El trabajo social y la inteligencia artificial, un nuevo escenario de oportunidades

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Daniel Ibiza

Por: Daniel Ibiza

CEO-fundador, trabajador social

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La era de la inteligencia artificial ha llegado para quedarse en gran parte de los ámbitos profesionales, incluido el trabajo social. Es por ello que es necesario ahondar en este concepto y en cómo puede llegar a afectar a roles emergentes y qué habilidades son necesarias para que el profesional se adapte de la mejor manera posible a este entorno digital.

Teniendo en cuenta la definición de Rouhiainen (2019), la Inteligencia Artificial (I.A.) puede definirse como “la habilidad de los ordenadores para hacer actividades que normalmente requieren inteligencia humana”. Es, por tanto, la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones tal y como lo haría un ser humano.

Desde sistemas de análisis de datos hasta asistentes virtuales para la atención al cliente, la IA está revolucionando la forma en que se brindan los servicios sociales. Los trabajadores sociales pueden beneficiarse de estas tecnologías para optimizar sus procesos de trabajo, identificar tendencias y necesidades de manera más precisa, y personalizar las intervenciones según las necesidades individuales de los usuarios.

Algunas advertencias sobre la IA en el trabajo social

En primer lugar, conviene abordar si existen algunos dilemas éticos que confrontan con la implantación de la IA en las vidas de las personas, en concreto, con el trabajo social.

Por ejemplo, la gran cantidad de datos que se manejan puede conllevar un sesgo entre usuarios, ya que no todo el mundo tiene el mismo acceso a este tipo de tecnología.

De la mano con lo anterior, la recopilación y el análisis de datos sensibles de los usuarios plantean preocupaciones sobre la privacidad y la confidencialidad, especialmente en lo que respecta a la protección de la información personal y médica.

Una imagen de una persona tecleando sus credenciales en un programa de un portátil.

Asimismo, no se puede garantizar que en el campo del trabajo social la IA esté centrado en el usuario. Por otra parte, esta inteligencia artificial está sometida a constantes evaluaciones, ya que no es 100% eficaz y, en un contexto social, esto es de vital importancia.

La protección de los datos del usuario es algo que no se puede garantizar con rotundidad, y la IA ha de usarse de manera ética y responsable en los servicios sociales, por la naturaleza del sector.

El trabajo social es una disciplina que tiene funciones variadas que, a priori, difícilmente pueden ser automatizadas:

  • Atención directa a personas usuarias.
  • Mediación.
  • Función preventiva.
  • Sensibilización.
  • Supervisión.
  • Docencia.

Por todo esto, se considera una de las profesiones menos amenazadas por la irrupción tecnológica. Sin embargo, la disciplina no es ajena a los avances de la IA y de las nuevas tecnologías y ya hay estudios que apuntan a la digitalización creciente de los servicios sociales (Minguijon J. y Serrano-Martinez C., 2022). Estos autores analizan el papel que la digitalización de los servicios sociales puede tener en la atención a las personas y cómo impactará en la organización de los servicios.

Oportunidades y áreas de trabajo con la IA en el trabajo social

Con los frentes abiertos todavía por resolver en cuanto a la IA en esta materia, se pueden enumerar las nuevas áreas de trabajo que ésta brinda a las personas:

  • Especialistas en IA para servicios sociales: se necesitan profesionales que comprendan tanto los principios del trabajo social como los aspectos técnicos básicos de la IA para desarrollar y aplicar soluciones innovadoras que mejoren la eficacia de los servicios sociales.
  • Analistas de datos en trabajo social: con el aumento del uso de la IA en la recopilación y análisis de datos, existe una demanda creciente de profesionales capaces de interpretar y utilizar los datos para informar la toma de decisiones en el trabajo social.
  • Con la IA es posible una detección temprana de personas en riesgo de abuso, violencia o problemas mentales.

Por ejemplo, una de las funcionalidades más destacadas de la IA en el campo del trabajo social es la creación de imágenes que ayuden a interpretar realidades. Además, pueden evocar cuestiones relativas a la resolución de conflictos, realización de talleres comunitarios, estudio y reflexión, diálogo, generación de ideas, o trabajar con las personas.

Los bots conversacionales pueden ser una opción para la atención continua. En el ámbito de la violencia de género, la academia y las empresas se plantean esta herramienta tecnológica como una alternativa para ayudar a las mujeres a acceder a los servicios de ayuda o a identificar patrones de abuso. Además, se están desarrollando aplicaciones para la asistencia a mujeres víctimas de la violencia.

Asimismo, se está comenzando a implantar la IA para el control y predicción de flujos migratorios, así como la identificación biométrica de las personas migrantes, lo cual crea otra oportunidad dentro del sector.

¿Qué hace un trabajador social?

Los trabajadores sociales utilizan una variedad de técnicas y enfoques, que van desde la terapia individual y familiar hasta la defensa de políticas y la promoción de cambios sociales a nivel comunitario y estructural. Algunas de las actividades que realiza incluyen:

  • Evaluación y planificación: este profesional lleva a cabo evaluaciones exhaustivas de las necesidades y circunstancias individuales o familiares para comprender los problemas y desarrollar planes de intervención adecuados.
  • Apoyo emocional y asesoramiento: se proporciona apoyo emocional y asesoramiento a individuos y familias que enfrentan dificultades emocionales, traumas, crisis y transiciones difíciles.
  • Coordinación de servicios: conecta a las personas con recursos y servicios comunitarios, como atención médica, vivienda, servicios de emergencia, asesoramiento legal, programas de alimentación y asistencia financiera.
  • Abogacía y defensa: defiende los derechos y la dignidad de las personas y grupos marginados, luchando contra la discriminación, la exclusión social y las injusticias sistémicas.

Una imagen de unos muñecos de papel hechos con papiroflexia que simulan personas unidas.

  • Intervención en crisis: suministra intervención y apoyo inmediato durante crisis emocionales, situaciones de abuso, violencia doméstica, suicidio, desastres naturales y otras emergencias.
  • Trabajo con familias: brinda apoyo a las familias para fortalecer sus habilidades parentales, resolver conflictos familiares, abordar problemas de relación y promover un ambiente familiar saludable y seguro.
  • Protección de la infancia: interviene en casos de abuso o negligencia infantil, investiga denuncias, realiza evaluaciones de riesgo y trabaja con familias para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños.
  • Educación y prevención: garantiza programas educativos y preventivos sobre temas como la salud mental, la adicción, la violencia, la crianza de los hijos y la prevención del abuso y la negligencia infantil.

La IA está en boca de todos. Procesos que pueden llevar mucho tiempo, como pueda ser integrar datos, con este tipo de disrupción tecnológica se pueden automatizar procesos, sobre todo en la intervención directa.

El mundo está ante una rápida evolución en el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial que impactan cada vez más en diversos aspectos de la vida de las personas. El entorno laboral, en particular, es un área donde estos sistemas continuarán emergiendo y transformando profesiones, incluso en el trabajo social, donde la IA parece tener un gran potencial para mejorar la eficacia.

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