Una encuesta realizada en personas adultas en Estados Unidos muestra resultados que favorecen la salud al mantener relaciones sociales
Saludar en el vecindario puede ser, seguramente, uno de los gestos más habituales y repetidos a lo largo de los días. Es como un “chute de energía” para comenzar el día con una sonrisa, y cuesta muy poco. Pues bien, este simple gesto podría ser muy beneficioso para el bienestar y la calidad de vida de mayores de 65 años.
Saludar a los vecinos es un gesto casi automático para muchas personas. Son ciudadanos con los que se comparte calle y edificio, o se encuentran en el supermercado. Y es que este pequeño gesto hace sentir bien a la gente.
Así lo refleja una encuesta de Gallup realizada en personas adultas de Estados Unidos, en la que los resultados fueron recopilados mediante el Índice Nacional de Salud y Bienestar de Gallup. Para la investigación, los investigadores tomaron métricas que repercutían en el bienestar general y los 5 elementos esenciales de este.
Resultados con matices
La encuesta se realizó por internet a 4556 adultos estadounidenses. La conclusión general fue que las personas que saludan con frecuencia a varias personas tienen un mayor bienestar que aquellos que saludan a menos vecinos o a ninguno.
La encuesta descubrió que las personas mayores tienen más interacciones amigables con sus vecinos, experimentando una mayor satisfacción con la vida y una reducción en los síntomas de depresión.
Esta afirmación tiene varios matices y hay factores, como la edad o la posición económica, que son determinantes para que dar los buenos días al vecino sea beneficioso. Lo mismo ocurre con personas que están bajo la supervisión de cuidadores a domicilio, que incrementan su calidad de vida en todos los sentidos.
Saludar a 6 vecinos, la media para garantizar el bienestar
De acuerdo con la encuesta, los aspectos que ayudan a mejorar esta situación son el bienestar profesional, social, financiero, físico y comunitario. Con relación a estos aspectos, se descubrió que se incrementa el bienestar según el número de vecinos saludados, siendo seis vecinos la cifra adecuada para un aumento de bienestar significativo en los aspectos anteriores.
El estudio demostró que el índice de bienestar de aquellos que saludan a sus vecinos constantemente fue de 64,1, frente al 51,5 de bienestar que experimentan los que no entablan relación con sus vecinos.
En cambio, según el mismo estudio, la excepción fue el factor de bienestar financiero, que en esta escala se refiere a saber manejar, gastar y ahorrar el dinero; que sigue mejorando a más vecinos se saluden, hasta 15.
Las personas mayores tienden a saludar más a sus vecinos que las personas jóvenes
Por otra parte, la encuesta sirvió para confirmar que el bienestar depende de la edad y de los ingresos. Así, las personas mayores con más ingresos tienden a saludar más a sus vecinos. Los jóvenes menores de 30 años saludan a una media de 2,9 vecinos, mientras que los mayores de 65 años lo hacen hasta 6,5 veces. Los adultos que tienen hijos menores de 18 años en el hogar tienden a saludar más a sus vecinos, al igual que aquellos que tienen ingresos superiores a 120.000 dólares.
A más edad, mayor número de saludos a vecinos, según el estudio.
Los resultados de esta encuesta relacionan el saludar a los vecinos con mayor facilidad para sanar de una enfermedad, facilidad para reducir el estrés y mayor participación en las actividades en grupo laborales y sociales. Por último, se determinó que el dar los buenos días a nuestros vecinos también está relacionado con la situación profesional, física y financiera. A mayores sean estos valores, a más vecinos saludaremos.
Saludar a los vecinos puede tener efectos positivos en el bienestar personal y en la calidad de vida en una comunidad. Establecer conexiones sociales y mantener relaciones amigables con los vecinos puede crear un sentido de pertenencia, seguridad y apoyo en el entorno local. Estos factores pueden contribuir a reducir la sensación de soledad, aumentar el nivel de satisfacción con la vida y promover un ambiente más positivo en general.
Quién iba a decir que un simple gesto como es el saludar a alguien conocido pudiese mejorar el bienestar, y por tanto, la calidad de vida. La ciencia avala esta acción y anima a personas de todas las edades a llevarlo a cabo.