Neumonía: síntomas en ancianos y tratamiento

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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la neumonía, que se encuentra dentro de las enfermedades del sistema respiratorio, es una de las principales causas de muerte en España. La neumonía aparece, de forma más frecuente, en los niños menores de 5 años, en las personas mayores de 65 años y en los enfermos crónicos. Es por ello, que desde Aiudo, queremos informar y detallar los síntomas, las causas, además de la prevención y tratamiento de la neumonía para tratar de actuar de forma rápida, ya que es una de las enfermedades más perjudiciales y que está más presente en la población anciana.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una patología respiratoria que afecta directamente a un pulmón o a ambos a la vez. También es conocida como infección del tracto respiratorio ya que se produce en la parte profunda de los pulmones. Esta patología se caracteriza por la multiplicación de microorganismos dentro de los alvéolos (los sacos de aire de los pulmones), y provoca una infección dentro de los pulmones e incluso en las afecciones respiratorias. Cuando el cuerpo intenta reaccionar a esta infección, los alvéolos se inflaman y se llenan de fluidos que provocan una respiración difícil y dolorosa.

Causas de la neumonía en ancianos

Las causas de neumonía en ancianos pueden variar mucho, ya que existen muchos microorganismos como: virus, bacterias, gérmenes e incluso hongos que provocan una infección pulmonar. Entre todas ellas, la neumonía bacteriana es la más frecuente entre la población anciana mayor de 65 años.

Normalmente, la neumonía aparece después de un caso grave de gripe, y la mayoría de neumonías suelen tener un buen pronóstico con el tratamiento adecuado. No obstante, no hay que olvidar que pueden haber posibles complicaciones que dependen del estado general de la persona enferma en cuestión.

Síntomas de neumonía

Mujer mayor con un medico auscultándole en busca de síntomas de neumonía.

La neumonía se caracteriza por tener unos síntomas muy concretos pero no todos los pacientes sufren los mismos.

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Los síntomas de neumonía más comunes son los siguientes.

Primeros síntomas neumonía en ancianos

  • Tos extrema (seca, con mocos o incluso sangre y pus), el síntoma principal de esta patología.
  • Fiebre.
  • Escalofríos.
  • Fatiga, cansancio físico al realizar tareas de nuestro día a día.
  • Dificultad para respirar, la presencia de los líquidos en los alvéolos provoca  una dificultad constante al respirar.
  • Dolor en el pecho.

Neumonía: síntomas graves en ancianos

Si la neumonía evoluciona, se puede experimentar otros síntomas más graves, a parte de los anteriores, como:

  • Dolores de cabeza.
  • Dolores musculares y articulares.
  • Alteraciones gastrointestinales.
  • Malestar general.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Desorientación y alteraciones del estado de consciencia.
  • Acumulación de pus y líquidos en el pulmón.

En caso de las personas mayores de 65 años, los síntomas pueden no manifestarse y de esa forma no llegar a saber que el paciente sufre una neumonía atípica.

Neumonía sin fiebre: síntomas

Un claro ejemplo sería tener una neumonía sin fiebre o una neumonía sin tos. Se trata de un caso que se da de modo típico en las personas mayores por lo que es muy importante detenerse en otro tipo de síntomas descritos anteriomente y que no sean la fiebre. 

Cabe añadir que los síntomas de neumonía en ancianos dependen mucho del estado de salud de la persona. 

Diagnóstico de neumonía

Para poder diagnosticar una neumonía es necesario una prueba específica, en este caso, la realización de una radiografía de tórax. En dicha radiografía podremos observar donde se encuentra y qué extensión tiene, la neumonía del paciente en cuestión. 

Además, se puede llevar otras pruebas a cabo como son: la analítica sanguínea, una muestra de esputo, muestra de orina, broncoscopia y realizar un drenaje de líquido pleural.

Tipos de neumonía

Para entender mejor los diferentes tipos de neumonía hay que tener clara la diferencia entre neumonía típica y atípica.

Por un lado, encontramos la neumonía típica, que es aquella que se manifiesta en cuestión de horas o pocos días. Los síntomas de esta neumonía son:

Por otro lado, encontramos la neumonía atípica, que es aquella donde los síntomas aparecen de forma más gradual y no tan repentinos, como sucede con la neumonía típica. Estos síntomas de neumonía atípica son:

  • Décimas de fiebre.
  • Malestar general.
  • Dolor de cabeza y cansancio.
  • Tos seca sin esputo.
  • Dolor torácico, pero con menos intensidad.

Dicho esto, existen dos tipos de neumonía:

La primera es la neumonía adquirida en la comunidad, que es aquella se manifiesta en una persona que, por lo general, tiene una neumonía menos grave.

