El uso de medicamentos es una constante durante todas las etapas de la vida. Pero más aún a partir de los 65 años, momento en el que las personas mayores suelen, por lo general, convivir con este tipo de productos. Pero hay que tener en cuenta que algunos fármacos de uso frecuente pueden hacer que los ancianos se deshidraten en los meses de más exposición al sol en verano, con su consecuente posibilidad de sufrir golpes de calor en casa. Saber cuáles son, ayudará a tomar medidas, sobre todo entre la población más vulnerable.
Medicamentos que pueden aumentar el riesgo de deshidratación
En palabras del especialista médico en el Hospital General de Albacete y docente de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Lorenzo Gómez-Aldaraví Gutiérrez, “conviene asegurarse de que los ancianos beban suficiente agua durante el día en los meses de más calor. Si hace mucho calor o humedad, aumentar aún más la ingesta de agua”, así como apostar por una dieta rica en frutas y verduras, ya que estos alimentos contienen alto contenido de agua y son recomendables para una correcta hidratación. El mismo facultativo afirma que “algunos medicamentos pueden afectar la hidratación y/o los niveles de electrolitos, por lo que hay que tomar mucha más precaución en estas fechas si se tiene a una persona a cargo del cuidado”.
Es importante estar al tanto de los efectos secundarios de los medicamentos y cómo pueden interactuar con el calor y la deshidratación y siempre consultar a un especialista médico antes de tomar cualquier decisión.
Algunos medicamentos comunes en la tercera edad pueden incrementar la vulnerabilidad a la deshidratación. Entre ellos se encuentran:
- Diuréticos: se utilizan frecuentemente para tratar la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, los diuréticos ayudan a eliminar el exceso de líquido del cuerpo. Sin embargo, en condiciones de calor extremo, pueden llevar a una pérdida excesiva de agua y electrolitos.
- Laxantes: su uso prolongado o excesivo puede causar pérdida de líquidos y electrolitos, exacerbando la deshidratación en climas cálidos.
- Antihistamínicos: pueden reducir la producción de sudor, dificultando la regulación de la temperatura corporal.
- Antidepresivos y antipsicóticos: algunos de estos medicamentos pueden afectar la regulación de la temperatura corporal y la sudoración.
- Betabloqueantes: en este caso, su uso está prescrito para la hipertensión y problemas cardíacos, pueden disminuir la capacidad del cuerpo para responder al calor al reducir el flujo sanguíneo a la piel.
Por otro lado, desde el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla explican que hay también hay que atender a los fármacos que presentan un perfil farmacocinético, es decir, los efectos de los fármacos en las personas desde que los consumen hasta que los eliminan completamente que se puede ver alterado, ante una situación de deshidratación. Estos fármacos con los que tener especial cuidado son:
• Algunos antidiabéticos orales.
• Antiepilépticos.
Medicamentos que pueden impedir la pérdida calórica y/o pueden inducir a una hipertermia:
• Antidepresivos.
• Neurolépticos.
• Antihistamínicos de primera generación.
Otros medicamentos a tener en cuenta:
• Beta-bloqueantes.
• Benzodiacepinas.
Estos expertos hacen hincapié en que los pacientes que toman este tipo de medicamentos, presentan un mayor riesgo de que su estado de salud se vea agravado por los efectos de una ola de calor.
Será de vital importancia como cuidadores reconocer los primeros signos de deshidratación por parte de la persona a la que se cuida. Y estos son la sed excesiva, la boca seca, la aparición de orina oscura y en menor cantidad, mareos o aturdimiento, fatiga inusual, confusión o cambios en el estado mental.
¿Cómo actuar en caso de deshidratación por ingesta de medicamentos?
Si se sospecha que la persona que se cuida está sufriendo deshidratación, es esencial actuar rápidamente:
- Hidratarse de inmediato: será indispensable ofrecer pequeñas cantidades de agua con frecuencia. Evitar grandes cantidades de golpe, ya que pueden causar náuseas.
- Buscar un ambiente fresco: será necesario portar a la persona a un lugar fresco y ventilado.
- Monitorizar síntomas: en el caso de que los síntomas no mejoren o empeoren, buscar atención médica de inmediato.
- Electrolitos: en algunos casos, ciertas bebidas electrolíticas pueden ser útiles para reponer minerales perdidos, pero deben usarse con precaución y preferentemente bajo consejo médico.
¿Cómo conservar los medicamentos ante las altas temperaturas?
Antes de autorizar su comercialización, todos los medicamentos son se someten a estudios de estabilidad. Dependiendo de los resultados de esos estudios, se puede hablar de varios grupos de medicamentos según cómo se ven afectados por las altas temperaturas. En cada uno de ellos, las medidas de conservación frente a estas son diferentes.
Medicamentos con condiciones especiales de conservación
A conservar entre 2ºC y 8ºC
Generalmente, estos medicamentos se conservan en frigoríficos y en ningún caso en el congelador. Si se guardan adecuadamente, las altas temperaturas no tendrán incidencia sobre ellos. En el caso de transportarse, hay que asegurar el mantenimiento de la cadena de frío a través de embalajes isotérmicos refrigerados que no provoquen su congelación. Y si las temperaturas del exterior son muy altas, se recomienda utilizarlos lo antes posible tras haberlos sacado de la cámara frigorífica. Esta necesidad especial de conservación viene determinada en el embalaje de estos medicamentos con el símbolo del asterisco.
Medicamentos a menos de 25ºC o menos de 30ºC
Es aconsejable guardarlos en las habitaciones más frescas y secas, alejados de la luz solar.
En estos casos, aun cuando la temperatura ambiente supere esporádicamente los 40ºC, no afectará a la conservación del medicamento debido a que:
- Las temperaturas superiores a 40ºC en España ocurren de manera puntual y no constante durante todo el día.
- Los lugares sugeridos para el almacenamiento de los medicamentos en el domicilio suelen ser sitios frescos y secos, por lo que la temperatura que se alcanza sería menor.
El calor puede tener efectos adversos graves en las personas mayores, especialmente aquellas que toman ciertos medicamentos. Reconocer los riesgos y tomar medidas preventivas puede ayudar a mitigar estos peligros. Mantenerse hidratado, vigilar los síntomas de deshidratación y adaptar el estilo de vida durante los meses calurosos son pasos esenciales para proteger la salud de las personas que se cuidan.
Implementar estos consejos y estar atentos a cualquier signo de malestar puede marcar una gran diferencia en el bienestar durante el verano. Como cuidadores, es obligación estar en comunicación con un profesional de la salud para adaptar la dosis de medicación y los consejos a cada caso particular.