Ayudas para personas mayores de 65 años en 2023

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En España es necesario tener un mínimo de 15 años cotizados para poder optar a una jubilación. No obstante, en el caso de no haber alcanzado esa cifra mínima, existen una serie de ayudas, llamadas pensiones no contributivas, a las que se puede tener acceso, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos.

Además, la tramitación de este tipo de bonificaciones las llevan a cabo las diferentes Comunidades Autónomas, salvo en Ceuta y Melilla, donde es el IMSERSO el organismo que gestiona estas ayudas.

Ayudas para ancianos sin pensión 2023

Existen varias ayudas económicas disponibles para personas mayores de 65 años que no tienen pensión. Algunas de estas ayudas incluyen:

  • Prestación por jubilación anticipada: esta prestación está destinada a personas mayores de 65 años que hayan cotizado, al menos, 15 años a la Seguridad Social y no hayan alcanzado la edad legal para acceder a la jubilación.
  • Ayuda económica para personas mayores: esta ayuda va dirigida a personas mayores de 65 años que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica y carezcan de medios suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
  • Tarjeta de servicios sociales para mayores: esta tarjeta ofrece una serie de servicios y ayudas económicas para ancianos, tales como descuentos en transporte público, servicios de teleasistencia, entre otros.

Es importante mencionar que para acceder a estos beneficios, es necesario cumplir con una serie de requisitos y presentar la documentación necesaria. No obstante, en la página web oficial del Ministerio de Servicios Sociales e Igualdad, se puede obtener más información sobre estas y otras ayudas disponibles para ancianos que superen los 65 años.

Una anciana mira unas pocas monedas que extrae de su monedero con cara de asombro.

Ayudas para jubilados con pensión mínima

Los mayores que cuentan con una pensión mínima en 2023, pueden disfrutar de varias bonificaciones económicas. Algunas de estas son:

  • Prestación complementaria de la Seguridad Social: esta ayuda económica está destinada a jubilados con pensión mínima, que se complementa con una cantidad mensual que les permite alcanzar el salario mínimo interprofesional (SMI).
  • Ayuda económica para personas mayores: esta prestación está destinada a personas mayores de 65 años que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica y carezcan de medios suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
  • Tarjeta de servicios sociales para mayores: esta tarjeta ofrece una serie de servicios y beneficios económicos para personas mayores, tales como: descuentos en transporte público, servicios de teleasistencia, entre otros.

Además, los jubilados con pensión mínima pueden también ser beneficiarios de las ayudas para el pago de recibos de luz, agua, gas o teléfono, descuentos para la compra de medicamentos, y otras prestaciones económicas que pueden variar según la comunidad autónoma.

Ayudas a personas mayores: complemento del alquiler

Algunos colectivos tienen mayores dificultades para acceder a una vivienda debido, sobre todo, a la falta de recursos económicos. Por este motivo, existen las ayudas al alquiler para jubilados que no cobran una pensión demasiado elevada y que, durante su vida laboral, no han conseguido ahorrar lo suficiente.

El Gobierno puso en marcha en 2022 varias medidas para ofrecer ayudas para el alquiler del que pueden beneficiarse los pensionistas. La primera, es para personas con ingresos inferiores a 3 veces el IPREM, es decir 1.737 euros al mes. La bonificación es del 50% del alquiler, siempre que éste no supere los 600 euros (900 euros en casos especiales).

Se trata de una de las prestaciones para personas mayores de 65 años más esperadas. A través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), el Gobierno pone a disposición un complemento a las pensiones de 525 euros para pagar el alojamiento.

Este beneficio va dirigido a las personas que cobran una pensión no contributiva de jubilación o invalidez y, de esta forma, se les facilita el pago del alquiler.

Asimismo, dentro del Plan Estatal para el Acceso a la Vivienda 2022 – 2025 se incluyen algunas medidas que tienen como objetivo incrementar la oferta de inmuebles en arrendamiento con una renta asequible para las personas mayores.

Según el artículo 76, el precio del alquiler de las viviendas financiadas con cargo a este programa debe ser proporcional a su superficie útil. Durante el primer año no puede superar el importe de 10 euros mensuales por metro cuadrado aunque, posteriormente, se irá actualizando de forma anual conforme al IPC (Índice de Precios al Consumo).

Una pareja de ancianos revisa en su casa un documento junto con el portátil.

