Las cataratas son una de las causas más frecuentes por las cuales las personas pueden llegar a perder la visión. Los ojos tienen una anatomía formada por distintas capas, y en la capa media se encuentra el cristalino, una parte transparente que se sitúa detrás del iris. Este actúa como una lente natural que ayuda a enfocar la luz y las imágenes en la retina.
Lo normal, en un ojo sano, es que la luz pase a través del cristalino a la retina, que es el encargado de convertir la luz en señales nerviosas que se envían al cerebro y, para que todo esto suceda, el cristalino debe estar transparente para que la retina pueda recibir una imagen clara. Esto es lo que no sucede cuando se está en presencia de cataratas, que se trata de uno de los principales problemas de visión en ancianos y que, erradicar a tiempo es un gran aumento de calidad de vida.
¿Qué es una catarata?
El cristalino, la lente natural del ojo, de manera espontánea y debido al envejecimiento, pierde su transparencia, lo que se traduce en una disminución de la agudeza visual y allí es donde tiene origen la catarata. Esta patología es, concretamente, un área nublada del cristalino que puede presentarse en uno o en los dos ojos.
Si bien la mayoría de los casos suelen aparecer de forma gradual a partir de los 55 años, la edad no es el único factor determinante de esta enfermedad. Existen otros tipos, como las cataratas congénitas, es decir, aquella presente desde el nacimiento, las que son secundarias a ciertas enfermedades, o por traumatismos oculares.
¿Cuáles son los síntomas de las cataratas?
Los síntomas de la catarata se presentan de forma lenta y progresiva. Algunos de los más comunes son:
- Visión borrosa o nublada en la visión lejana: es el primer síntoma que suelen reconocer los pacientes, y el que empeora con el tiempo. Como el cristalino se va nublando cada vez más, es probable que con el transcurso de los meses se agudice la visión borrosa.
- Sensibilidad a la luz: tanto con la luz natural, lámparas o focos de coche. Esto hace que actividades como conducir de noche o ver la luz del sol se hagan cada vez más difíciles.
- Alteración en la percepción de colores: puede que la persona empiece a perder nitidez o intensidad a la hora de observar objetos de colores.
- Disminución para ver tanto de cerca como de lejos: en ciertos casos, las cataratas provocan miopía.
- Dificultad para reconocer caras de personas, ver la televisión o leer.
¿Es dolorosa la operación de cataratas?
El tratamiento principal para las cataratas es la cirugía de extracción del cristalino opaco y su reemplazo con una lente artificial. Es una de las intervenciones quirúrgicas más comunes y exitosas, y generalmente mejora significativamente la visión de las personas afectadas.
Las cataratas son la primera causa de ceguera reversible en el mundo.
La cirugía de cataratas no es dolorosa ni antes ni después de la misma. De hecho, es una operación que se caracteriza por ser indolora, ambulatoria y rápida. Para lograr esto, se utiliza anestesia local, por medio de una inyección en el párpado, o anestesia con gotas de colirio anestésico que son aplicadas directamente en el ojo. Una vez que el efecto de la anestesia haya pasado, la persona puede experimentar ciertas molestias, que serán aliviadas muy fácilmente con el consumo de analgésicos de venta libre.
Síntomas normales después de una operación de cataratas
Es extraño que se presente alguna complicación después de una operación de cataratas, pero pueden presentarse ciertos efectos secundarios como:
- Molestia o comezón en el ojo.
- Efectos residuales de la anestesia, como mareos o náuseas.
- Enrojecimiento en el blanco del ojo.
- Sequedad, irritación o sensación de arenilla.
- Hinchazón dentro o alrededor del ojo.
- Sensibilidad a la luz.
- Efecto de halo visual.
- Visión doble en personas que han sido operadas de cataratas.
Postoperatorio cataratas: consejos para cuidadoras
El proceso de recuperación de una operación de cataratas será breve, siempre y cuando se sigan las recomendaciones del especialista médico. Por lo general, esta intervención sin complicaciones suele durar unos 20 minutos, y al ser ambulatorio, el paciente no es hospitalizado en ningún momento. Una vez finalizada la intervención, lo trasladan a un área de recuperación en la que, normalmente, su estancia no durará más de media hora.
Es recomendable que el paciente use gafas después de la operación de cataratas, al menos mientras las pupilas estén dilatadas, y estas deben ser oscuras, ya que es necesario proteger los ojos de la luz y otros agentes externos. Resulta importante no olvidarlas, porque ayudarán a impedir contraer posibles infecciones u otros daños.
Otra recomendación es evitar la presión en los ojos o frotarlos. No se recomienda que el recién operado haga trabajos pesados, ni actividades agotadoras en el transcurso de unas semanas, y hasta que lo indique el médico. Se debe tener mucho cuidado al caminar, porque un tropezón o caída implicaría algo negativo para el postoperatorio.
Durante las primeras semanas no se debe sumergir la cabeza, ya que el ojo todavía se encuentra sensible y cualquier cuerpo extraño que esté en el agua puede causar una infección. Al bañarse, es recomendable hacerlo con la cabeza hacia atrás, para evitar que el champú caiga en el ojo operado.
¿Se puede cocinar después de una operación de cataratas?
No es recomendable cocinar después de una operación de cataratas. Después de esta intervención quirúrgica se puede llevar una vida bastante normal, pero con ciertos cuidados en las primeras semanas que estarán indicados por los médicos. Lo que todos recomiendan es evitar al máximo los movimientos bruscos o levantar peso, por lo que, como las primeras 48 horas el ojo estará sensible, no es aconsejable cocinar. El paciente podrá volver a cocinar con menos riesgos a partir de las 72 horas.
¿Se puede ver televisión después de una operación de cataratas?
Conforme vayan pasando los días, el paciente irá notando que la visión va mejorando y ya no es tan borrosa. Sin embargo, las primeras horas se debe evitar el esfuerzo de fijar la mirada en una pantalla que emita una luz fuerte, que dañe la salud ocular. Por esto, se debe evitar ver la televisión, el ordenador e incluso el móvil con la pantalla con el brillo al máximo. Si bien se puede ver televisión después de la operación de cataratas, pero no inmediatamente después. Será necesario esperar, al menos, 24 horas.
El riesgo de parecer cataratas aumenta cada vez más en la sociedad a partir de los 50 años, y las tienen cerca del 75% de la población de más de 75 años en los países desarrollados. Por suerte, la operación de cataratas, con el avance de la tecnología, es algo que hoy en día es común y seguro, y su recuperación es cada vez más rápida. No obstante, científicos siguen estudiando qué causa tienen y cómo hacer para poder identificarlas más temprano y tener mejores tratamientos.
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