La diferencia entre neumonía y pulmonía radica en la terminología, más que en la enfermedad. Aunque es normal que las personas piensen que se trata de afecciones distintas, pero no lo son.
De hecho, éstas son las primeras enfermedades respiratorias que vienen a nuestro pensamiento cuando hablamos con nuestros conocidos o familiares. Pero médicamente, se trata de la misma enfermedad.
Desde Aiudo queremos aclararte esta duda, pero además iremos más allá, por lo te daremos todas las claves para prevenir y tratar esta enfermedad también, con ayuda de tu médico.
Cuál es la diferencia entre neumonía y pulmonía: es lo mismo
Aunque ya hemos visto la diferencia entre neumonía y pulmonía vamos a concretar más para sepas por qué se confunden. Sobre todo, si lo que buscas es cuidar de una persona mayor con total seguridad.
Ya que este malentendido, ocurre sobre todo desde el coloquialismo, donde entre las personas que no trabajan en sanidad, la palabra pulmonía es de uso más frecuente.
Sin embargo, el concepto neumonía, lo encontramos más en las consultas médicas después de un diagnóstico de nuestro médico de cabecera. O en algunos casos, en las consultas que se dan en las urgencias de hospitales.
Desde un punto de vista más coloquial, es más habitual el uso de la palabra pulmonía, pero el concepto más preciso y habitual en los diagnósticos médicos es la neumonía.
Neumonía y pulmonía es lo mismo pero… ¿por qué se confunde?
La neumonía y pulmonía es lo mismo, pero muchas personas usan el segundo término desde hace décadas debido que el segundo término se cita porque afecta a los pulmones o a algunas zonas de éstos.
Además, como la enfermedad en sí mismo se genera por una bacteria denominada neumococo, que crea también múltiples infecciones en el cuerpo, se la llama neumonía en realidad. De ahí ambas nomenclaturas.
De hecho, para la Real Academia Española de la Lengua la definición de pulmonía es:
“Inflamación del pulmón o de una zona de éste ocasionada en general por el neumococo”.
Asimismo, no menos curioso es que al buscar neumonía en la RAE, nos remite directamente a la definición de pulmonía en sí misma. Por ello afirmamos que neumonía y pulmonía es lo mismo.
No existe diferencia entre neumonía y pulmonía: cómo tratarla
En conclusión, como ves ambas son la misma enfermedad pulmonar que produce una inflamación en los pulmones y dificulta que los alveolos realicen su función con normalidad.
De hecho, otra de las afecciones que se confunde con la neumonía porque también produce una inflamación pero de los conductos bronquiales es la bronquitis.
De otro lado, aunque no es una enfermedad que pueda requerir de un ingreso en el hospital, sino de atención por parte tu médico de cabecera, recomendamos que se tenga especial precaución si la persona afectada es una persona mayor.
Así que, hay que prevenir en el caso de que sean personas mayores las que sí la sufren y actuar de inmediato, porque podrían surgir complicaciones y la recuperación ser más costosa.
Si tu familiar tiene síntomas como: fiebre, dolor en el tórax, sibilancias (pitidos al respirar), sensación de frío o malestar por todo el cuerpo, falta de aire y tos, llegando un incluso a expectorar un poco de sangre, llévalo al médico lo antes posible.
Nota: Aquí puedes conocer ampliamente los síntomas de la neumonía en ancianos y todas las claves para su recuperación. Y en este enlace, la peligrosa neumonía bilateral, que afecta a los dos pulmones.
Así que, si una persona mayor a tu cuidado tiene algunos de estos síntomas descritos anteriormente, contacta con su médico de atención primaria de inmediato.
Nunca trates de remediar su dolencia por tu cuenta sin haber hablado con éste antes, ya que con su ayuda, podrías avanzar en su recuperación de forma más rápida y segura.
Ten en cuenta, que en el cuidado de las personas mayores la prevención y la seguridad de contar con un profesional médico, en caso de sintomatología es una garantía de salud para atajar la enfermedad lo antes posible.
Para finalizar, decirte que ahora que ya sabes que la diferencia entre neumonía y pulmonía se basa en la terminología, procura enforcarte más que todo en los síntomas.