Las personas de edad avanzada suelen ser las más castigadas por los dolores e inflamaciones de cadera. De hecho, existen unas altas probabilidades de que si se tiene más de 65 años y una persona se echa las manos a la cadera ésta sufra trocanteritis.
Esta enfermedad ha cobrado importancia en los últimos años y está muy influenciada por hábitos de vida sedentarios (movilidad reducida o nula, una mala alimentación y sobrepeso). La trocanteritis es la forma de coxalgia (dolor de cadera) más habitual a partir de los 65 años.
¿Qué es la trocanteritis?
La trocanteritis tiene que ver con el trocánter, que es una protuberancia ósea que se encuentra en la parte superior lateral del fémur.
En el trocánter se insertan tendones de los distintos músculos de la cadera, entre ellos, el glúteo mayor y el glúteo medio. La articulación de la cadera, en la que se encuentra el trocánter, está envuelta por una bolsa de líquido sinovial conocida como bursa. Esta bolsa es la encargada de proteger la cadera de los impactos y actúa como protección para evitar que los tendones y las prominencias óseas sufran roces.
La trocanteritis o bursitis trocantérea es un proceso inflamatorio de la bursa del trocánter mayor, frecuentemente causado por el sobreuso de la articulación de la cadera o por movimientos repetitivos, lo que desemboca en irritación y dolor.
La trocanteritis es una patología que tiene mayor incidencia en mujeres debido a la estructura de la cadera.
Existen dos tipos de bursitis de cadera: la bursitis trocantérea y la bursitis del iliopsoas (también denominada síndrome del tendón chasqueante).
La trocanteritis o bursitis trocantérea es más frecuente en adultos mayores, mientras que la bursitis del iliopsoas afecta más a adultos jóvenes y adolescentes.
¿Es bueno caminar con trocanteritis?
El médico especialista podrá determinar en cada caso si es bueno o no caminar con trocanteritis. Por lo general, es bueno andar con esta enfermedad, pero hay que hacerlo de manera gradual.
En las fases agudas de la trocanteritis, cualquier ejercicio que implique soportar peso puede aumentar el dolor. Esto incluye incluso caminar sobre superficies planas a un ritmo moderado.
- Si a una persona de edad avanzada le gusta caminar y se encuentra en la necesidad de retomar la actividad, es importante que se lleve a cabo de manera gradual y escuchando al cuerpo.
- Es recomendable optar por un calzado que brinde un buen soporte y elegir terrenos estables y planos para caminar.
¿Se cura la trocanteritis?
El tratamiento para curar la trocanteritis es, inicialmente, conservador (sin cirugía). El objetivo con este tratamiento es reducir el dolor y la inflamación para que el paciente pueda recuperar la normalidad y pueda dejar de sentir dolor al hacer tareas cotidianas.
Algunos de los tratamientos conservadores más usados son:
- Reposo: descansar ayuda a reducir la sobrecarga del músculo.
- Antiinflamatorios: al igual que el reposo, ayudan a que la inflamación baje y se calme el dolor.
- Masajes y terapia manual.
- Estiramientos.
- Ejercicios de fuerza.
- Terapia de ondas de choque.
- Diatermia o tecarterapia, es decir, un tratamiento que se utiliza en el ámbito de la salud que consiste en tratar mediante el aumento fisiológico de la temperatura generada por el desplazamiento de cargas eléctricas en el interior de los tejidos.
En realidad una trocanteritis no es una inflación del trocánter, sino que en éste se inserta el tendón de glúteo medio, que es un músculo que solo por el mero hecho de caminar realiza un esfuerzo tensional de cuatro veces el peso de una persona. Por tanto, es por este motivo por lo que esta zona sea muy propensa a sufrir lesiones en el tendón.
La trocanteritis y las causas emocionales
La cadera es una articulación fundamental para que las personas se sostengan en pie y caminen. Se ha demostrado que sufrir molestias en la cadera puede estar ligado a los sentimientos.
En la cadera se acumulan la mayoría de los miedos y angustias. Una vez que son liberados es más fácil controlar y eliminar el estrés y las preocupaciones que afectan a las personas.
La apertura de caderas resulta provechosa para apaciguar los estados de ansiedad por la incertidumbre ante el futuro. También permite dejar atrás el pasado y concentrarse en el aquí y en el ahora. Además, permite controlar mejor los sentimientos nocivos como la ira y la tristeza.
Ejercicios prohibidos si se sufre trocanteritis
La actividad física no está contraindicada si se sufre bursitis de cadera, simplemente, se debe realizar a demanda según el dolor que presente el paciente.
En cualquier caso, es recomendable no realizar algunos ejercicios mientras dure el brote. Por ejemplo:
- No empezar a correr hasta no estar totalmente recuperado.
- Evitar otros ejercicios de salto e impacto.
- Montar en bici no está recomendado cuando se tiene un brote de bursitis de cadera.
- Hay que tener cuidado cuando se realicen ejercicios funcionales como las sentadillas.
- Los ejercicios de máquinas que impliquen mucho peso en las caderas pueden ser contraproducentes.
Consejos para cuidar la trocanderitis en casa
En resumen, cuidar a una persona mayor con trocanteritis supone un enfoque integral que combine atención médica especializada con cuidados diarios. Al seguir estos consejos, no solo se aliviarán los síntomas de la trocanteritis, sino que también se mejorará la calidad de vida de la persona a cuidar:
- Ejercicio moderado: es recomendable que como cuidadores se fomenten actividades físicas suaves y específicas, como la fisioterapia adaptada, para fortalecer los músculos y reducir la inflamación en la zona afectada.
- Seguimiento médico: es importante mantener una comunicación regular con el equipo médico. Los chequeos periódicos son fundamentales para ajustar el plan de tratamiento y garantizar que la persona reciba la atención necesaria.
- Dieta antiinflamatoria: es de vital importancia incorporar alimentos ricos en omega-3, antioxidantes y vitaminas, que pueden ayudar a reducir la inflamación.
- Descanso adecuado: hay que asegurarse de que la persona afectada descanse lo suficiente. Un buen descanso es esencial para la recuperación y el fortalecimiento de los músculos.
- Adaptaciones en el hogar: otra herramienta para el cuidado de esta enfermedad es adaptar ajustes en el entorno para facilitar la movilidad, como la colocación estratégica de barandas y la eliminación de obstáculos. Un ambiente seguro es clave para prevenir posibles caídas.
- Apoyo emocional: la trocanteritis puede afectar emocionalmente a la persona mayor. Proporciona un apoyo afectivo constante y anímales a mantener una actitud positiva durante el proceso de recuperación.
Es fundamental trabajar en conjunto con profesionales de la salud para personalizar el enfoque de cuidado. Con paciencia, dedicación y un enfoque integral, el cuidador estará contribuyendo significativamente al bienestar y la recuperación de la persona afectada por la trocanteritis.