La segunda es la neumonía que se puede adquirir en el hospital. Dicha neumonía aparece en un paciente cuando sucede una complicación en una intervención quirúrgica.

Tratamiento para la neumonía

El tratamiento es diferente para cada tipo de paciente porque hay que tener en cuenta: qué tipo de neumonía tiene, la gravedad en la que se encuentre, la edad y, lo más importante, en qué estado de salud se encuentra la personas afectada. En muchos casos, si se trata de una persona mayor de 65 años es necesario la hospitalización para evitar posibles complicaciones y ofrecerle el tratamiento más adecuado.

Por lo general el tratamiento más importante es el uso de antibióticos, en caso de que se tratase de una neumonía bacteriana.Además, se hace uso de los analgésicos para intentar calmar el malestar general propiciado por la fiebre. Y, finalmente medicamentos para la tos y, de esa forma, aliviar una de las principales molestias que ocasiona una neumonía.

Cuidados de enfermería para pacientes con neumonía

Salir del hospital, y llegar a casa, después de sufrir una neumonía no significa que los síntomas hayan desaparecido por completo. Los pacientes tendrán estos síntomas:

  • En un plazo de 7-14 días, la tos irá disminuyendo.
  • El enfermo sufrirá insomnio y tendrá una falta de apetito que se extenderá a una semana.
  • A partir de la segunda semana o más, el nivel de energía se irá recuperando.
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 Es por ello que tenemos que realizar ciertos cuidados que no van a estar controlados por un médico, y por lo que nos tendremos que encargar nosotros. Es por ello que si estamos al cuidado de personas mayores, tenemos que ver que los síntomas van disminuyendo y que nuestro paciente se vaya recuperando. Estos cuidados son:

  • El paciente tiene que respirar hondo 2 o 3 veces cada hora, para abrir las vías respiratorias. Para poder realizar este ejercicio es necesario que el paciente esté en reposo.
  • Respirar aire húmedo y caliente para aflojar la mucosidad.
  • Cuando el paciente esté acostado, da algunas pequeñas y suaves palmadas en el pecho, para ayudarle a sacar los moscos que tiene acumulados.
  • El paciente tiene que ingerir mucho líquido, ya sea agua, jugo o té, al menos de 1,5 a 2,5 litros.
  • El paciente tiene prohibido fumar y consumir alcohol u otras drogas.
  • Seguir las instrucciones que le ha mandado el médico.

Preguntas frecuentes sobre la neumonía en ancianos

Son muchas las preguntas que nos planteamos cuando tenemos al cargo de una persona mayor. Y, desde Aiudo, somo conscientes que cualquier precaución que se tome, respecto a nuestros mayores es poca. Por este motivo, hemos decidido agrupar estas tres preguntas respecto a la neumonía en ancianos.

¿La neumonía es contagiosa?

A rasgos generales la neumonía no es contagiosa, pero los virus y bacterias que lo provocan sí que lo son. Dichos microorganismos están presentes en las gotas que salen de la nariz y la boca. Es por ello que hay que extremar la precaución, ya que se puede contagiar a otra persona sólo por estornudar o toser cerca de ella.

Por este motivo, un paciente afectado por neumonía debe evitar:

  • Compartir vasos y cubiertos.
  • Desechar los pañuelos que use.
  • Mantenerse alejados de personas de riesgo, de niños menores de 5 años y adultos mayores de 65 años. En caso de que no se pueda evitar, utilizar una mascarilla.

¿Es peligrosa la neumonía en ancianos?

La neumonía es más peligrosa si hablamos de personas mayores de 65 años, como hemos dicho anteriormente. Además de esto, hay que tener en cuenta dichos puntos:

  • Enfermedades crónicas como: diabetes, cardiopatías, cáncer, enfermedad pulmonar crónica (asma, bronquitis…), virus VIH, enfermedad renal o hepatopatías.
  • Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas.
  • Desnutrición u obesidad.
  • Falta de higiene oral y dental.
  • Gripe.
  • Varicela.
  • Demencia.
  • Bajo nivel de inmunidad.

Dichos puntos pueden llegar a convertirse en factores de riesgos para una persona anciana con neumonía, ya que altera su mecanismo de defensa, por lo que hay que intentar tenerlo en cuenta.

¿Cómo prevenir la neumonía en ancianos?

Los principales puntos a tener en cuenta serían:

  • Vacunarse contra la gripe y el neumococo.
  • Realizar ejercicio físico de forma habitual.
  • No fumar ni consumir alcohol.
  • Mantener una dieta saludable.
  • Extremar las medidas de higiene en las manos, y si es un caso de riesgo usar mascarilla.
  • Mantener el hogar limpio y libre de toxinas.

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