El envejecimiento trae consigo problemas inevitables en los ojos en la gran mayoría de personas mayores. Las enfermedades oculares crónicas, como las cataratas, son afecciones de la vista que en algunos casos tienen tratamiento, y en muchos otros, los daños son irreversibles.
El glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial y empeora la calidad de vida y la autonomía del adulto mayor. Es una patología silenciosa y crónica, y en la que muchas veces el paciente no se da cuenta de que está perdiendo la visión.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad que afecta directamente al nervio óptico, que produce una pérdida del campo de visión, y esto, si no se detecta a tiempo, puede terminar en una pérdida de completa de la vista. Esta afección es de carácter irreversible, pero con el tratamiento adecuado el paciente puede estabilizarse.
En España, casi un millón de personas padecen glaucoma, esto es, casi el 3% de la población. Se trata de la segunda causa de ceguera en personas mayores de 65 años.
El nervio óptico desempeña un papel fundamental en la transmisión de la información visual desde el ojo hacia el cerebro, lo cual es esencial para mantener una buena visión. El glaucoma daña progresivamente este nervio, produciendo un aumentando de la presión intraocular.
¿Cómo ve una persona con glaucoma?
Por lo general, la persona va disminuyendo su campo visual, hasta llegar a una visión tubular y, finalmente, perder la vista. De todos modos, dependerá del tipo que sufra la persona.
Existen muchas tipologías, pero los siguientes son los más comunes en personas mayores:
- Glaucoma primario de ángulo abierto: es el más común. Este tipo aparece después de los 40 años y se caracteriza por tener una progresión lenta y no presenta síntomas hasta las últimas fases de la enfermedad, en la cual la persona pierde la visión.
- Glaucoma de ángulo cerrado: puede ser de carácter agudo o crónico. Su forma aguda suele causar en el paciente un dolor ocular fuerte, vista borrosa y enrojecimiento de los ojos.
- Glaucomas secundarios: por lo general derivan de otra enfermedad ocular, y generan elevación de la presión ocular. Puede provenir de, por ejemplo, el uso de medicamentos con corticosteroides o de otras patologías, como la diabetes.
¿Cuáles son los síntomas del glaucoma?
Los síntomas de esta enfermedad varían según el tipo que se tenga. En el glaucoma de ángulo abierto, los signos iniciales no son detectables, por lo que pasan casi desapercibidos. Sin embargo, a medida que avanza, se presenta un punto ciego en la vista periférica. Es por eso que a este tipo se le llama ladrón silencioso de la visión.
En cambio, los de ángulo cerrado, presentan disminución de la vista y ven borroso, halos de luz, dolor de cabeza leve y dolor severo en los ojos o en la frente y náuseas.
Glaucoma: tratamiento
El tratamiento médico consiste en aplicación de gotas en colirio que tienen como objetivo principal bajar la presión ocular. Estas deben ser administradas 2 o 3 veces al día, de por vida. Sin embargo, puede suceder que al cabo de un tiempo ya no se toleren bien, por lo que deberá ser tratado con láser o directamente ser operado.
La trabeculoplastia láser es un tratamiento de carácter ambulatorio que dura unos pocos minutos. Solo es útil en personas mayores y en muchos casos, desaparece su efecto al cabo de un tiempo. La ciclofotocoagulación con láser díodo solo es útil en diagnósticos ya muy avanzados.
El glaucoma se opera. La intervención quirúrgica más utilizada se denomina trabeculectomía y puede ser perforante o no. Consiste en buscar una salida alternativa hacia el exterior para el líquido situado delante del cristalino del ojo. Por lo general, no suele durar más de 30 minutos y se aplica anestesia tópica por medio de gotas.
Alimentos prohibidos para un paciente con glaucoma
Dentro de las cosas que no se deben hacer con glaucoma, se encuentran ciertas restricciones para
- Cafeína: estudios han demostrado que los productos, como el café, aumenta la presión ocular unas dos o tres horas, por lo que se recomienda regular la ingesta diaria.
- Azúcar y sal: la sal hace que los líquidos oculares se retengan, en lugar de eliminarse. El azúcar en exceso puede dañar los nervios ópticos. No se debe restringir, pero se debe consumir lo menos posible.
- Carnes rojas: chorizos, salchichas, hamburguesas, salchichón, entre otros embutidos y carnes rojas, pueden empeorar los síntomas de esta patología.
¿La cerveza es mala para el glaucoma?
Muchos pacientes se preguntan si la cerveza es mala para el glaucoma y la respuesta es que, si se bebe con moderación, no existen contraindicaciones comprobadas sobre si el consumo de alcohol en estos pacientes empeora el cuadro clínico.
¿El glaucoma es hereditario?
Sí, los factores hereditarios son efectivamente un componente de este trastorno. Sin embargo, el que resulta más propenso a heredarse es el tipo primario de ángulo abierto. Se ha confirmado que la existencia de antecedentes familiares aumenta el riesgo de glaucoma de cuatro a nueve veces.
Por este hecho, se recomienda acudir al oftalmólogo y realizarse chequeos cada dos años a partir de los 40 años y de manera anual después de los 60, para detectarlo lo antes posible.
¿Cuántos años se puede vivir con glaucoma?
El glaucoma no afecta a la esperanza de vida de una persona. La única excepción es que la patología se encuentra en un estado muy avanzado.
La persona afectada, pero controlada, podrá hacer una vida normal, sin muchas modificaciones. No obstante, los oftalmólogos recomiendan no realizar actividades como buceo, yoga, levantamiento de pesas intensivo ni tocar instrumentos de viento, ya que estas aumentan la presión intraocular y pueden empeorar el trastorno.