La parálisis del sueño en la tercera edad: motivos y consejos

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La parálisis del sueño es una condición en la que una persona se despierta y es incapaz de moverse o hablar. A menudo, está viene acompañada de alucinaciones vívidas y una sensación de miedo o presión en el pecho.

En otras palabras, la parálisis del sueño es una afección en la cual la persona que la sufre no puede moverse ni hablar cuando apenas se queda dormido o al despertar. Durante un episodio de parálisis del sueño dicha persona es totalmente consciente de lo que está pasando.

Aunque no se conoce con certeza la causa exacta de la parálisis del sueño, se cree que está relacionada con interrupciones en los ciclos normales del sueño REM (movimientos oculares rápidos). Durante el sueño REM, los músculos del cuerpo se relajan y el cerebro está muy activo, lo que puede llevar a alucinaciones vívidas y sueños lúcidos. En algunos casos, la parálisis del sueño puede ocurrir cuando la persona se despierta repentinamente durante el sueño REM y su cuerpo no ha vuelto a un estado completamente despierto.

Además, la parálisis del sueño en personas mayores puede ser causada por:

  • Privación de sueño o cambios en el horario de sueño.
  • Estrés y ansiedad.
  • Trastornos del sueño, como la apnea del sueño.
  • Consumo de drogas o alcohol.
  • Algunos medicamentos.
  • Dormir boca arriba.

La parálisis del sueño también puede ser más común en personas con trastornos psicológicos, como la depresión o la ansiedad, algo más común en edades avanzadas.

Un señor mayor sufre un episodio de parálisis del sueño.

Entre un 5 y un 40% de la población general refiere haber presentado algún episodio de parálisis del sueño en su vida, y existe algún estudio que amplía la incidencia hasta el 60%. Puede producirse a cualquier edad, situándose los picos de incidencia en la adolescencia y después de los 60 años.

¿Cómo prevenir la parálisis del sueño en personas mayores?

  • Tener una buena higiene de sueño, sobre todo evitando privaciones de sueño continuadas en el tiempo.
  • Si se tiene un problema de sueño, hay que intentar controlarlo o solucionarlo acudiendo a un especialista.
  • Evitar o moderar el consumo de alcohol, bebidas excitantes y tóxicos.
  • Intentar dormir siempre de lado, evitando dormir boca arriba, si los episodios son relativamente frecuentes y angustian al afectado.

Factores de riesgo para sufrir parálisis del sueño en la tercera edad

Existen algunos factores de riesgo que propician la aparición de episodios de parálisis del sueño, sobre todo en edades avanzadas. Conocer estos primeros signos ayudará a cuidadores y a expertos a actuar con rapidez y eficacia para evitar que vaya a problemas de mayor magnitud.

El estrés, los cambios de horario,  o el cansancio pueden favorecer la aparición ocasional de este fenómeno. Las circunstancias anteriormente descritas provocan que la persona alcance la fase profunda del sueño excesivamente rápido. En estos casos, descansar y recuperarse físicamente resuelve la situación.

En la tercera edad, los trastornos del sueño suelen proliferar con más facilidad, por lo que llevar una

La parálisis del sueño puede darse de manera periódica en pacientes que presentan trastorno bipolar, ansiedad, depresión y estrés post-traumático.

Las personas que padecen narcolepsia (excesiva somnolencia diurna) pueden tener mayor predisposición para padecer parálisis del sueño.

¿Todas las parálisis del sueño son iguales?

No todas las parálisis del sueño son iguales. Dependerán del tiempo de episodio y de la gravedad de las alucinaciones. Los tipos de parálisis del sueño son:

  • Parálisis del sueño común

Es el más frecuente y sólo presenta parálisis, pero sin alucinaciones, y su duración es corta (de dos minutos como máximo).

  • Parálisis del sueño alucinatoria o Hipnagógica

La parálisis se acompaña de alucinaciones y suele ser un episodio más largo, de hasta ocho minutos de duración. Es menos frecuente, pero se trata de una experiencia aterradora ya que se percibe que una persona o presencia maligna está allí, como si alguien o algo está realmente sentado sobre ellos y sienten que se ahogan o se van a morir.

En el momento de sufrir episodios de parálisis del sueño, la persona está despierta, pero parte de su cerebro sigue todavía dormido. Como en la fase REM el movimiento ocular no es anulado, los pacientes que sufren parálisis del sueño, pueden abrir los ojos, pero son incapaces de mover el resto del cuerpo.

La parálisis del sueño se debe a una desconexión entre el cerebro y cuerpo.

No obstante, hay que tener en cuenta que la parálisis del sueño no pone necesariamente en riesgo la vida de una persona, pero sí puede desembocar en ansiedad en adultos mayores.

Comprender la fisiología del sueño y el mecanismo de la parálisis del sueño es un paso importante para superarla.

El estrés constante y el trastorno en el ciclo del sueño pueden tener graves implicaciones para la salud. Los hábitos saludables del sueño no son solo necesarios para controlar la parálisis del sueño, sino para la salud y bienestar generales.

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