Ayudas para personas mayores de 65 años que no hayan cotizado

Por otro lado, si no se ha cotizado a la Seguridad Social, o se ha cotizado menos de 15 años, en el momento de la jubilación también se tiene derecho a una pensión no contributiva.

Para acceder a ella, resulta necesario tener más de 65 años y haber residido en España durante, al menos, 10 años. Además, es indispensable tener ingresos inferiores a 5.108 euros al año.

No obstante, si los ingresos son inferiores a la esta cantidad y, además, se convive con familiares, únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de la unidad económica de convivencia sean inferiores a 9.415,28 euros, si son dos convivientes; 13.292,16 euros, si son tres, y 17.169,04, si son cuatro más.

La cuantía asciende si entre los parientes consanguíneos con los que se convive se encuentran padres o hijos. En concreto, a 23,538,20 euros, si son dos; 33.230,40, sin son tres, y a 42.922,60, si son cuatro o más.

La cuantía de la pensión mínima no contributiva es de 98,90 euros y la íntegra de 395,60 euros. Pero si dentro de una misma familia se convive con más de un beneficiario de pensión no contributiva, la cuantía individual para cada uno de ellos es de 336,26 euros si son dos; y de 316,48 si son tres o más.

Un plano detalle de unas manos de un anciano con monedas.

Bono eléctrico para ancianos

El bono social eléctrico ofrece descuentos en la factura de la luz para los consumidores vulnerables.

Desde el pasado 30 de abril de 2022, éstos son del 25% para los vulnerables y del 40% para los vulnerables severos.

Para ser considerado vulnerable se ha de cumplir alguno de estos requisitos:

  • Que la renta conjunta anual de la unidad familiar sea menor de 12.159,42 euros al año, si no hay ningún menor en la familia; de 16.213 euros si hay un menor en la familia; o de 20.266 euros si hay dos menores en la familia.
  • Tener el título de familia numerosa.
  • Que los miembros que tienen ingresos en la familia reciban pensiones mínimas y no reciban otros ingresos anuales por encima de los 500 euros.

Por su parte, son vulnerables severos:

  • Si la renta que se perciba de manera anual sea la mitad o menor que la de de los vulnerables.
  • Si es una familia numerosa, la unidad familiar debe percibir una renta anual de menos de 16.213 euros.
  • Para los que reciben pensiones mínimas, la renta anual debe ser menor a 8.106 euros.

Bono térmico para personas mayores o en riesgo de exclusión

Por otra parte, existe el bono térmico, que es una ayuda para pagar la energía destinada a calefacción y agua caliente.

La prestación se abona en un pago único anual en la cuenta corriente donde se disponga domiciliada la factura eléctrica, y la cuantía de la misma depende del grado de vulnerabilidad y de la zona climática en la que se resida, y va de los 25 euros a los 124 euros. Los consumidores vulnerables severos o en riesgo de exclusión social, verán incrementada la ayuda en un 60% con respecto a la que le corresponde por su zona climática.

Otras ayudas para pensionistas mayores de 65 años

Por otro lado, existen otro tipo de ayudas, como los descuentos para mayores de 65 años, que amplían el abanico de posibilidades que un adulto mayor puede llegar a tener.

Se trata de una serie de bonificaciones que cumplen la premisa de facilitar la vida diaria a personas de edad avanzada, como por ejemplo, en oferta de ocio, cultura, o supermercados.

Otra de las desconocidas ayudas para pensionistas tiene que ver con la atención a las personas que no se pueden valer por sí mismas. Las Administraciones Públicas recogen entre su normativa atender a todas aquellas personas mayores o que cuenten con un grado de discapacidad, o dependencia.

Estas prestaciones pueden ser de dos tipos: o bien en forma de servicios o bien en ayudas económicas, siendo prioritarias las primeras.

Dicha atención a la dependencia se hace a través de los servicios tanto públicos como privados, debidamente acreditados por la Comunidad Autónoma correspondiente.

Por otro lado, otra de las ayudas que está dirigida a aquellas personas que cobren una pensión y estén en riesgo de exclusión social, es el Abono Social de Telefonía ofrece una prestación económica. Aunque es exclusiva para los clientes de ciertas compañías, esta ayuda supone un enorme descuento para las tarifas de teléfono fijo.

Además de todos estos beneficios a nivel nacional, también las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos disponen de distintas ayudas para jubilados y pensionistas en materia de vivienda, energía, transporte, o la cultura, entre otras.

Todo con la premisa de que, desde los organismos gubernamentales, se ofrezcan vías para mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad.

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