¿Cómo tratar la intolerancia a la lactosa en adultos mayores?

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Lorenzo Gomez

Por: Lorenzo Gomez

Periodista, redactor experto en gerontología

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Los problemas digestivos son frecuentes en las edades adultas. Pero sobre todo en las personas mayores conviene tener especial cuidado con la intolerancia a la lactosa.

De esta forma, las complicaciones digestivas se deben a cambios relacionados con la edad, a enfermedades, medicamentos o determinadas operaciones.

En otras ocasiones, una persona que siempre ha tolerado el azúcar de la leche, esto es, la lactosa, puede descubrir que su capacidad para procesar los productos lácteos disminuye a medida que envejece, debido a que ha desarrollado una intolerancia a la lactosa.

Actualmente se estima que cerca de un 30% de la población adulta podría padecer esta enfermedad.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La lactosa es un hidrato de carbono, conocido como el azúcar de la leche. Para la digestión de la lactosa, las personas necesitan de una enzima (sustancia que ayuda a descomponer la lactosa) que se llama lactasa.

Por tanto, cuando el organismo no es capaz de asimilar correctamente la lactosa, por carencia de esta enzima, aparecen diversas molestias principalmente gastrointestinales, tales como diarrea, dolor abdominal, meteorismo, distención abdominal, vómitos y gases intestinales, dando lugar clínicamente a lo que se conoce como intolerancia a la lactosa.

Por lo general, la intolerancia a la lactosa, que es una de las intolerancias más comunes en la tercera edad, se debe a la escasez de esta enzima que se produce en el intestino delgado. Una persona puede tener niveles bajos de lactasa y aún así ser capaz de digerir productos lácteos.

No hay que confundir la alergia a la leche, que viene provocada por una alergia a las proteínas de la leche de vaca, y no tiene nada que ver con la intolerancia a la lactosa.

Por este motivo, las personas mayores intolerantes a la lactosa deben llevar una dieta especial que tolere la lactosa. En algunos casos, se dará una intolerancia total y en otros, parcial.

¿Es grave la intolerancia a la lactosa en la vejez?

Pese a que las personas mayores son más propensas a sufrir problemas digestivos, la intolerancia a la lactosa tiene unos síntomas fácilmente identificables.

Pese a que no se trata de un trastorno grave, puede llegar a ser molesto y condicionar la vida de los adultos mayores. Sobre todo a la hora de hacer vida en el exterior de casa, éstos se pueden sentir cohibidos si tienen la tripa revuelta o diarreas constantes.

Además, las personas mayores intolerantes a la lactosa pueden recurrir a los suplementos de calcio para obtener la cantidad diaria de calcio que el cuerpo necesita.

Una imagen de una jarra de leche y un vaso de leche en una mesa.

¿Qué alimentos provocan la intolerancia a la lactosa?

Los alimentos que provocan la intolerancia a la lactosa son aquellos elaborados con leche, es decir, los productos lácteos. En este sentido, dentro de los productos lácteos se pueden distinguir:

  • La leche habitual del desayuno o usada como ingrediente para preparar la bechamel.
  • Los derivados lácteos fermentados, como el yogurt.
  • Productos que se someten al calentamiento.

Los fermentos lácticos que producen alimentos como el yogur, consumen la lactosa de la leche. Por lo tanto, los yogures tienen un contenido reducido de lactosa. Por regla general, son alimentos mejor tolerados por personas mayores intolerantes a la lactosa.

La leche sin lactosa lleva añadida la lactasa, esto es, se le ha añadido artificialmente esas enzimas que debería tener el ser humano en condiciones normales. De ahí que el sabor de la leche con lactosa sea algo más dulce.

Asimismo, los ancianos que sufren intolerancia a la lactosa deberán evitar los siguientes alimentos:

  • Mantequilla.
  • Nata.
  • Crema de leche.
  • Pasteles de crema y/o nata.
  • Chocolate con leche.
  • Helados con leche.
  • Será necesario reducir el consumo de tartas, bollos y productos de repostería.
  • Conviene tener cuidado con embutidos, alimentos precocinados, salsas y edulcorantes.

En el caso del queso curado no suele producir intolerancia puesto que, generalmente, la lactosa se descompone en el proceso de curación.

Una mujer mayor se toca el estómago en su cama en claro síntoma de dolor.

¿Qué síntomas tiene la intolerancia a la lactosa en personas mayores?

Si cada vez que se ingiere leche o productos lácteos en general no sienta correctamente, puede que el organismo no esté digiriendo el azúcar de la leche. Es decir, la digestión se está haciendo de manera parcial.

Por tanto, cuando no se puede digerir correctamente, es lo que se conoce como una persona con intolerancia a la lactosa. Además, se estima que el 10% de la población termina presentando con la edad una deficiencia de lactosa. Además, el 70% de las personas mayores de 60 años no la pueden digerir.

Los principales síntomas de la intolerancia a la lactosa en adultos mayores son:

  • Diarrea.
  • Náuseas.
  • Gases.
  • Calambres.
  • Sudor frío.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.

Causas de la intolerancia a la lactosa en adultos mayores

No se conocen exactamente las causas de la intolerancia a la lactosa, pero todo parece indicar según los expertos, que pueden deberse a diferentes motivos.

Las causas que pueden llevar a una persona a desarrollar intolerancia son muy variadas. Desde enfermedades que modifiquen el intestino delgado a una predisposición genética.

Además, los tratamientos oncológicos dañan el intestino delgado. Las funciones de la enzima que procesa la lactosa se dañan hasta no poder realizar su función vital. De la misma forma, las dolencias intestinales facilitan la aparición de esta intolerancia.

  • Un paso brusco desde la niñez de la leche materna a la leche de vaca.
  • Personas que han tenido una infección intestinal (gastroenteritis), donde la producción de lactasa puede estar reducida de forma temporal.
  • Intolerancia al gluten.
  • Enfermedades intestinales.
  • Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.
  • Operaciones quirúrgicas del intestino.
  • Ingesta de algunos medicamentos que puedan afectar el flujo intestinal.

Consejos para tratar la intolerancia a la lactosa en personas mayores en casa

En primer lugar, conviene que la cuidadora controle lo que come. No es complicado eliminar los productos con lactosa de la dieta gracias a las múltiples alternativas. También se puede recurrir a productos veganos, los cuales no llevan leche.

Además, es importante supervisar que los niveles de calcio, vitamina D y potasio se están adquiriendo por otros alimentos. Por ello, es necesario reconfigurar la dieta para que el menú aporte todos estos elementos.

La leche de soja, de almendras o de arroz no son un correcto sustituto para la leche de vaca, sobre todo en el caso de las personas mayores, ya que no contienen calcio.

Aunque los productos sin lactosa son más caros, cada vez existen más opciones, incluso de marca blanca: quesos, mantequillas, yogures, leche, cremas, entre otros.

Por último, otra de las recomendaciones es apostar por alimentos como el brócoli, zumo de naranja, tomates, conservas de pescado, legumbres o verduras de hoja verde, para aportar la cantidad necesaria de calcio que el cuerpo necesita.

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