Animales y personas mayores, un equipo perfecto

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Daniel Ibiza

Por: Daniel Ibiza

CEO-fundador, trabajador social

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Los animales conceden a las personas mucha felicidad y compañía, pero en especial para los ancianos el convivir con ellos les aporta diferentes beneficios. Muchos, cuando llegan a la vejez, están solos, lo que puede llevarlos a sufrir problemas a causa de la soledad, por esta y otras razones el hecho de tener la compañía de un animal les proporciona grandes beneficios.

Estudios han destacado que, las personas mayores que conviven con mascotas tienen una mayor calidad de vida, además de mejoras en su bienestar físico y psicológico.

Beneficios que aportan a las personas mayores

Foto de un anciano feliz con un perro salchicha en sus brazos.

Convivir con animales de compañía ayuda a los ancianos a tener la responsabilidad de seguir unos hábitos diarios en el cuidado de su mascota. Así con esto, evita que se aíslen, que se sientan solos, como también favorece que permanezcan activos y obtengan mejoras en su autoestima.

Ayudan a mejorar la motricidad y a frenar la pérdida de memoria, pero sobre todo, son una fuente de motivación y cariño para aquellas personas que sufren esta enfermedad

Por otro lado, no sólo son los ancianos los que disfrutan de los animales, sino que también son los animales los que están agradecidos de encontrar a alguien que les cuide, quiera y ofrezca un hogar, creando así un vínculo cariñoso y favorable para ambos.

Algunos de los muchos beneficios que aportan para nuestros mayores son:

Impulsar a que tengan una buena movilidad y actividad física

En el caso de tener un perro como mascota el anciano deberá de sacarlo a pasear, jugar, ir al parque, etc. Todo esto, contribuye a realizar de manera moderada ejercicio físico, mantenerse activos y mejorar su salud articular.

Hacen que se sientan más protegidos

En general, los animales tienen un instinto protector, así que, si el anciano carece de movilidad o corren algún riesgo como sufrir una caída, éstos pueden alertarse y actuar, en el caso concreto del perro, ladrando para llamar la atención de vecinos o familiares.

Mayor autoestima y sociabilidad

Cuando salen a pasear con la mascota, éstas potencian las relaciones sociales. El amor hacia los animales se comparte con muchas personas e impulsa a la interacción.

Calma la sensación de estrés

Algunos ancianos pueden llegar a sentir estrés y ansiedad a causa de pasar la mayor parte de su tiempo en soledad. Las mascotas son muy beneficiosas para disminuir estas sensaciones, por ejemplo, al escuchar como un gato ronronea, el canto de los pájaros o contemplar a los peces nadar.

Ayuda a que no se sientan solos

Estar cada día con la mascota aporta una gran compañía, tanto en los buenos como los malos momentos. Además, crean un gran vínculo y comparten cariño.

Reducen la depresión

Pasar tiempo acompañado de los animales favorece la autoestima y ayuda a evitar sufrir de depresión, ya que tienen la responsabilidad de cuidar de la mascota y se sienten útiles.

¿Qué tipo de mascota escoger según la actividad del mayor?

Foto de un perro y un gato con las cabezas juntas.

Tener una mascota es también sinónimo de responsabilidad, ya que necesitan atención diaria y unos cuidados. Para que nuestros mayores tengan el compañero adecuado debemos considerar su vida activa, el grado de movilidad, alergias o el espacio de la casa en la que vivan, entre otras. Es decir, tener en cuenta tanto las limitaciones que pueden sufrir como las que les puedan surgir.

En el caso que el anciano carezca de buena movilidad, la mejor opción sería un gato, dado que pueden vivir perfectamente sin salir de casa y no necesitan salir a pasear. De igual modo que peces, pájaros (canarios, periquitos…), etc.

Sin embargo, si no existe ningún problema para su movilidad y son activos, la gran parte eligen un perro con el que poder realizar actividades. Algunos ejemplos de éstas son jugar al aire libre, tirarle la pelota, salir de paseo,  al parque de perros, a la playa, etc.

Otro aspecto a considerar es el tamaño y la edad de la mascota, si es grande o joven, al tener mucha fuerza, el paseo podría volverse peligroso.

Estos son algunos de los motivos por los que el animal debe ser seleccionado y adiestrado durante unos seis meses de manera adecuada, pero también debe poseer unas características innatas como, por ejemplo, que le guste el contacto con las personas, que tenga gusto por hacer ejercicios de manera continuada, que esté completamente sano y que sea previsible para tener la garantía de que no va a tener una mala reacción.

Un anciano sentado en su sofá acaricia a su perro.

Terapia con animales

En las personas mayores realizar Terapias Asistidas con Animales (TAA) por profesionales es beneficioso a nivel emocional, gracias a éstas se refuerza el estado de ánimo y la autoestima al mismo tiempo que disminuye la depresión y el estrés.

Por ejemplo, muchos que padecen ciertos problemas de salud o dificultad de comunicación, el acompañamiento de un perro les proporciona mejoras tanto físicas como psicológicas. Concretamente pueden estimular su mente si se juega con ellos o incluso con mirarlos.

Las terapias tienen una finalidad, son evaluadas y se obtienen resultados. En definitiva, las mascotas actúan como co-terapeutas.

Convivir con animales: amor de ida y vuelta

primer plano de un perro marrón feliz.

Lo más importante es que las personas mayores estén rodeadas de cariño y conserven una buena calidad de vida. Por esta razón, el beneficio esencial de adoptar un animal es la relación y convivencia entre ellos, recibiendo el amor y la atención que necesitan.

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