Según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, los ancianos decaen emocionalmente en más de un 11% de los casos durante el período estival, por lo que apostar por acciones que detecten de forma prematura este problema resulta fundamental
La soledad no deseada es una de las grandes lacras del siglo XXI. Buena prueba de ello es que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en el 2021 había más de 1.700.000 mayores de 70 años que viven solos.
La dinámica suele ser la misma, teléfonos que no suenan durante días y la única ‘compañera de piso’ es la radio o la televisión, esta es la radiografía de muchas personas mayores que habitan en soledad en el territorio nacional.
Los datos arrojan que, dentro de ese casi dos millones de personas que no conviven con nadie, 7 de cada 10 son mujeres. Estos datos hacen creer que la soledad no deseada será la nueva epidemia para la tercera edad, y más teniendo en cuenta que dentro de 50 años, el 33% de los españoles serán mayores de 65 años.
Con el ritmo de vida que llevan las personas actualmente, muchos no se hacen un tiempo para ir a ver a los abuelos o llevar a los nietos a pasar una tarde con ellos. Algunos ancianos manifiestan que pasan meses sin salir de casa y lo único que tienen para matar el tiempo es hablar por teléfono con personas en su misma situación o ver la televisión.
¿Por qué las personas mayores se sienten más solas en verano?
Todas las personas esperan con ansias el verano, ya que esta es una época relacionada con vacaciones, descanso y planes para aprovechar el tiempo libre. Sin embargo, para los ancianos suele ser una temporada de soledad y aislamiento. Esto se debe a que sus familiares o personas a cargo eligen estos meses para viajar y estar ausentes por varios días, y, por lo general, no los incluyen estas no los incluyen en sus planes veraniegos.
Además, existen otras razones por las cuales los adultos mayores se ven limitados para disfrutar del periodo estival:
- Altas temperaturas: el calor hace que las personas tengan restringidas las horas de salida, lo que produce que pasen todo el día dentro de casa, y esto, inevitablemente, los hace sentir solos.
- Horarios reducidos: dentro de la rutina diaria de casi todas las personas mayores, como, por ejemplo, las visitas a la tienda o al médico, suelen verse afectados en esta época del año por el clima sofocante que modifica el horario de atención al público en muchas partes del país.
- Problemas de salud: aquellos ancianos afectados por alguna patología que no les permite regular adecuadamente su temperatura corporal están más expuestas a los golpes de calor y otras afecciones relacionadas con el clima caliente, por lo que en esta estación del año suelen estar más encerradas para no exponerse demasiado al calor.
Consejos para evitar la soledad no deseada en verano
Es importante abordar y hablar sobre la soledad con los ancianos, y ofrecerles compañía para esos días donde van a sentirse más solos. Para esto, contratar una cuidadora de personas mayores a domicilio es la mejor opción, ya que están capacitadas para acompañar y cuidar a los ancianos de una forma adecuada.
Una buena idea para estos días, donde las visitas familiares se reducen, es unirlos a grupos de adultos mayores para ampliar su red de contactos y a su vez, participar en actividades que los mantengan activos durante el día. Otra opción viable es informarse acerca de las actividades de verano programadas para fomentar el envejecimiento activo en cada comunidad a las que pueden asistir cerca de casa, como, por ejemplo, talleres, actividades socioculturales, deportes, rondas de conversación.
La vejez es una etapa de la vida en la que muchas personas disfrutan del merecido descanso y la compañía de seres queridos. Sin embargo, para algunos ancianos, la soledad se convierte en una realidad abrumadora, especialmente durante el verano. La soledad no deseada puede tener efectos perjudiciales en la salud física y emocional de las personas mayores.
Aunque el verano es una época en la que muchas personas disfrutan de actividades al aire libre y vacaciones, para los ancianos, esta temporada puede presentar desafíos únicos. Algunos de sus amigos o familiares pueden estar de vacaciones, lo que puede aumentar la sensación de aislamiento. Las altas temperaturas también pueden limitar las actividades al aire libre, reduciendo las oportunidades para interactuar con otras personas