Existen muchas enfermedades infecciosas que pueden afectar en todas las edades, pero hay que tener cuidado, especialmente, si las personas que las sufren son mayores de 65 años, puesto que su sistema inmunitario difiere, en gran medida, del de un adulto más joven. Es el caso del herpes zóster, con el que conviene tener un cuidado y un control exhaustivo como cuidadores.
El riesgo de tener herpes zóster aumenta con la edad. Esta afección, por lo general, se produce en personas mayores de 50 años. Y las personas mayores de 60 años son más propensas a sufrir complicaciones más graves.
¿Qué es el herpes zóster?
El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad viral que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aunque puede ser doloroso y molesto, comprender sus síntomas, tratamiento y cómo cuidar a quienes lo padecen puede marcar la diferencia en la calidad de vida.
El herpes zóster es una infección generada por la reactivación del virus varicela-zóster de su estado de latencia en un ganglio de la raíz dorsal.
El herpes zóster promueve la inflamación de los ganglios de la raíz sensitiva, la piel del dermatoma asociado y, a veces, las astas posterior y anterior de sustancia gris, las meninges y las raíces dorsal y ventral. El herpes zóster es más frecuente en adultos mayores y en pacientes infectados por HIV, y es más frecuente y grave en pacientes inmunocomprometidos porque en estos pacientes la inmunidad celular está disminuida.
Los herpes zóster pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por lo general, parece una sola franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso.
Síntomas del herpes zóster
El herpes zóster se caracteriza por una serie de signos que pueden variar en intensidad y duración
Los síntomas de esta infección suelen afectar solo una pequeña sección de un lado del cuerpo. Entre estos síntomas, se pueden incluir los siguientes:
- Dolor, ardor u hormigueo en personas que lo padecen.
- Sensibilidad al tacto.
- Sarpullido rojo que aparece unos días después del dolor.
- Ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras.
- Picazón.
Algunas personas también presentan lo siguiente:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Sensibilidad a la luz.
- Fatiga.
¿El herpes zóster requiere reposo?
Dado el carácter infeccioso de esta patología, hasta que se forme la costra sobre las ampollas del herpes zóster, una persona puede contagiarlo. Una de las recomendaciones más eficaces es evitar el contacto físico con cualquier persona que aún no haya tenido varicela o que no se haya vacunado contra esta enfermedad.
Por lo tanto, aunque no es obligatorio, este virus requiere de reposo en el hogar.
Tratamiento del herpes zóster
El herpes zóster es una enfermedad que puede ser tratada y controlada, pero no se puede curar por completo. Generalmente, se recetan medicamentos antivirales para reducir la duración y la gravedad de los síntomas. Además, se pueden utilizar analgésicos y cremas tópicas para aliviar el dolor y las molestias. Es importante seguir el tratamiento médico adecuado y llevar una buena alimentación para fortalecer el sistema inmunológico
¿Es bueno el calor para el herpes zóster?
No, el calor no ayuda al sarpullido causado por el herpes zóster y puede empeorar la dolencia y otros síntomas, así como retrasar la recuperación. En este sentido, aplicar calor, o incluso exponerse a altas temperaturas mientras se sufra este tipo de virus puede hacer que se aumente la inflamación, la sensibilidad de la piel y el riesgo de que la infección se extienda y, por tanto, la situación se complique.
Y no solo eso, sino que el calor aumenta la sudoración y una humedad excesiva en la piel puede crear un ambiente propicio para infecciones bacterianas que, si se producen simultáneamente con el herpes zóster, pueden complicar el proceso de curación y prolongar los síntomas.
¿Es muy peligroso el herpes zóster?
El herpes zóster no pone en riesgo la vida de la persona que lo sufre. Sin embargo, puede ser muy doloroso e incómodo. Uno de los remedios más efectivos para paliar el zóster son las vacunas, que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollarlo.
El tratamiento temprano puede acortar una infección por herpes zóster y disminuir la posibilidad de complicaciones.
La complicación más común es la neuralgia posherpética. Se trata de una afección dolorosa que hace que el herpes zóster duela durante mucho tiempo después de que las ampollas desaparecieron.
¿El herpes zóster es contagioso?
Sí, el herpes zóster se puede contagiar. Una persona esta infección puede trasmitirle el virus de la varicela-zóster a cualquiera que no sea inmune a la varicela. Por lo general, se produce por el contacto directo con las llagas abiertas del sarpullido que causa el herpes zóster. No obstante, una vez infectada, la persona tendrá varicela en lugar de herpes zóster.
¿Cómo aliviar el herpes zóster en tres días? Consejos para cuidadores
A pesar de no tener cura completamente, se pueden paliar los signos evidentes de esta infección.
Para aliviar la picazón y la molestia, se recomienda usar con:
- Compresas frías y húmedas sobre la piel afectada
- Baños y lociones calmantes, como los baños de avena coloidal, baños de almidón o la loción de calamina
- Zostrix, una crema que contiene capsaicina (un extracto de la pimienta)
- Antihistamínicos para reducir la picazón (tomados por vía oral o aplicados sobre la piel)
Lidiar con el herpes zóster puede ser emocionalmente agotador. Brindar apoyo emocional y comprensión a los afectados es esencial para ayudarlos a sobrellevar la enfermedad. La vacuna contra el herpes zóster puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad o disminuir su gravedad si esta evoluciona. Se recomienda, especialmente, para adultos mayores.