Es muy común que se confundan las lipotimias en personas mayores con los síncopes, no obstante, estos problemas de salud son diferentes entre sí y su aparición también se debe a distintas causas.
La lipotimia es un motivo de consulta frecuente y aparece hasta en el 3% de la población. En las personas mayores de 75 años se puede producir hasta en el 6% de los casos.
Las lipotimias en pocas ocasiones se producen sin previo aviso, ya que antes aparecen signos como: sudoración, debilidad, alteraciones visuales, náuseas, aturdimiento y sensación de calor, que alertan de la inminente aparición de la lipotimia.
Diferencia entre lipotimia y síncope
La Sociedad Española de Medicina Interna afirma que tanto la lipotimia como el síncope se caracterizan por un desvanecimiento que evidencia que algo no va bien en el organismo. Se puede decir que una lipotimia es una fase previa al desmayo, que puede producirse o no, pero, en general no hay pérdida de conciencia. Si la hubiese y además se produjese de forma repentina, lo correcto sería hablar de síncope.
¿Qué es la lipotimia?
La lipotimia es una pérdida breve del conocimiento debido a una disminución del flujo sanguíneo del cerebro, que puede provocar una pérdida del conocimiento de manera completa o parcial.
La lipotimia, también llamada ‘síncope vasovagal’, o ‘síncope neurocardiogénico’, es el nombre que recibe en medicina el desmayo común provocado por la reacción desproporcionada del cuerpo ante un factor desencadenante (como ver sangre o el estrés emocional).
En la mayoría de casos, la lipotimia es inofensiva, no requiere tratamiento y no evidencia ningún problema serio de fondo. Sin embargo, en algunas instancias sí puede deberse a causas más graves, como afecciones cardíacas o neurológicas.
La recuperación tras una lipotimia suele ser progresiva, y comienza por sí sola pocos momentos después del desmayo.
Causas de la lipotimia en personas mayores
La lipotimia puede surgir inesperadamente por diferentes causas, por lo que saber reaccionar puede ayudar a que la persona mayor se recupere en muy poco tiempo.
- Las emociones fuertes como la ansiedad, el temor o incluso la alegría, suponen una sobreexcitación que pueden llevar a una lipotimia.
- Los sitios cerrados con poca ventilación muchas veces producen sensación de agobio, y provocan ataques de ansiedad y síncopes.
- Ayuno mantenido en el tiempo.
- Una de las causas más comunes de la lipotimia es la hipoglucemia, comúnmente denominada ‘bajada de azúcar’. Esta condición es mucho más frecuente en pacientes diabéticos que, en caso de no controlar el azúcar en sangre, pueden llegar a sufrirla en cualquier momento.
- El dolor intenso puede llegar a provocar un episodio lipotímico.
- Calor extremo que provoque una bajada repentina de la tensión.
- Los desmayos también pueden estar asociados a las fobias.
Lipotimia por calor: muy importante controlarlo en la tercera edad
El calor es una de las causas más destacadas de la lipotimia en personas mayores. Éste hace que los vasos sanguíneos se dilaten, por lo que el líquido corporal fluye hacia las piernas debido a la gravedad y causa presión arterial baja que puede dar lugar a un desmayo.
De forma general, los efectos del calor pueden suponer un mayor riesgo en mayores de 65 años, especialmente si viven solos.
Así, la lipotimia por calor puede ser causada por la acumulación de sangre en las piernas si una persona ha estado de pie por mucho tiempo en un ambiente caluroso. Asimismo, una actividad física intensa durante 2 o más horas puede convertirse en desencadenante del desmayo.
Síntomas de la lipotimia
A la hora de enfrentarse como cuidador o familiar a un cuadro de lipotimia, algunos de los síntomas y signos característicos que hay que tener en cuenta son:
- Debilidad.
- Palidez.
- Sudoración fría.
- Visión borrosa.
- Pulso débil.
- Pérdida momentánea de la conciencia.
Para ello, cobra especial importancia la hidratación durante todo el día.
¿Cómo actuar frente a un desmayo por lipotimia?
Cuando se cuida a personas mayores y se está presente ante episodios de lipotimia, es conveniente llevar a cabo un protocolo de actuación exhaustivo para saber cómo actuar. Algunas de las principales pautas son:
- Mantener la calma y no perder los nervios para controlar la situación.
- Si el anciano ya estuviera en el suelo, conviene colocarlo boca arriba, con la cabeza hacia un lado por si vomitara, elevando las piernas hacia arriba en ángulo 45 grados.
- Facilitar que la víctima respire con facilidad, aflojando ropa, corbatas, bufandas, o cinturones.
- Si la víctima siente frío, se puede tapar con una manta y proteger la cabeza poniendo debajo un cojín.
- Evitar aglomeraciones de personas alrededor de la víctima para que pueda respirar y recuperarse.
- Mantener un ambiente fresco.
- Nunca dejar sola a la víctima y permitir que alguna persona asuma el control de la situación.
- Mantenerse al lado de la víctima, para que se sienta protegida y se le garantice acompañamiento.
- Si se tiene capacidad, se puede intentar palpar el pulso en la muñeca para comprobar si éste está presente, así como su velocidad.
- Si la víctima no mejora o no se recupera progresivamente, llamar al 112, explicando los síntomas que tiene y los cambios en su estado.
- Si la víctima pudo golpearse al caer, conviene revisar posible golpes o heridas, sobre todo en la cabeza.
- Si la víctima se recupera por completo, hay que sentarla despacio, manteniéndola unos minutos en esa posición antes de incorporarla.
¿Qué no hacer en episodios de lipotimia?
De igual modo que existen consejos para actuar frente a la aparición de la lipotimia, también conviene conocer aquellas acciones que no se deben hacer:
- Dar de beber o comer a la víctima mientras esté mareada, ya que puede atragantarse con facilidad.
- Dejar a la persona mayor sola tras avisar al 112.
- Administrar algún medicamento.
- Permitir que se levante bruscamente (debe ser muy progresivo).
- Mojarle la cara con agua fría.
A la hora de cuidar a una persona mayor siempre hay que estar atentos ante los síntomas de una posible lipotimia, porque existen ocasiones en las que los signos no serán alarmantes pero, otras veces, sí que serán notorios.