El pasado 21 de julio tuvimos el placer de colaborar con nuestros amigos de Cuidando de Ti en la realización de un webinar en el que ofrecieron formación a más de un centenar de cuidadoras de Aiudo sobre una temática de gran relevancia dentro del mundo de los cuidados de mayores: Las Úlceras Por Presión.
Sara Suárez, presidenta de la asociación y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería con muchos años de experiencia en el ámbito asistencial, nos ofreció durante cerca de dos horas una clase eminentemente práctica bajo el título “Úlceras por presión. La epidemia bajo las sábanas”.
Asimismo, las cuidadoras asistentes pudieron preguntar infinidad de dudas relacionadas con esta temática, tales como: el tratamiento en situaciones específicas; los cuidados de la piel con los que prevenir las úlceras; cojines y dispositivos recomendables según la dolencia del mayor; o preguntas que dejaron ver un gran número de trucos, consejos e, incluso, mitos derribados.
¿Qué es una úlcera por presión?
Sara Suárez nos explicó que una úlcera por presión es una lesión localizada en la piel o en tejido más profundo, por lo general sobre una prominencia ósea, producida por la presión prolongada o fricción entre dos planos duros: la cama o silla y el hueso.
Este tipo de lesiones no están relacionadas en absoluto con la edad, es decir, son lesiones que pueden sufrir tanto personas mayores como cualquier persona que se encuentre encamada o con una disminución de la movilidad. Cabe destacar que el 80% de ellas se localizan en zonas del sacro y los talones.
Este tipo de lesiones podemos clasificarlas en cuatro categorías según su gravedad:
- Categoría I: enrojecimiento de la piel.
- Categoría II: dermis parcialmente dañada.
- Categoría III: dermis totalmente dañada.
- Categoría VI: lesión que puede llegar al músculo, tendón o hueso.
En el webinar se recalcó la importancia de que tiempo + presión = úlcera. Esto significa que, si mantenemos una presión constante en una zona del cuerpo determinada durante el tiempo suficiente, hay muchas probabilidades de que se acabe originando una úlcera por presión.
Medidas de prevención de las úlceras por presión
Sin duda alguna, el propósito principal de Cuidando de Ti con esta formación era que las asistentes se llevaran consigo un aprendizaje de valor que pudiesen poner en práctica en su día a día al frente de los cuidados de personas mayores en el domicilio, y ofrecerles todo el soporte con su proyecto de #CuidarEnCasa.
Las medidas preventivas recomendables para evitar la aparición de estas lesiones se basan en dos intervenciones clave: los cuidados de la piel y el manejo de la presión.
En lo referente a los cuidados de la piel, las recomendaciones son la inspección diaria para observar cualquier cambio de coloración en la piel o lesión, mantener una correcta higiene que mantenga la piel limpia y seca, usando jabones no irritantes y descartando por completo los productos con alcohol.
También se aconseja mantener una buena hidratación diaria de las zonas de riesgo como talones y zona sacra mediante la aplicación de cremas o aceites en forma de ligeros masajes, tratando de no hidratar en exceso las zonas que ya están expuestas a la humedad.
Por otra parte, para el manejo de la presión debemos incluir un programa de cambios posturales en las personas dependientes o con movilidad limitada de manera constante, evitando arrastres y el contacto directo entre prominencias óseas.
Se recomienda también utilizar protecciones locales en las zonas de riesgo y mantener una alimentación adecuada, ya que como afirma Sara Suárez, la desnutrición en las personas aumenta significativamente el riesgo de aparición de úlceras por presión y dificulta su cicatrización.
¿Cómo se curan las úlceras por presión?
Aunque con una correcta prevención deberíamos evitar la aparición de úlceras por presión, si se da el caso de que la persona a la que estamos cuidando desarrolla una de ellas, debemos poner en marcha un plan de actuación para su tratamiento que debe ser consultado siempre con especialistas como el médico y las enfermeras. Estos serán los que aborden el correcto tratamiento según el tipo de lesión y la categoría en la que se encuentre la úlcera.
El tratamiento se puede completar, si el médico así lo considera adecuado, con fármacos antiinflamatorios o analgésicos tópicos para mitigar el dolor.
Sin duda alguna, la formación para personas cuidadoras es muy importante. En Aiudo apostamos de lleno por que nuestras asistentes obtengan información valiosa que poder aplicar a la hora de desempeñar los cuidados de personas mayores de manera segura y profesional.