Si te preocupa que tus mayores caigan en una tristeza profunda por no recordar su pasado debes saber que, como profesionales en el cuidado de personas de la tercera edad, conocemos las herramientas adecuadas para acercarnos a ellos y hacer que se sientan jóvenes de nuevo. Si te preguntáramos qué es la reminiscencia, posiblemente nos dirías que nunca has escuchado esa palabra. No te preocupes, que en este post te vamos a explicar en qué consiste esta terapia y los beneficios que conlleva realizarla.
Ventajas de evocar recuerdos en personas mayores
Las personas que nos dedicamos a mejorar la vida de las personas mayores ponemos en práctica muchas técnicas para conseguir evocar sus recuerdos y que su pasado siga vivo para sentirse jóvenes y felices. Entre todas, practicamos mucho la reminiscencia. Esta consiste en pensar o hablar sobre la experiencia de vida de cada uno con la finalidad de compartir recuerdos y hacer reflexiones beneficiosas sobre el pasado.
De esta forma, además de fortalecer la capacidad de autorreconocimiento de los ancianos y la propia identidad personal, estimulamos su memoria, la atención y el lenguaje expresivo y comprensivo. Por otra parte, la reminiscencia hace que el proceso de deterioro cognitivo se ralentice y mejore su estado emocional. En resumen, la puesta en práctica de esta terapia contribuye a mejorar su calidad de vida.
¿Cómo conseguir que los mayores recuerden su pasado?
Si tú también quieres ayudar a tus mayores a recordar, te proponemos que hagas uso de materiales u objetos sensitivos como materiales audiovisuales, aromáticos, musicales, táctiles, manuales, comestibles, etc.
De esta forma, conseguirás transportarles a un entorno que les resulte familiar y les haga recordar situaciones o anécdotas del pasado. El objetivo principal es despertar su curiosidad y hacerles revivir sensaciones que, seguramente, creían olvidadas.
Para darte alguna idea, te recomendamos que busques objetos de cuando eran niños, que intentes conseguir fotografías de cuando eran jóvenes o de su boda, que indagues sobre qué grupos de música son los que escuchaban cuando eran pequeños para poder ponerles algunas canciones y animarles a bailar, que les pongas sonidos de la época como campanas o trenes, o que les preguntes por acontecimientos o lugares que les hayan marcado en su vida.
Por otra parte, sería una gran idea hacerles esa comida favorita que tanto les gustaba cuando eran niños. Solo con el olor y, por supuesto, el sabor, seguramente conseguirás devolverles la memoria o ayudarles a recordar escenas de su vida que, seguramente, creían olvidadas.
Piensa que cuanta más información tengas sobre su vida, más satisfactoria será la sesión de terapia y no olvides que cualquier elemento que se te ocurra puede ayudarles a estimular sus sentidos. Eso sí, siempre teniendo en cuenta su estado de salud mental y sus capacidades, ya que si, por ejemplo, sufren Alzheimer, el proceso se torna algo más complejo y lento.
¿Cuáles son los objetivos de estas técnicas de ayuda?
Si tienes claras las finalidades, seguro que trabajas con más dedicación porque sabes que tu ayuda será gratificante y muy ventajosa para la calidad de vida de tus seres queridos de la tercera edad.
Las más importantes son la estimulación de la atención, la evocación de emociones, el fomento de la comunicación y la elevación de la autoestima.
En conclusión, esperamos que con las pautas ofrecidas en este post seas capaz de conseguir que tus seres queridos recuperen sus recuerdos. No obstante, si crees que no tienes tiempo o que no tienes imaginación para llevar a cabo estas acciones, te aconsejamos que te pongas en manos de expertos para que se encarguen, profesionalmente, de ayudar a tus mayores a recordar.