exponiendo varios consejos prácticos a seguir:

  • Evitar el contacto con las lesiones de agentes químicos.
  • No aplicar productos que sequen más la piel.
  • No asearse con agua muy caliente.
  • Aprovechar la hidratación natural de la ducha o el baño.
  • Evitar la fricción en las zonas afectadas.
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