Para las personas dependientes, el baño de los hogares tiene que estar adaptado a sus necesidades para que puedan utilizarlo de la manera más cómoda posible.
Ya sea para acciones cotidianas, como acudir al WC, o bien para tareas de higiene, como la ducha, pueden incluir dificultad si no cuentan con las medidas de seguridad necesarias. Algo que muchas veces no recibe la atención que merece
De esta forma, adaptar el baño a personas mayores reducirá el riesgo de tener accidentes al crear un espacio más amplio, cómodo y accesible para personas dependientes y movilidad reducida.
Cambiar la disposición del baño para adultos mayores lleva implícito realizar una serie de mejoras, como puede ser, un cambio de bañera a ducha al nivel del suelo, ampliar lo máximo posible el espacio del baño o incluir una barra para la sujeción en el momento de ducharse.
Entrada al baño sin obstáculos
La entrada al baño debe de ser libre de obstáculos y amplia. De igual modo, se debe tratar la iluminación como un factor fundamental, ya que tiene que ser adecuada a las capacidades visuales de la persona mayor, sobre todo en horas nocturnas.
Es importante que todo lo que necesite el adulto mayor para su aseo diario lo tenga a mano con total libertad de movimiento para así, poder ser autónomo, independiente y reducir el riesgo de accidente o caídas
Por otra parte, para la puerta de entrada del cuarto de baño, se recomienda que sea corredera o abrir hacia fuera, ya que así facilitará el paso con mayor seguridad.
Mobiliario adaptado a las necesidades de personas mayores
Los movimientos en libertad en el aseo deben ser un común denominador. Es de vital importancia recolocar toalleros a una altura adecuada para facilitar el movimiento, así como poner en alto los cajones para no tropezar. Incluso colocar en dichos cajones aquellos objetos a los que no se les dé un uso rutinario.
¿Cómo es un lavabo adaptado a personas mayores?
Es aconsejable adaptar el lavabo y colocarlo suspendido a una altura cómoda o cambiar los grifos por unos de palanca para facilitar la higiene diaria. También, es importante instalar barras de apoyo para una mayor estabilidad y seguridad a la hora de que nuestros ancianos se aseen.
Para las personas mayores o con movilidad reducida que van en una silla de ruedas eléctrica o manual, utilizar el lavabo puede ser una tarea complicada. La razón principal es porque la altura de este elemento hace que su uso sea incómodo.
Teniendo eso en cuenta, este tipo de los lavabos debe seguir las siguientes recomendaciones:
- El espacio libre que queda debajo del lavabo tiene que contar con mínimo 70/75 cm.
- Su borde delantero debe poseer entre 80 y 85 centímetros de separación del suelo.
- En lo que se refiere al espacio de acercamiento, el mismo tiene que ser de 80 cm.
- Si hay un espejo, este debe de encontrarse a una altura baja, lo más cercano al borde. En caso contrario, que al menos sea modulable.
Adaptar la ducha a los adultos mayores
En primer lugar, conviene saber que un plato de ducha siempre será mejor opción que una bañera. Las caídas en personas mayores se suelen dar en muchas ocasiones en las bañeras por error de cálculo o tropiezos innecesarios a la hora de entrar o salir.
De esta forma, una ducha al ras del suelo con material antideslizante y con ayudas, como pueden ser, barras de apoyo o asiento especial para duchas es una de las opciones que más se recomiendan. Este tipo de sillas son una ayuda muy importante, ya que pueden ser tanto asiento como taburete.
Estas duchas adaptadas otorgan mayor libertad de movimientos, autonomía y comodidad en el aseo
Los resbalones en la ducha son una de las principales causas de lesiones en la tercera edad y, para personas con movilidad reducida, se convierten en un peligro mayor, por lo que los cuidadores de personas mayores deben estar con mucha atención ante este tipo de situaciones.
Seguridad en el baño para personas mayores
Otro de los aspectos importantes a tener en cuenta es la seguridad en los baños, por ello es aconsejable que se eviten las cerraduras en las puertas de los mismo, ya que, en caso de sufrir una caída, se puede actuar con más agilidad y acceder al baño sin problema.
Se debe tener mucho cuidado con posibles aparatos eléctricos presentes en el baño que, en cualquier caso, se recomienda no incluirlos dentro del baño. Pero si se necesitasen, es aconsejable que la persona mayor porte suela de goma. Del mismo modo, se desaconseja que se utilicen cuando la humedad dentro del cuarto de baño es excesiva, hasta que no desaparezca completamente no se deben utilizar.
Recomendaciones para adaptar el baño a personas mayores
A modo de resumen, estos serían algunos de los consejos más básicos a seguir si se está cuidando a una persona mayor en el hogar:
- Mantener los suelos secos y ventilar el cuarto de baño si hay acumulación de vaho y humedad.
- Colocar una alfombrilla de baño en el suelo para que, al salir de la ducha, no andar descalzo con los pies húmedos. Además, se debe asegurar que no resbale para que, al salir de la ducha, el anciano no se caiga.
- Colocar alfombrillas o adhesivos antideslizantes en cualquier zona con humedad.
- Instalar barras de sujeción en la pared de la ducha e inodoro para facilitar su uso.
- Además de colocar un plato de ducha, es importante tener en cuenta la mampara. Al igual que con la puerta del baño, este tipo de puerta debe ser corredera o que se abra hacia fuera para mayor comodidad y seguridad del anciano o adulto mayor.
En muchas ocasiones, adaptar el baño a las necesidades de las personas mayores requerirá de un esfuerzo económico que, en caso de poder realizarlo, sería algo muy positivo. Una reforma de un aseo debe estudiarse con detenimiento. No obstante, contar con todas estas medidas de seguridad en el cuarto de baño permite a las personas mayores mantener su independencia y sentirse seguros en sus propios hogares.
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