¿Cómo mejorar la circulación en la tercera edad?

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Lorenzo Gómez

Por: Lorenzo Gómez

Periodista, redactor experto en gerontología

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La circulación sanguínea es un aspecto crucial de la salud de toda persona en cualquier etapa de la vida, y esto es especialmente más importante en la tercera edad. A medida que se envejece, es posible que se experimente una disminución en la eficiencia del sistema circulatorio, lo que puede llevar a problemas de salud como la mala circulación, las varices y los calambres en las piernas. Afortunadamente, existen medidas que se pueden tomar para mejorar la circulación en la tercera edad y promover un estilo de vida saludable.

Síntomas de una mala circulación sanguínea en ancianos

Algunos de los síntomas que alertan de una deficiente circulación sanguínea en ancianos son:

  • Sensación de frío en piernas y manos.
  • Hormigueo, hinchazón y pesadez en las piernas.
  • Varices en las piernas.
  • Estreñimiento.
  • Falta de apetito.
  • Cansancio y agotamiento corporal.
  • Cambios en el color de la piel o piel de color azul en las piernas y los pies.
  • Manchas en la piel.

Mantenerse físicamente activo

El ejercicio regular es una de las formas más eficaces de mejorar la circulación en la tercera edad. Actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta y hacer ejercicios de bajo impacto pueden ayudar a fortalecer el sistema cardiovascular y mejorar el flujo sanguíneo. Desde diferentes organismos que se enfocan en la tercera edad se hace hincapié en evitar un estilo de vida sedentario.

Un anciano haciendo ejercicios, sentado en una pelota de yoga.

Masajear de manera ascendente zonas localizadas

Los masajes en forma ascendente de los pies hacia los muslos, también son muy beneficiosos para reducir los problemas de circulación y estimular el flujo sanguíneo en las piernas.

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Estos ejercicios específicos pueden ayudar a mejorar la circulación en las extremidades.

Algunas técnicas incluyen masajear suavemente las piernas con movimientos ascendentes, flexionar y estirar los pies y los tobillos, y realizar ejercicios de rotación de las articulaciones de las piernas.

Estas actividades ayudan a estimular el flujo sanguíneo y reducir la sensación de piernas cansadas.

Controlar la tensión arterial

La hipertensión arterial puede afectar negativamente la circulación. Es fundamental controlar regularmente la presión arterial y tomar medidas para mantenerla dentro de los rangos saludables. Esto puede implicar seguir una dieta baja en sodio, hacer ejercicio regularmente y, en algunos casos, tomar medicamentos recetados por un médico.

Una señora mayor junto a un médico que está tomandole la tensión arterial

Cuidado de la dieta

Uno de los aspectos más destacados a la hora de mejorar la circulación en personas mayores es la calidad de las comidas que se ingieren. Para ello, se puede apostar por incorporar la dieta mediterránea, además de seguir estas pautas:

  • Incluir alimentos antioxidantes, que ayudan a mejorar la circulación venosa. Los antioxidantes se encuentran principalmente en frutas y verduras que contienen vitamina C como las naranjas, mandarinas, piña, pomelo, kiwis y betacarotenos como el brócoli, repollo, zanahorias, calabaza, etc.
  • Incorporar proteínas de calidad, como los huevos, la carne o el pescado, que ayudan a mantener la masa muscular y evitar la compresión de los vasos sanguíneos de las extremidades del cuerpo, facilitando así el retorno venoso de la sangre hacia el corazón.
  • Ingerir alimentos que contengan Omega-3, que se encuentran principalmente en el atún, las sardinas o la caballa, en aceite vegetales y frutos secos como las nueces.

Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado

Las personas mayores tienen, en muchos casos, por cansancio, a mantenerse muchas horas sentados. Tanto estar mucho tiempo de pie como estar sentado durante largos periodos puede dificultar la circulación en la tercera edad. Si se requiere estar de pie por mucho tiempo, es importante tomar descansos frecuentes y caminar con más o menos frecuencia. Del mismo modo, si se pasa mucho tiempo sentado, es recomendable levantarse y dar un paseo corto cada hora para estimular la circulación.

Se recomienda el uso de ropa cómoda de portar

El uso de ropa ajustada o restrictiva puede dificultar el flujo sanguíneo. Es recomendable optar por prendas holgadas y cómodas que no afecten a la circulación. Además, utilizar medias de compresión o calcetines especiales puede ayudar a mejorar la circulación en las piernas al aplicar presión suave sobre las venas y ayudar a que la sangre fluya de manera más eficiente.

Una anciana regando plantas en su jardín.

Aplicación de piernas elevadas

Un consejo simple, pero efectivo, es elevar las piernas cuando se está sentado o acostado. Elevar las piernas por encima del nivel del corazón ayuda a facilitar el retorno venoso, lo que mejora la circulación en las extremidades inferiores. Esto puede hacerse colocando cojines debajo de las piernas o usando un reposapiés.

Mantenerse hidratado

Uno de los aspectos que afectan negativamente a la circulación es la deshidratación. Es importante asegurarse de beber suficiente agua a lo largo del día para mantener el cuerpo hidratado. Esto ayuda a mantener la fluidez de la sangre y promover una circulación saludable.

Una anciana en la cama bebiendo un vaso de agua.

Reducir el estrés

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la circulación sanguínea. Es de vital importancia encontrar formas saludables de gestionar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación, hacer actividades placenteras y mantener una buena calidad de sueño.

La reducción del estrés puede ayudar a mejorar la circulación y promover la salud general.

La circulación sanguínea es uno de los factores más importantes a mantener en términos saludables en todas las etapas de la vida, pero más aún en la tercera edad. Con unas sencillas recomendaciones se puede llevar un ciclo vital con más calidad.

De esta forma, si se incorporan hábitos saludables en la vida diaria, es posible prevenir ciertas enfermedades relacionadas con la salud de la sangre y el corazón.

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