Tercer premio en el Certamen “Recuerdos Vivos” para una carta de amor frente al Alzheimer

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El pasado martes 16 de diciembre, como puerta de entrada a la Navidad, previo a fechas de reencuentros, marcadas de memoria, esperanza y afecto a quienes más queremos. La Diputación de Ciudad Real celebró el aniversario de la 25 edición del Certamen de Recuerdos Vivos.

A este concurso, que tiene como objetivo el mantener la mente activa de los mayores, se han presentado 110 personas de más de 65 años procedentes de diferentes municipios y residencias en las modalidades de Poesía, Narración, Cuento, Abuelo/abuela-Nieto/nieta y Testimonios de Mujer.

Entre los premiados, queremos hacer mención al tercer premio, distinguido a Florencio Izquierdo, de 85 años, y procedente de Pedro Muñoz por “Carta de un cuidador a su pareja enferma de Alzheimer, a quien cuida con el corazón”.

Florencio y Fili

Florencio nació y se crio en un pequeño pueblo de La Mancha. Fue uno de esos hombres hechos a sí mismos, de los que en esa época por los pocos recursos tuvieron que aprender a fuerza de necesidad y constancia. Siendo aún joven conoció a Fili, también en el pueblo. Desde aquel encuentro sus caminos ya no se separaron. Eran dos almas inquietas, con ganas de vivir, formar su familia y de salir adelante.

Fili era una mujer incapaz de quedarse quieta. Siempre estaba haciendo algo. Salía en bicicleta hasta su campo, cuidaba su jardín: los rosales, las lilas y su huerto con tomateras como si formara parte de ella. Podías encontrarla remendando unos pantalones, haciendo estiramientos mientras presumía de su agilidad, crucigramas o cocinando para amigos o familia, le encantaba reunir gente alrededor de una mesa y acabar con unas cartas.

Compartieron más de cuarenta y cinco años de vida en común, de trabajo, de esfuerzo y de cuidados mutuos. Una historia larga y profunda, tejida con lo cotidiano, con los silencios y con el amor sencillo de quien ha caminado siempre acompañado. Cuando todo era estabilidad, la jubilación y el disfrute de los nietos, la vida cambió sin avisar. Todo parecía en su sitio a una persona que jamás pensarías ver de otra forma y en un instante ese equilibrio se rompió. Apareció la noticia del Alzheimer en sospechas de pequeños despistes cotidianos de Fili que fueron a más.

Después de 12 años de enfermedad, de aprender lo que nadie te enseña y sobre todo para lo que nadie te prepara, Fili falleció en la pandemia. Ya no está pero se la ve y siente en cada atardecer que tiñe los anchos paisajes de la Mancha, en sus plantas de lilas, su jardín que siguen cuidando con dedicación y en esta carta de amor de la parte inferior, en la que Florencio relata su experiencia cuidando a Fili y con la enfermedad a través de prosa.

Este poema no habla solo del Alzheimer. Habla de la dignidad, del compromiso, del amor que permanece incluso cuando los recuerdos se desvanecen.

Es un homenaje a todas las personas cuidadoras, a su fuerza silenciosa y a su forma de amar sin condiciones.

 

Hay enfermedades que no sólo afectan a quien las padece, si no que llegan y transforman por completo la vida de quienes quieren y cuidan. Toda persona que haya experimentado el Alzheimer de cerca en su familia sabe que siempre parece que llega temprano, antes de la cuenta y lentamente borra recuerdos, cambia gestos, miradas.

El Alzheimer nos enfrenta a la pérdida de memoria, de autonomía e incluso de comunicación ó a la frustración. Sin embargo, nos obliga a mirar de otra manera: interpretando silencios, miradas, empezamos a darle más valor del que le hubiéramos dado nunca a un apretón de manos. Y en ese espacio invisible, es donde viven los cuidados.

Porque cuidar es una tarea constante, dura y muchas veces invisible, pero profundamente humana. Quienes lo hacen sostienen con su tiempo, su paciencia y su amor una parte del mundo que no suele verse.

El evento senior de Poesía en Ciudad Real cumple 25 años

El evento se ha vivido un año más cargado de mucha emoción y reconocimiento. Organizado por el Área de Atención a las personas, ha contado a lo largo de sus 25 años con cerca de 2.500 participantes.

El acto de entrega presidido por Valverde tuvo lugar en el Salón de Plenos del Palacio Provincial de Ciudad Real y concluyó con un encuentro navideño en el patio del edificio, donde participantes y asistentes compartieron un aperitivo, compañía y vivencias.

Valverde ha estado acompañado por la vicepresidenta de la Diputación y responsable del Área de Atención a las Personas, Encarnación Medina, la diputada provincial de Igualdad, María Antonia Álvaro, así como por la vicepresidenta Patricia Saldaña, el vicepresidente Adrián Fernández, la portavoz del Gobierno de la Diputación, Rocío Zarco, y las diputadas provinciales Esther Mora y Noelia Serrano, además de representantes de los distintos grupos políticos de la Corporación.

María, nieta de Florencio recogiendo el diploma del Certamen recuerdos Vivos junto a la delegación de Ciudad Real
María, nieta de Florencio recogiendo el diploma

Ha subrayado que los textos presentados reflejan tanto recuerdos del pasado como reflexiones sobre el futuro, “siempre desde el corazón y desde una mirada serena y madura sobre la vida”.

Concluyendo que aunque la sociedad haya cambiado de manera acelerada en los últimos 25 años, hay valores que permanecen inalterables, como la familia, la amistad y el cariño.

Este certamen reafirma el compromiso de la Diputación de Ciudad Real con el fomento de la creatividad literaria entre las personas mayores, consolidando la escritura como herramienta de expresión y transmisión de recuerdos vivos que conforman la identidad de cada participante. También busca rescatar historias personales que en otros tiempos no tuvieron voz, especialmente las de mujeres cuya experiencia ha sido marginada.

Certamen Recuerdos Vivos

El premio de cuidar

Cuidar a veces es que se te entrecorte la voz hablando con esa persona, cuando eso pasa, cuando el nudo de tu garganta es más fuerte que toda tu impotencia cargada de tristeza, Florencio encontró un rincón para no olvidar en la escritura, para decir lo que no puede expresar de otra forma, desde el corazón.

Para hacer que de alguna forma sus palabras perduren y recuerden que cuidar puede que sea el acto de amor más grande que existe y que este nunca desaparece, sólo se transforma.

Fili y Florencio.
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