España es el país de UE con mayor pobreza energética: solo el 9% de jubilados accede al bono social térmico

Casi el 80% de los beneficiarios del bono social térmico no lo reciben, mientas que tan solo un 9% de los jubilados con pensión mínima llega a disfrutar de esta bonificación para mantener su hogar caliente.

Así se desprende del informe de cobertura energética publicado por Oxfam y Esade bajo el título: “¿Llega el bono social a quien lo necesita?”.

Del mismo también se extraen cifran demoledoras como que un total del 20,8% de los residentes en nuestro país no pudieron mantener su vivienda a una temperatura correcta durante los meses más gélidos.

Esta última cifra convierte a España en el estado con mayor pobreza energética de toda la UE, según el ‘Informe del Estado de la Energía 2024’ por la Comisión Europea.

Todo ello es debido, según las mismas fuentes, por una problemática en el diseño de la política energética que provoca que ésta no tenga el alcance y el efecto deseado.

Origen del Bono Social Térmico en España

La llegada del frío puede suponer sobrecostes en la factura del agua y de la luz. Aunque siempre existirán los famosos consejos para reducir la factura del agua o de la luz, hay una serie de ayudas aprobadas por el Gobierno, como es el caso del bono social térmico. destinadas a que familias con vulnerabilidad económica puedan hacer frente a distintos gastos, como es el consumo de la electricidad en el hogar.

La ayuda depende de la zona geográfica de los clientes, así como de su nivel de vulnerabilidad económica, y puede superar los 300 euros.

Ya en el año 2023 se hizo efectiva esta decisión, aunque se pagó en diciembre de 2022 y esta iniciativa ha tenido tanta buena acogida que ha vuelto a ser destinada.

Desde 2018, esta ayuda busca hacer más fácil a las familias en situación vulnerable con una cuantía única de hasta 373 euros por año

¿Qué es el bono social térmico?

Se trata de un programa de ayudas para compensar los gastos térmicos ocasionados a los consumidores más vulnerables por el uso de la calefacción y el agua caliente o cocina.

Esta ayuda económica ha sido creada en el art. 5 del Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores con el fin de complementar la ayuda percibida en concepto de Bono Social Eléctrico por los consumidores vulnerables, para la energía destinada a calefacción, agua caliente sanitaria o cocina, independientemente de cual sea la fuente utilizada.

¿Cuándo se cobra el bono social térmico en 2024?

Este “cheque” se paga una vez al año, durante el primer trimestre del año siguiente al que corresponde la ayuda. Por ejemplo, la destinación económica de 2023 se entregará en los primeros meses de 2024.

Las entidades encargadas del pago son las Comunidades Autónomas, quienes proveen una plataforma digital para que los interesados faciliten su número de cuenta bancaria y dirección postal. En este sistema también se podrá consultar el estado del pago, actualizar los datos personales o renunciar a las ayudas.

¿Cómo solicitar el bono social térmico?

No es necesario realizar ningún trámite ni solicitud para recibirlo. Esta es una ayuda que se concederá de forma automática a todos los usuarios que ya el año pasado recibieron el bono social eléctrico.

En cuanto a los requisitos, se le dará este bono social a las personas que tengan una renta anual máxima de hasta 12.600 euros cuando solo se sea una persona en el hogar, de hasta 16.380 euros anuales si son dos adultos, o una renta anual de hasta 22.600 euros si en el domicilio convive un adulto y un hijo. En el caso de que haya dos menores, la renta anual máxima para recibir la ayuda es de 25.200 euros.

Requisitos para poder acceder al bono térmico

Para poder percibir este dinero, los usuarios tienen que cumplir estas características:

• Tener un contrato de electricidad con algunas de las comercializadoras que ofrecen la tarifa regulada, el denominado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
• Ser beneficiario del Bono Social Eléctrico.
• Tener contratada la tarifa TUR de gas (Tarifa de Último Recurso de gas) no es un requisito necesario.
• Tener calefacción de gas natural en la vivienda.

¿Es lo mismo el bono social térmico que el bono social eléctrico?

No, son complementarios. El bono social eléctrico se solicita a través de las comercializadoras y consiste en un descuento en la factura de la luz, mientras esta nueva ayuda es una subvención directa.

Varios millones de familias tienen derecho a solicitar descuentos en sus facturas de la luz. Algunas de las tres modalidades del bono social incluyen descuentos del 40%, del 65% y del 80% en el término fijo del recibo de la luz, el correspondiente a la potencia contratada.

Y en buena parte o incluso de la totalidad de los kilovatios hora de electricidad que se consuma a lo largo del año.

La OCU exige agilizar la concesión del bono social térmico

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado que la subida del precio de la bombona de butano, que acumula un 10% al alza desde noviembre, afecta a los hogares más vulnerables, “especialmente en zonas rurales, donde a menudo es la fuente de calefacción habitual”, por lo que ha exigido que “se impulse y agilice la concesión del bono social térmico” por parte de las Comunidades Autónomas.

En un comunicado, la institución alerta de que desde noviembre la bombona de butano acumula dos subidas bimestrales que rozan el límite legal del 5% cada una, pasando de valer 14,43 euros a 15,89 euros a partir del pasado 16 de enero. 

Es por ello que como medida para hacer frente a estas subidas, la OCU recordó que el bono social térmico, vinculado a la concesión del bono social eléctrico, es un recurso público que permite reducir la factura energética hasta 373 euros al año a miles de hogares en función de su grado de vulnerabilidad y de la zona climática en la que residan.

El bono social térmico es una de las ayudas económicas más esperadas año tras año, y que supone un descuento que oscila entre el 25 % y el 80 % de la factura, dependiendo de la consideración que reciba el usuario. Y esta consideración, a su vez, depende de diferentes requisitos personales, familiares y de renta.